¡Welcome to Hosu Shipper Blog!

Como se darán cuenta he cambiado el URL ;)
Y el Blog ahora será únicamente para los fanfics, lo demás irá a la página de Facebook
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En la sección [Fanfiction] arreglé la mayoría, pero aún me faltan estos:

Beautiful Dirty Rich
Cuando el Sakura Florezca
Fairies and What!?!
Love is a Force of Nature
Lust Caution
Scut Hamsters
The Reunion
The Year Without Santa

Los fics están, sólo que les costará ubicarlos.

14 feb 2015

[ADAPTACIÓN] NO TE PREOCUPES MAMÁ [CAP8]

Título: No Te Preocupes Mamá
Título Original: Don’t Worry Mama
Autora Original: Konohara Narise
Adaptación por: Mery
Pareja: HoSu
Género: Romance, Lemon
Extensión: Serial
Declaración: La trama no me pertenece.
Sinopsis: Si estuvieras varado en una isla desierta y pudieras elegir a la persona que te hiciera compañía, ¿a quién elegirías? Hubiera preferido ahorcar a Junsu con sus propias manos antes de seguir escuchando sus insistentes quejas pero cuando los días se convirtieron en semanas, Yunho se encontró anhelando la compañía de Junsu más que a la misma civilización.

¿Podrán ambos encontrar un amor prohibido en esta isla tropical? O, ¿podrán Yunho y Junsu vivir sus vidas en esta isla desierta con la persona que menos toleran en este mundo?
*****

Capítulo 8


“JHolic”, el restaurante donde Junsu trabajaba, estaba ubicado en el piso 34 del Hotel Jackson, el cual estaba cerca de la Estación Gangnam. El hotel había abierto hacía poco y tenía muchos invitados extranjeros, porque era parte de una cadena internacional.

El interior de JHolic había sido diseñado por Owen, un sueco, y su mezcla magistral de madera y metal le daba un toque moderno, pero acogedor. A Junsu le gustaba mirar el restaurante cuando estaba vacío. Estaba diseñado para lucir hermoso, incluso cuando no había presencia humana.

No se encontraba nadie en el piso cuando Junsu se presentó en el trabajo a las  4 pm, aunque el joven personal de cocina podía oírse muy ocupado preparando la cena en la cocina, las cuales no eran visibles desde el piso. JHolic estaba abierto para el almuerzo desde el mediodía hasta las 2 de la tarde, pero su menú estaba limitado a dos entradas y tres vinos, así que no había razón para que estuviera ahí un sommelier y experto en vinos. La noche era el evento principal en cuanto a vinos se refería.

Junsu puso sus cosas en su casillero y se vistió con el uniforme. Cuando se amarró su corbatín, su espalda se enderezó automáticamente, estando listo para trabajar. Primero revisó la lista de reservas en la pequeña oficina. Si los invitados habían cenado con ellos anteriormente, buscaría las órdenes de los vinos que habían ordenado y anotaría muchas recomendaciones para la comida de esa noche. Para los nuevos clientes que elegían el menú Prix Fix, había redactado una lista más ortodoxa de vinos.

Después que terminó de crear sus recomendaciones de vinos, se dirigió a la bodega. Abriendo las pesadas puertas entró. Como siempre, estaba oscuro y un poco frío. Con las puertas cerradas, había tal silencio dentro que se sentía como si estuviera en un mundo diferente. Estaba completamente insonorizado. Revisó la temperatura y la humedad, limpiando la bodega y contando el inventario.

Junsu deseaba que le aumentaran el presupuesto para los vinos, pero el gerente del restaurante se había negado. Había demostrado la habilidad de encontrar buenos y económicos vinos, pero las marcas más caras tenían un cierto carácter, gusto y una profundidad con la que los vinos baratos no podían competir. Quería tanta gente con experiencia como fuera posible, pero los clientes también estaban restringidos por su presupuesto, así que había pocas posibilidades de ofrecer mejores alternativas.

Después de contar el inventario, Junsu se encontró con que se les estaba agotando su reserva de Rosé. Era fácil de beber, acompañaba cualquier cosa y era bastante barato, así que tendían a acabarse más rápido que otras variedades. Añadió una cantidad de botellas de Rosé a la lista de órdenes y dejó la bodega. Aunque revisar, limpiar la bodega y recomendar vinos a los clientes era el trabajo que un sommelier normalmente hacía, Cherbourg sólo tenía uno, así que como personal de sala y experto en vinos, Junsu ayudaba en esa tarea. Mientras caminaba por el estrecho pasillo de linóleo de los empleados, escuchó una voz agitada llamándolo.

— ¡Ahjussi! ¡Lo siento, llego tarde!

Se volteó y vio a la sommelier Park Lizzy corriendo hacia él. Se veía como si recién hubiese llegado y aún estaba usando un abrigo verde claro.

— Era mi día de revisar la bodega.

Mirando su reloj, se dio cuenta que eran casi las 4:30 hs. Se había retrasado por media hora. Junsu suspiró con resignación.

— No te preocupes, ya lo hice. Todo lo que queda por revisar son las copas.

— Lo siento mucho.

Lizzy juntó sus manos frente a su rostro e hizo una reverencia en señal de disculpas. La sommelier era siete años menor que Junsu, y muy mala en manejar su tiempo. No era la primera vez que llegaba tarde, pero él no estaba enojado. Ella nunca llegaba más allá de media hora tarde y era muy seria cuando se trataba del trabajo.

Junsu no pudo evitarlo, pero pensó que se había hecho mucho más tolerante. Solía odiar a la gente que llegaba tarde y se había ahorrado unos dos o tres abusos verbales extras contra ellos. Solía ponerse celoso cuando veía a alguien ganando más que él, o cuando alguien hacía un mejor trabajo que él, y siempre era cruel con ellos. Constantemente seguía su camino en su antiguo puesto de trabajo en la compañía farmacéutica y había veces que se disgustaba por su propio comportamiento.

Cuando la compañía farmacéutica se fue a la quiebra, repentinamente tuvo la oportunidad de cambiar al oficio que le gustaba y esto hizo maravillas en su personalidad. En su antigua posición, constantemente se torturaba a sí mismo por su falta de confianza, pero ahora estaba siendo reconocido por sus habilidades. Había reunido confianza. Una vez que estuvo conforme con su propia persona, se dio cuenta que podía ser amable con los demás.

— Anoche me quedé hasta tarde bebiendo con unos amigos y me dormí —, Lizzy confesó.

— Salimos tarde del trabajo anoche. ¿Saliste después de eso? — Junsu estaba sorprendido e impresionado por su energía, sin embargo, estaba plenamente consciente de la diferencia entre el cuerpo de alguien de veintitantos y otro de treinta como él. Era pequeño y tenía un rostro jovial, por eso la gente lo confundía a menudo con alguien de veinte, pero Junsu tenía treinta y dos. Aun así, seguía siendo un novato en el negocio de los restaurantes, ya que sólo llevaba trabajando en ello un año y medio.

Lizzy era la única sommelier en JHolic, porque el antiguo había muerto en un accidente. La joven mujer había sido una co-sommelier. Ella había estado en Francia en un viaje de estudios en ese entonces, pero fue contratada por el restaurante después de una rápida búsqueda. Era la hija de un rico dueño de una viña en -buscar- y, aunque a menudo decía que no conocía mucho, la verdad era que había muy pocos que tenían buen olfato y paladar cuando se trataba de realizar la degustación de un vino.

Junsu fue contratado alrededor del mismo tiempo que el personal que debía atender los salones y se estaba entrenando para ser un futuro sommelier. Incluso aunque nunca había trabajado en un restaurante con anterioridad, fue contratado por su gran conocimiento en vinos y su habilidad única de emparejar vinos con comidas.

Era el restaurante más caro con una administración con la más deseada experiencia. Pero los chef principales de JHolic eran sólo treinta. El establecimiento no estaba obligado por la tradición y era conocido por sus habilidades de llegar al cliente con revolucionarias ideas de comida francesa que se igualaban con el paladar de los clientes coreanos. En vez de un sommelier severo que favorecía las selecciones tradicionales, la administración quería a alguien que pudiera elegir el vino que mejor fuera con la comida y satisficiera a los clientes, sin tener precios demasiado exorbitantes. Era por eso que habían elegido a Lizzy y Junsu.

Lizzy juntó sus manos y sonrió.

— Ayer fue la inauguración de un nuevo bar, de los dueños del lugar donde mi amigo trabaja. Incluso sacaron un Don Perignon. ¡Y su cosecha era fabulosa!

— ¿En serio?

Junsu se quedó atrapado en su historia. En años buenos de cosecha, tendían a usar más cantidades de lo habitual de uvas en hacer Don Perignon. Esas denominadas “cosechas” costaban cuatro o cinco veces el precio normal de una botella.

— Te envidio. Sólo he saboreado una botella de buena cosecha una vez —, Junsu suspiró y Lizzy se veía como si estuviera tratando de recordar el sabor.

— Fue muy bueno. El bar era genial también. Fueron más allá de un cóctel normal y tenían una buena reserva de vinos. Deberíamos ir alguna vez.

— Seguro… pero, Lizzy. Necesitas cambiarte. Si el gerente te ve, te regañará por llegar tarde otra vez.

Corrió pasando a Junsu. Después de unos pocos pasos, se detuvo y se volteó.

— ¿Tomaste una ducha antes de venir a trabajar?

— Sí.

Se echó a reír por la nariz.

— Puedo oler tu shampoo. Es Eliair con Carvy, ¿verdad? Mi amigo lo usa. ¿Te gusta Eliair?

— Alguien me lo dio. Realmente no sé.

Lizzy no terminó ahí.

— Vives solo, ¿no? ¿No es extraño usar un shampoo que alguien te dio? ¿En qué casa te bañaste?

— ¿Eh? ¿Q- Qué quieres decir? —, Junsu tartamudeó y se sonrojó. Hundió su cabeza en la hoja de pedido.— ¿Qué importa lo que haga? Hemos tenido este problema antes… Tus preguntas pueden ser consideradas acoso sexual.

Lizzy rió mientras llevaba su mano sobre su boca y declaró tener los pensamientos de un viejo hombre sucio.

— Ciertamente eres honesto —, estaba siendo completamente acorralado por una joven muchacha. Tratando de cambiar el tema y recuperar su estatus del mayor en la relación, Junsu enderezó su espalda y se aclaró la garganta.

— Suficiente sobre mí… hablemos de trabajo: he revisado la bodega y estamos escasos de Rosé. Pensé en ordenar más. En adición a nuestra reserva normal de Tavel y Mateus, quiero tener algo de Rosé California también.

Lizzy llevó su dedo índice a su mejilla.

— ¿Quieres decir que quieres vino de la bodega de California? ¿El que está seco y tiene la fragancia de rosas? Ambos son populares y baratos. Me gusta también, suena bien para mí.

— Lo ordenaré hoy.

Su olfato y paladar podían ser de lo mejor, pero Lizzy no era una persona muy organizada y la orden era dejada normalmente a Junsu. A ella no le importaba cuán barato era el vino, o si era de una marca desconocida, pero era muy exigente con el sabor, así que él debía tener cuidado.

— Ups, el gerente…

A través de la puerta abierta del corredor, podían ver a su jefe, al Sr. Choi, el “Demonio sonriente”. Lizzy corrió más rápido que un conejo hacia el guardarropa. El Sr. Choi miró dentro del corredor, pero no llegó a verla.

Junsu fue a la oficina y respondió el teléfono. Si ordenaba el Rosé hoy, estaría mañana por la tarde. Llamó a su mayorista favorito, pero estaban ocupados y tenía que esperar. Justo cuando estaba pensando en que le tomaría un buen rato, se dio cuenta que sus caderas se estaban entumeciendo. Después de revolcarse en las sábanas, lo habían hecho una vez más en el baño…porque Yunho se había excitado mientras limpiaba a Junsu.

Aunque había algunas veces que no era muy amable, su amante era por sobre todo un buen hombre. Cuando pensó en las veces que tenían sexo, su corazón se aceleraba. Realmente sentía que era amado.

Habían sido jefe y empleado en la compañía farmacéutica. Encontrándose a sí mismos abandonados en una isla desierta, fueron obligados a vivir juntos, a depender del otro para sobrevivir y después de un tiempo, se enamoraron. Ahora vivían juntos y estaban muy enamorados, pero no todo había ido viento en popa. Cuando finalmente fueron rescatados de la isla, Junsu volvió para encontrar que la compañía había quebrado y su madre no aprobó su relación. Él solo tenía a su madre y desde una temprana edad, ésta le había enseñado que no debía mantenerle secretos. No le costó mucho descubrir sobre su relación con Yunho y le gritó tan fuerte que pensó que había sido alcanzado por un rayo.

—¡Pero Yunn- Yunho es un buen hombre! —, argumentó tímidamente y sin éxito.

—¿Podría un buen hombre seducir a alguien como tú?

No había sido seducido. Había pasado naturalmente. Pero su madre no escucharía una sola palabra.

—Lo amo...

—Has sido un tonto. Has dejado que un hombre gay jugara contigo.

Aunque Junsu confiara en Yunho, escuchar una y otra vez de la boca de su madre que Yunho había estado jugando con él, hizo que gradualmente comenzara a creer dichas palabras. También estaba asustado por la posibilidad de que su madre lo rechazara si continuaba diciendo que amaba a Yunho. Al menos estaba tratando de cortar el contacto hasta que la furia de su madre hubiera desaparecido, pero entonces se encontró con que el número de Yunho había sido borrado de su móvil sin saberlo. La dirección de su empresa también faltaba, pero no podía armarse de valor para preguntarle a su madre al respecto. Estaba seguro que ella preguntaría por qué lo quería. Entonces, un día, repentinamente su madre le avisó que se mudarían. Pensó que era el final. No había manera de combatir contra la cruzada de su madre para librarse de Yunho.

Ahora desempleado, Junsu comenzó a estudiar vinos seriamente. Siempre había querido hacer eso y ahora tenía la excusa de librarse de algunas cosas en su mente. Fue a las clases de vino en las tardes y en las noches pasaba de degustación en degustación. Ni siquiera buscó otro trabajo, sólo pensaba en vinos… aunque estaba asustado de que su madre se enojara. Ella parecía estar ocupada en una nueva relación y cada fin de semana se vestía elegantemente y salía.

Todo estaba bien cuando se ocupaba con el vino, pero después de irse a la cama cada noche, recordaba su tiempo en la isla. La manera en que se besaban y dormían mientras se abrazaban, lejos de los indiscretos ojos del mundo. Había veces que no podía aguantar las lágrimas. ¿Cómo podía estar tan triste si no estaba realmente “enamorado”?

Cerca del final de lo que podría haber sido un otoño solitario, su madre anunció tímidamente que se iba a casar con el hombre de barba del instituto de ornitología. Uno de los hombres con los que Junsu y Yunho habían viajado en el barco hacia la isla. Porque su madre lo había criado sola desde que su padre falleció, sus sentimientos eran complicados. Quería que fuera feliz, pero no sabía si él podría serlo.

<<¿Te niegas a que ame al hombre que quiero, pero después haces esto? ¿Cuál es la diferencia con Yunho? >>, o al menos eso quería decirle.

Al principio, su madre insistió que la acompañara hasta Miyagi, pero el hombre de barba le dijo. —Eres un hombre adulto. Deberías hacer lo que quisieras.

Cuando ella anunció sus planes de matrimonio, Junsu proclamó que se iba a quedar en Seúl y continuaría aprendiendo sobre vinos, pero su madre le suplicó con lágrimas. Si iba a estar así de dramática, entonces pensó en irse con ella. Pero cuando su prometido dijo que no era necesario, ella cambió de parecer rápidamente, con lo cual casi sintió una bofetada en su cara. Fue un buen susto. Se dio cuenta que el ornitólogo era más importante para ella que su hijo.

Al principio, vivir sin su madre lo hizo sentir terriblemente solitario y trató de llenar el vacío con vino. Aunque, si debía ser sincero, no lo hizo porque extrañaba a su madre, sino porque quería ver a Yunho. Pero estaba demasiado asustado. Pudo encontrar su dirección y el número telefónico contactando a otros ex trabajadores, pero no se había puesto en contacto con él en los cuatro meses que habían pasado desde el hallazgo de la información. Yunho era amable, pero debía haber renunciado a él por ahora. Si lo buscaba y lo encontraba sólo para decir que todo había terminado, sería demasiado. No pensaba que pudiera recuperarse.

Tuvo una operación para remover su prepucio. Por lo menos quería deshacerse de su principal fuente de inseguridad. No hizo su pene más grande, pero cuando vio su punta rosada por primera vez, finalmente sintió que estaba viendo su verdadero yo.

A principios de septiembre, fue contratado por JHolic. Era afortunado y lo sabía, así que no paró de estudiar. Había veces que su inexperiencia le llevó un mal servicio al cliente y era infeliz cuando lo regañaban, pero a la vez había muchos momentos felices. Se sumergió en el trabajo durante un año y había comenzado a pensar menos sobre su amante, cuando de repente, a mediados de Octubre, se encontraron otra vez.

Su madre descubrió sobre su reunión casi inmediatamente. Aunque Junsu estaba preocupado de que se enojara y rechazara, Yunho estaba tranquilo y sereno. Incluso aunque la madre de Junsu colmó el abuso en su novio, Yunho se mantuvo firme. Ni siquiera dijo una palabra cuando ella lo abofeteó. Viéndolo actuar tan varonil, casi hizo que Junsu se avergonzara de su nerviosismo.

—Amo a Yunho y no hay nada que puedas hacer para cambiarlo.

Era capaz de decir eso gracias a la valentía que Yunho le había dado. Su madre lloraba mientras volvía a Miyagi y no se comunicaron por un tiempo. Había comenzado a llamarlo hacía poco, pero nunca hablaron sobre Yunho. Parecía que ella aún no aceptaba que el amor de su hijo fuera un hombre.

Los dos hombres fueron lanzados a la isla por el destino para verse el uno al otro y hacer el amor cada día. Los dos hombres lanzados juntos por el destino a la isla querían verse uno al otro y hacer el amor todos los días como en los viejos tiempos. Esto, naturalmente, les condujo a vivir juntos. Se besaban sin cesar cada noche y dormían en la misma cama. Se sentía amado cuando Yunho acariciaba su cabello y su cuerpo. Cuando murmuraban sus — te amo— sus sentimientos se hacían más profundos. Llegaron a ser más dulces...

La voz del mayorista retumbó, —Gracias por esperar.—Junsu reaccionó para salir de la fantasía en la que se encontraba, fue arrullado con la música grabada. Se enfocó en su orden, mientras comprobaba la hoja le confirmaron que el pedido llegaría mañana por la tarde. Después de colgar, anotó los tipos de vino, el número de botellas y el precio en la computadora. Una vez que la orden fue terminada y recuperó el aliento, el teléfono empezó a sonar. Pensando que era el mayorista, lo levantó.

—Restaurante JHolic, ¿en qué puedo ayudarle?

Después de un breve silencio, oyó la voz de su amante preguntando, —¿Junsu?

—¿Yunnie?

—Oh. Eres tú.

Había estado pensando en su amante y ahora simplemente oír su voz hizo que su corazón se acelerara.

—¿Qué pasa? Nunca me has llamado al trabajo antes.

—Siento molestarte cuando estás ocupado y esto es más bien repentino, pero ¿hay alguna manera de que pudiera hacer una reservación para siete u ocho personas mañana por la noche en tu restaurante?

Junsu encontró rápidamente la lista de reservaciones. Estaba muy completa ya, pero si movían algunas mesas, deberían ser capaces de ocuparse de ocho personas más.

—Podría ser.

Oyó el suspiro de alivio en el otro extremo.

—Gracias. Mi jefa quería una cena de celebración y en el impulso del momento no pude pensar en ningún otro lugar para acomodar. Ella es muy particular y se niega a comer en lugares que no tienen buena comida. Pensé que tu restaurante sería perfecto.

Junsu estaba feliz de que considerara su restaurante, pero luego bajó el tono a un susurro. —Sabes que somos algo caros. ¿Eso está bien?

Yunho rió en el otro extremo.

—¿Te acuerdas cuanto te dije que los productos que nuestro departamento había creado eran populares? Bueno, el presidente lanzó una pequeña bonificación para nuestros bolsillos. El precio no está en discusión en este momento.

Junsu se sintió aliviado.

—¿Qué quieres comer o van a decidir cuándo estén aquí?

—Todo el mundo tiene cosas que les gusta o no les gusta. Supongo qur todos vamos a pedir por separado desde el menú.

Entendido. Hago una reservación para ocho personas a las 7 hs, mañana por la noche—, terminó la transacción profesionalmente. Su amante se rió, pero también tenía una pregunta.

—¿Podemos pedir un personal de sala en particular?

—Normalmente no hacemos eso, pero voy a atender tu mesa.

—No puedo esperar. Ah, y ten una gran noche en el trabajo.

Junsu colgó. De repente, su motivación para trabajar se renovó. Estaba feliz de que Yunho hubiera pensado en él en un momento de necesidad. Quería presentarles un vino que hiciera a su meticulosa jefa decir - delicioso -. Si pudiera hacer eso, podría ayudar también a Yunho a verse mejor ante los ojos de su jefa.

Agotó una serie de combinaciones de comida-vino <<¿Les gusta el vino seco o dulce, ligero o más pesado? Si elige la carne de res, podría ir con un MEDOC tradicional...>>  murmuró mientras caminaba por el pasillo, hasta que oyó que le llamaban desde atrás. Dando la vuelta, vio a la sommelier Lizzy limpiando las copas de vino con un paño.

— ¿Tenemos un Chateau Haut Brion de 1985?

— Sí—, contestó mientras se detenía.

—Tenemos una pareja que viene esta noche para celebrar su aniversario de bodas. Si cabe en su presupuesto, me gustaría servirlo. Ese fue el año en que se casaron. ¿No sería romántico?

—Eso sería genial. El '85 fue un buen año también en cuanto a vinos.

Saliendo al salón, Junsu reflexionó sobre la idea de un aniversario de bodas. Muchos de sus invitados estaban celebrando aniversarios o bien cumpleaños. Empezó a preguntarse cuándo sería el cumpleaños de Yunho. A pesar de que habían vivido juntos durante tres meses, no había pensado en preguntarle.

Pensó que sería bueno dar una gran celebración. Quería hacerlo muy feliz. Le preguntaría al llegar a casa esa noche.

—Kim. Estamos a punto de comenzar la reunión.

El Sr. Choi, el “demonio sonriente”, lo llamó. Junsu volvió a su “modo de trabajo” y se dirigió a la habitación donde la reunión se iba a celebrar.

**

Su turno había terminado y cuando salió por la entrada de los trabajadores, el frío golpeó sus mejillas. Enero llegaba a su fin y el invierno se hacía notar. Habiendo salido ese día de casa tan apurado, había traído consigo sólo una chaqueta ligera, Junsu se vio obligado a encogerse para mantenerse caliente. Después de dejar a Lizzy en la estación, Junsu caminó debajo de la autopista que se encontraba en desnivel. Pequeños árboles de flores de cerezos a lo largo de la carretera aún desnudos por el invierno, Junsu no podía esperar por ver florecer sus pétalos en primavera.

Era ya la 1 de la msdrugada cuando llegó a casa. La luz todavía estaba encendida en la entrada. En la sala se encontró a Yunho dormido en el sofá con un grueso libro descansando sobre su pecho.

—Estoy en casa.

Yunho levantó la cabeza lentamente al escuchar su voz. Cuando sus miradas se cruzaron, sonrió.

—Bienvenido. Apuesto a que hace frío afuera.

—Sí. Hoy salí apurado y llevé el abrigo incorrecto.

Yunho le llamó con la mano y Junsu le obedeció. Tomando la mano derecha de Junsu, dijo —Estás muy frío—, llevando la mano hasta su mejilla.

—Tú estás caliente.

—Eso es porque he estado dentro. Ven aquí. Voy a hacerte entrar en calor.

Junsu se encogió y se sentó en las rodillas de su amante. Yunho lo abrazó con fuerza. Sus ojos se cerraron, debido a que se sentía arrullado por el calor, pero una caricia repentina en la parte posterior del cuello hizo que un escalofrío recorriera su espina dorsal.

—Había esto en ti.

Levantó la cabeza y vio a Yunho sostener una pequeña ramita.

—Pasé junto a un parque en mi camino a casa.

Yunho sonrió con la ramita en los labios y luego la mordió ligeramente.

Inclinándose hacia adelante, Yunho ligeramente lo besó. Podía probar un leve dulzón, algo que había comido su amante quizás. Continuaron besándose y se sentía bien cuando Yunho acariciaba su pelo y espalda con sus dedos calientes. Junsu entrecerró los ojos como un gato ronroneando. Sentía que podía tener sexo ahora mismo... quería tener sexo ahora mismo, pero Yunho no parecía estar de humor debido a que no hizo ningún intento de tocarlo más allá.

—Ve a tomar un baño caliente.

—Um...

Aún deseando ser tocado, se balanceó en la parte superior de las rodillas de Yunho. Trató de pensar en algo que decir para tener que moverse y entonces recordó...

—Cierto. Te tengo una mesa, pero es en la parte posterior. Podrán observar la vista, pero...

—En cualquier lugar está bien. Lamento habértelo pedido a última hora. Y es más fácil hablar en la parte posterior, porque no tienes que preocuparte tanto de otras personas.

Junsu suspiro de alivio por la respuesta. Su gerente se había enojado mucho cuando se enteró de que Junsu había añadido una reservación a último momento. Había sido difícil reorganizar las mesas, pero era para su amante. Junsu no quería decepcionarlo cuando llegara a casa.

—Me preguntaba... ¿Cuándo es tu cumpleaños?

Su amante parpadeó y movió la cabeza.

—¿Mi cumpleaños?

—Sí, ¿qué día es?

No estaba seguro de qué pensar, Yunho respondió que era el 6 de Febrero. ¡Eso era a sólo dos semanas!

—Es a la vuelta de la esquina. Tenemos que hacer algo para celebrar. ¿Qué quieres para tu cumpleaños?

Yunho rió entre dientes.

—Nada, realmente. No me interesan mucho las celebraciones de los cumpleaños.

—Pero yo quiero hacer algo.

Ese era el día en que el hombre que amaba había nacido y esta era la primera oportunidad que Junsu tendría para celebrar con él. Siguió mirando a Yunho hasta que se rindió y respondió mientras acaricia su mejilla.

—En mi cumpleaños, quiero que pienses en mí todo el día.

—Debería ser más que eso...

—Eso lo haría el mejor cumpleaños. Uno no siempre llega a monopolizar los pensamientos de otra persona durante todo el día.

El pecho de Junsu comenzó a doler, a pesar de que era feliz. Era pequeño de estatura, tímido y no sabía mucho de nada excepto de vino y sin embargo, este hombre lo amaba. Pensó que podría llorar y enterró su cabeza en el pecho caliente de Yunho.

Después de un baño, se fueron a la cama sin tener sexo. Junsu contempló a su amante durmiendo junto a él y pensó mucho acerca de lo que podía hacer por el hombre al que amaba tanto.

**

Al día siguiente, a las 7 de la tarde en punto, Yunho llegó a JHolic con su jefa. Había tres hombres y cinco mujeres en su grupo. Junsu les vio de reojo cuando el Sr. Choi les llevó a su mesa en la parte trasera del restaurante. Supuso que eran más mujeres porque era una empresa de cosméticos…. eso tenía sentido.

Después de que ellos estuvieron sentados y las cosas se hubieran establecido, se acercó a la mesa. Estaba extrañamente nervioso ya que la mesa incluía a alguien que conocía y sus piernas le temblaban.

—¿Les gustaría un aperitivo?

Sus ojos se encontraron con los de su amante. Estaba un poco avergonzado por la suave mirada que éste le daba.

—Vamos a ver...

Una mujer con el pelo negro a la altura de los hombros miró la carta de vinos. Parecía tener alrededor de unos cuarenta años, algo mayor que los demás en la mesa. Ella debía ser la jefa. La mujer ordenó un Kir Peacher. Yunho y otro hombre que parecía algo menor en el rango, ordenaron copas de champán, mientras que el hombre de más edad y el resto de las mujeres decidieron compartir una botella de vino de salón.

El hombre que había ordenado el salón parecía una estrella de cine. No era sólo la cara. Había algo en su forma de actuar. La mejor manera de describirlo en una sola palabra podría ser “sexy”.

Tenía que haber destacado, ya que incluso Lizzy comentó que había realmente un chico guapo en la mesa que Junsu servía. Una vez que habían decidido qué comer, Junsu quiso tomar la orden de vino. Tal vez porque era un gran grupo, ordenaron una botella de rojo y otra de blanco. La primera cata la llevó a cabo la mujer que parecía ser la jefa. Junsu estaba a punto de alejarse silenciosamente cuando ella lo detuvo.

—¿Eres amigo de Yunho-shi?

La pregunta lo sorprendió al principio, pero Yunho le dio una sonrisa tranquilizadora.

—Sí.

La mujer estudió con atención su rostro, como si quisiera memorizar cada detalle.

—¿Puedes acercarte un poco más?

A pesar de que no estaba seguro de lo que estaba pasando, hizo lo que le pedían.

— Un poco más cerca—. Él obedeció y se inclinó.

Se agachó pensando que iba a mostrarle algo pequeño cuando de repente, suaves dedos le rozaron la mejilla.

—¡Tan suave! —, exclamó. —Simplemente no pude dejar de notar cuán hermosa es tu piel. No sólo es blanca sin manchas, sino que es extremadamente suave. ¡Es perfecta!

Las otras mujeres exclamaron que querían tocar su piel también. Junsu no estaba muy seguro de qué pensar cuando uno a uno sus dedos tocaron su rostro.

—Es como la piel de un bebé. No puedo creerlo.

Todas ellas expresaron su asombro.

—Debemos utilizarlo en los anuncios en lugar de utilizar los modelos que necesitan ser retocados.

La atención fue un poco incómoda. La mujer mayor le tocó la mejilla y le miró con envidia.

—La edad puede ser difícil en la piel. ¿Cuántos años tienes? ¿Alrededor de los 20?

Se sonrojó, y Yunho saltó.

—Sra. Lee, ¿creería que Junsu es mayor que yo?

—Oh cielos... Estás bromeando. Lo siento. Así que tienes alrededor de 27 o 28?— Ella no iba a renunciar a esta línea de cuestionamiento.

—En realidad, tengo 32.

En el instante en que dijo esto, un grito subió alrededor de la mesa. Les oía susurrar el uno al otro que no había manera de que eso fuera cierto.

—Tiene la misma edad que tú, Shim—, una de las mujeres le dijo al más viejo y apuesto hombre. Se echó a reír. Parecía inteligente con su traje hecho a medida y debía estar acostumbrado a comer en los mejores restaurantes porque no parecía abrumado por el menú. Incluso se veía bien cuando llevaba la copa de vino a sus labios.

Junsu se preguntó cómo podían ser tan diferentes. Ambos eran seres humanos, ambos de la misma edad...

—Junsu, estoy seguro que tienes otras mesas que atender.

Las palabras de Yunho le ayudaron a escapar. Con ocho personas en su mesa, el vino desapareció muy rápidamente y cuando regresó, la mujer de mayor edad se disculpó por la anterior escena. No quería que ella se sintiera mal, por lo que le dijo: —Tengo un rostro joven y todo el mundo piensa que soy más chico de lo que realmente soy. Estoy a su servicio, no me molesta. Por favor, disfruten de su comida y del vino.

Mientras él estaba ocupado en las otras mesas, se fueron. El Sr. Choi dijo, —La mujer en el grupo, la de mayor edad, dio las gracias por el delicioso vino. Ella también dijo algo extraño. “Asegúrese de cuidar al de la piel hermosa”. ¿Qué habrá querido decir?

Más tarde, en su camino de regreso a casa después del trabajo, se sorprendió al ver a Yunho esperando debajo de la autopista. Había visto a alguien de pie allí, pero estaba oscuro, y no lo había reconocido a la distancia.

—¿Qué haces aquí?

Corrió, y Yunho dijo que había venido a reunirse con él.

—No había ninguna razón para hacer esto. Podrías haber esperado en casa.

—Quería venir.

Tomó la mano derecha de Junsu y comenzó a caminar. Aunque Junsu estaba preocupado de que otros pudieran verlos, también estaba feliz. Su amante aún vestía el mismo traje que había llevado al restaurante y llevaba una chaqueta de color crema en la parte superior de éste. No debía de haber ido a casa todavía.

—¿Te hizo sentir mal?— Yunho preguntó mientras caminaban.

—¿Qué?

La única cosa en su mente era la mano caliente de Yunho y no sabía muy bien de qué estaba hablando éste.

—Cuando hablaban de cómo te veías y te tocaron. Me preocupaba que te hayan hecho sentir mal —. Junsu se detuvo haciendo que Yunho también lo hiciera y volteara hacia su amante.

—No fue nada—, dijo Junsu. —Siempre he tenido un rostro joven y estoy acostumbrado a los comentarios.

Su amante suspiró lleno de alivio.

—Te preocupas demasiado.

En el momento en que lo dijo, Yunho rápidamente tiró de él y lo abrazó con fuerza. Miró a su alrededor con nerviosismo, pero era tarde y de noche, la calle estaba desierta. Sin embargo...

—Yunnie... alguien podría venir.

No se resistió a los labios de Yunho. Allí estaba el ligero toque de licor... no de vino.

<<Deben de haber ido a beber a otro sitio. >>

—A decir verdad, yo estaba enojado—, Yunho susurró al oído de Junsu. —No podía creer que todos te tocaran de esa manera.

—Fue sólo en mi rostro.

—Aún así estaba enojado. Tu rostro, tu cuerpo entero, todo me pertenece. Eres solo mío.

Su corazón se aceleró. Levantó la cabeza, sus ojos se encontraron. Yunho no parecía feliz.

—Soy una persona muy celosa. Me molestó que pudieran tocarte cuando estabas obviamente incómodo. Nunca debí haberlos llevado a tu restaurante.

Junsu sintió algo en su pecho cuando su amante le confesó que estaba celoso. Sabía que era amado, no por sus palabras, sino por su cálido abrazo.

Olvidando que estaban al aire libre, hizo todo lo posible para llegar hasta los labios de Yunho. Entonces Junsu besó a su celoso amante. Yunho parpadeó sorprendido.

—Vamos a casa—, dijo un poco avergonzado cuando miro hacia abajo. Yunho asintió con la cabeza. —Cuando lleguemos allí, podemos continuar con esto.

No fue hasta más tarde cuando se dio cuenta de cuan descaradas habían sido esas palabras. Yunho se frotó contra su mejilla como un gato y le susurró: —Cuando lleguemos a casa, ¿quieres que te toque por completo?

Junsu no levantó la mirada cuando respondió:

—Sí.

—¿Me dejarás que te chupe?

Sólo oír estas palabras hizo que su entrepierna se apretara en sus pantalones y se sintió débil en las rodillas.

—Ah... Sí...

—Mientras lamo tu pene, ¿me permites meterte mis dedos y moverlos en todo tu interior?

Junsu se sonrojó. A pesar de que hacían este tipo de cosas todos los días, parecía una cruda realidad escuchar las acciones expresadas en voz alta.

—Sí... pero sólo cuando lleguemos a casa.

Yunho rió. Puso su brazo sobre los hombros de Junsu y se apresuraron a caminar a lo largo de la ruta que se encontraba por debajo de la autopista, apresurándose a llegar hasta su nido de amor.

**

Era una mañana luminosa y un fresco pero agradable día en el exterior. Junsu vivía lo suficientemente cerca como para ir al trabajo caminando y por lo general podía llegar a tiempo si salía a las 3:30, pero hoy se había ido antes del mediodía. Se dirigió a la tienda departamental cerca de la siguiente estación a buscar un regalo para el cumpleaños de su amante, que sería en diez días.

Aunque había intentado una vez más preguntarle lo que quería, la respuesta había sido la misma: sólo quería que Junsu pensara en él todo el día.

Pero Junsu quería hacer algo ese día que perdurara en sus recuerdos pasado el tiempo. Lo pensó, pero nada interesante vino a su mente. Dado que su especialidad eran los vinos, consideraba como un regalo posible una buena botella de vino, pero Yunho no era tan fanático del vino como él lo era. Si Junsu abría una botella de vino Yunho tomaba poco, pero lo más probable era que bebiera cerveza.

Fue a la tienda departamental esperando poder encontrar alguna inspiración. Caminó por el área de moda de hombres y los departamentos de accesorios, pero nada le llamó la atención. A pesar de que Yunho tenía cosas buenas, no parecía tener preferencia a ninguna marca en particular. Había revisado las etiquetas de su ropa y los logotipos de sus accesorios, pero no había un vínculo común, excepto por ser moderado en estilo y muy funcional.

Junsu recorrió las tiendas por una hora, pero no encontró nada que comprar antes de que se le acabara el tiempo. Tenía que ir a trabajar. Al pasar por el departamento de cosméticos en el primer piso, atrajo su atención el local de la compañía de Yunho. Recientemente habían experimentado con la venta de vitaminas junto con sus productos y esto había demostrado ser extremadamente popular. Había dos mujeres que parecían clientes sentadas en la cabina aplicándose maquillaje por una empleada. También vio a un hombre de pie a un lado. Un hombre no compra cosméticos para sí mismo, por lo que debía estar comprando un regalo. Pero cuando Junsu miró más de cerca, lo reconoció. El hombre también lo notó y se inclinó ligeramente.

—Sr. Kim—, dijo alegremente mientras se acercaba.

Junsu se inclinó cortésmente. Cuando estuvo más cerca, Junsu finalmente fue capaz de reconocerlo. Era uno de los hombres del grupo de Yunho que habían ido al restaurante la otra noche. Había tres hombres, entre ellos Yunho y aunque uno de los otros hombres se había sentado al lado de Yunho no le había causado una impresión tan fuerte.

De pie junto a él, Junsu se dio cuenta de que era incluso más alto que él. Si bien no destacaba como sus compañeros, tenía un rostro amable y unos ojos grandes que acentuaban esa cualidad.

—Mi nombre es Kim Jaejoong. El vino que recomendó la otra noche en el restaurante era realmente bueno. El Sr. Jung, dijo que lo sería y no nos decepcionó.

Junsu estaba realmente feliz al escuchar esas palabras.

—Me alegro de que les haya gustado.

—Me abrió los ojos al vino y fui a mi tienda de licores local para comprar uno. Era blanco. Pero éste era amargo. Nada parecido al que nos sirvieron en el restaurante —, Jaejoong frotó la parte de atrás de su cabeza y se rió.

—El vino de la otra noche era un vino blanco de la región de Mosel de Alemania y era dulce. Pensé que un vino dulce sería mejor, porque había un gran número de mujeres en su grupo. El que compró podría haber sido uno seco de tipo blanco.

Jaejoong parecía impresionado.

—La próxima vez que vaya a una tienda, fíjese en la etiqueta y elija un vino alemán. Los que dicen Auslese o Eiswein son dulces.

—Los Sommeliers realmente son diferentes.

Junsu rápidamente no estuvo de acuerdo.

—No soy un sommelier, sólo un aprendiz.

—¿De verdad? Pero sabe tanto.

Su mirada envidiosa era incómoda. La información que Junsu le había dado era el conocimiento base del vino, algo que incluso un principiante podría conocer.

—Había otro hombre la otra noche... Creo que su nombre era Shim. Él parecía saber mucho sobre vino.

Cuando mencionó el nombre del apuesto hombre, la expresión brillante de Jaejoong al instante se oscureció.

—A él le gusta presumir. Shim Changmin es mi jefe, pero me llevo mucho mejor con Yunho-shi. Él es bueno en su trabajo, pero no te lo echa en la cara y es interesante. Almuerzo mucho con él. Hablando de comida, es entre semana, pero… ¿Tienes el día libre?

—Esta noche no, estoy trabajando. Empiezo a las 4 de la tarde. ¿Está comprando en una barata?

Jaejoong rió.

—Estoy aquí para comprobar las ventas de nuestros productos... y para hacer algunas investigaciones sobre otras empresas.

—Oh.

Oyó el sonido de “Blurry Eyes” de L’Arc~en~Ciel y Jaejoong rápidamente sacó su teléfono celular. Después de contestar —Sí— varias veces, colgó y dijo que debía volver a la oficina inmediatamente.

—No es que esté perdiendo el tiempo, pero mi jefe es un maldito. Por supuesto, supongo que podría decirse que estaba salteándome el trabajo mientras te hablaba—. Había una leve expresión divertida en sus ojos. A Junsu le gustó el hecho de que Jaejoong pudiera ver sobre sí mismo y pensó que era un hombre interesante.

—¿Por qué no salen con Yunho a beber conmigo alguna vez? Me puedes enseñar más sobre vino.

—Eso me gustaría.

—Nos vemos, entonces.

Él sonrió y se dio la vuelta. Mientras veía a su espalda erguida alejarse, Junsu de repente recordó por qué estaba allí. Se apresuró a perseguirlo.

—Disculpa...

Jaejoong se detuvo en medio de la calle y se volvió.

—¿Qué pasa?

—Siento traer esto a colación, pero hay algo que me gustaría preguntarle—. Había corrido e intentaba inhalar aire mientras hablaba. —¿Podría ayudarme a saber qué tipo de cosas le gustan a Yunho? ¿Qué es lo primero que le viene a la mente?

—¿Algo que le guste a Yunho-shi?— Jaejoong frunció el ceño y movió la cabeza. —Algo que le guste a Yunho... hmm. Espera, ¡ya lo tengo! Le encanta el Bulgogi. En una ocasión dijo que comería toda la carne que pudiera.

Ofreciendo esta semilla importante de información y una sonrisa brillante, Jaejoong se despidió. El Bulgogi un platillo típico de la gastronomía coreana, nada muy complicado. Incluso su precio era bastante accesible.

—Una porción de Bulgogi...

Le gustaba tener algo para empezar, pero era muy barato. La comida podría funcionar como un regalo si fuera un Sinseollo (cocina real), con albóndigas, jeonyueos pequeños y redondos, champiñones y verduras. Lo que le había dicho Jaejoong era demasiado barato.

Mirando su reloj, vio que ya pasaban de las 2 de la tarde. Estaba caminando de regreso a la estación cuando el letrero de color rojo brillante de un puesto de comida saltó a su vista desde el otro lado de la calle. Una serie de pancartas promocionaban el precio del Bulgogi. Junsu se detuvo y miró por un momento.

**

Cuando terminó su turno y salió del hotel, era pasada la medianoche. A pesar de que era tarde por la noche, la carretera estaba llena de autos. Así como lo había prometido, Yumho estaba esperando en un árbol plantado junto a la barandilla. Llevaba una chaqueta de cuero que resaltaba su contextura.

—¿Qué no es...?—Lizzy notó a Yunho apenas salió del edificio.—El amigo de Ahjussi. Lo he visto varias veces antes en el restaurante.

—Vamos a salir, así que no podré caminar contigo a la estación esta noche.

Lizzy se rió y dijo que estaba bien.

—Es una calle principal y bien iluminada. Si algo pudiera ocurrir, le mostraré lo que he aprendido en la clase de principiantes de judo.

Los ojos de Junsu se abrieron con sorpresa.

—¿Sabes judo?

—¿No lo sabía?

Ella sonrió mientras se despedía y se volvió hacia la estación. Junsu sabía que era fuerte, que incluso podía levantar cajas de vino pesadas, pero no sabía que ella había tomado lecciones de judo. Se había convertido en un hecho que la acompañara a la estación, porque podría ser peligroso para una mujer caminar sola, pero ahora vio que no era absolutamente necesario.

—Vamos.

Dando la vuelta, vio a un taxi esperando. Corrió más y entro detrás de su amante.

—¿Has esperado mucho tiempo?

—No realmente. Unos diez minutos.

No parecía enojado, pero parecía estar de mal humor. Por lo general, podrían tener conversaciones durante horas, pero el aire parecía pesado y Junsu se encontraba sentado en silencio con la cabeza hacia abajo. El taxi continuó hacia el poniente.

—¿Dónde queda el lugar de tu amigo?

—Yongsan-Gu.

No estaba familiarizado con la zona. Yunho dejó escapar un profundo suspiro. Al escucharlo, Junsu lamentó haber hecho semejante alboroto para ir esa noche allí.

Todo comenzó muy inocentemente, hace cuatro días. Aún tratando de averiguar lo que a su amante le gustaría para su cumpleaños, Junsu decidió que la mejor cosa por hacer sería preguntar a los que lo conocían.

—¿Quién es tu mejor amigo?

Yunho estaba sentado en el sofá con las piernas cruzadas. Después de pensarlo por un segundo, respondió que ese sería Ji Hoon.

—¿Qué hace Ji Hoon?

Yunho extrañamente no sabía que decir, pero finalmente respondió. —Él tiene su propio negocio. Un bar.

—¿De veras? ¿Está cerca?

—No está tan lejos. A dos estaciones de distancia.

Esta era su oportunidad.

—Me gustaría conocer a Ji Hoon.

Yunho parecía atónito ante la petición.

—¿Qué quieres decir?

—Me gustaría hablar con alguno de tus amigos. ¿Quieres llevarme a su bar?

Sin saber qué decir, Yunho se calló por completo.

—Tú dijiste que estaba cerca. Me gustaría ir.

Lo agarró del hombro y lo sacudió, pero Yunho todavía no respondía. No parecía contento, pero Junsu tenía que hacer su investigación.

—Si no quieres llevarme, puedo ir solo. Sólo dime el nombre del bar y dónde es...

Sin embargo Yunho gritó —¡No!— en voz alta. —De ninguna manera voy a dejarte ir a donde Ji Hoon solo.

—¿Por qué?

No entendía por qué Yunho había levantado la voz. Yunho abrió la boca como si quisiera decir algo, pero no salió nada. Abrió su boca durante un segundo pero luego la volvió a cerrar. Luego puso en orden sus pensamientos e intentó una táctica diferente.

—No puedes ir solo. De ninguna manera. Sólo abre por la noche y no está en la zona más segura.

Junsu hizo un puchero.

—Puedo ir por la noche. Yo no soy un niño, lo sabes.

—Eso no es lo que quiero decir...

—¿Qué quiere decir entonces?

Yunho no estaba seguro de qué más decir. Se llevó la mano a la frente.

—Simplemente no puedes ir solo.— Estaba totalmente en contra de eso.

—Entonces me llevas. Me gustaría ir contigo.

—Sí, pero...

La conversación siguió siendo la misma. Aunque Yunho se mostró renuente, Junsu no se dio por vencido. Por último, después de tres días de ligero fastidio, Yunho cedió... pero sólo con la condición de que Junsu se quedara todo el tiempo a su lado.

Después de quince minutos, el taxi llegó a un callejón que estaba lleno de bares y restaurantes. Yunho salió del taxi, pero no se movió de la vereda. Dado que no se movió, Junsu tampoco se movió. Los dos permanecieron en silencio al lado de la carretera.

—¿Estás realmente seguro de que deseas ir a su bar?— Yunho preguntó.

Junsu quería ir, pero el estado de ánimo de su amante hizo que diera una pausa y no pudo contestar.

—Hemos llegado hasta aquí entonces debería decirte. Ji Hoon es gay y maneja un bar gay. Los clientes son veteranos de la escena de citas y algunos de ellos pueden ser muy difíciles.

—Yo sólo quiero conocer a tu amigo. No me importan todos los demás.

Su amante apretó los dientes cuando empezó a avanzar. Junsu se apresuró a seguir su ritmo. Incluso cuando agarró el borde de su abrigo y tiró de él, no se detenía.

A unos diez metros después, Yunho llegó a un punto muerto. Un simple letrero con el nombre de “Belzaud S” colgado en una puerta negra.

—¿Es aquí?

Yunho lo agarró del brazo y se retiró cerca de diez pies.

—Te llevo dentro, pero... — se calló y no miro hacia arriba mientras hablaba. —Prométeme que no te alejarás de mi lado. Si alguien que no sea Ji Hoon trata de hablar contigo, has caso omiso de ellos. Si alguien te está mirando, asume que están tratando de conquistarte…

Junsu inclinó la cabeza con curiosidad y luego se echó a reír.

—De ninguna manera alguien va a intentar conquistarme. Además, es un bar gay. No hay cantos, bailes y espectáculos raros, ¿verdad?

—Hay bares así, pero el lugar de Ji Hoon está diseñado para beber.

Era la primera vez que Junsu había oído que había varios tipos de bares gay.

—Hay hombres que llegan allí con la única razón de tratar de recoger a alguien.

—Lo entiendo. Pero estoy aquí contigo.

Yunho puso una expresión de sorpresa y le apretó la nariz a Junsu, juguetonamente no obstante, era con fuerza.

—¡Ay! ¿A qué se debió eso?

Yunho estaba enojado, pero su amante se echó a reír y lo tomó de la mano. Todavía la apretaba con fuerza cuando ingresaron. A pesar de que parecía pequeño desde el exterior, era largo y bastante grande en el interior, aunque oscuro. Además de la barra, había cinco mesas. Su interior daba la sensación de ser un bar de América en los años 60 con sillas antiguas y tapetes oscuros en la pared.

—Oh dios mío. Eres tú, Yunho. ¿Cómo estás?— El hombre de detrás del mostrador le gritó. Tenía una constitución musculosa y parecía que podría ser un luchador profesional y la impresión se hizo más fuerte por el hecho de que llevaba ropa que mostraba su musculoso cuerpo. Pero también tenía barba y una forma muy femenina de hablar... Junsu estaba perplejo por este extraño contraste. Yunho lo llevó a la barra y se sentaron.

—Hola. Gusto en conocerte.

Tenía una sonrisa grande y cerrada cuando hablaba, lo que hizo a Junsu retroceder inconscientemente.

—No es como si fuera a morderte—, dijo con humor.

—Yo... L- lo siento.

Tomó la toalla caliente que el hombre le estaba ofreciendo y se secó las manos. Sabía que había hombres gay y por supuesto, había ido por su voluntad. Pero él nunca había estado en un lugar como este y esta era también la primera vez que había conocido a alguien que era tan obviamente gay.

—Pero mira el chico lindo que has encontrado. Ahora entiendo por qué no has estado por aquí.

El cuerpo de Yunho se tensó en forma extraña con esas palabras.

—Puede ser lindo, pero mantén tus garras lejos de él o te mato.

Esto no parecía algo que le diría a su mejor amigo, pero el hombre sólo respondió: —¡Oooh! Estoy taaaaaan asustado.

Junsu todavía estaba nervioso por su primera incursión en este nuevo mundo, pero Yunho presentó a Ji Hoon y dijo que tenían la misma edad.

—¿Por qué no me presentas a tu lindo amigo?

Su amante miró al frente y no dijo una palabra. Junsu se presentó.

—Siento lo de antes. Mi nombre es Kim Junsu. Yunho es... un buen amigo mío.

Su amante se volvió y le lanzó una mirada hostil. —Eres mi amante, ¿o no?

—Uh... sí, pero... pero estamos en público…

—No te preocupes. Este es ese tipo de establecimiento en el que sí puedes decirlo.

—Oh...

Había estado nervioso al principio y ahora que Yunho estaba enfadado con él, se había deprimido aún más.

—Entonces, ¿qué quieres tomar? Te puedo hacer casi cualquier tipo de cóctel. —Al ver la situación incómoda que se desplegaba ante él, Ji Hoon intervino.

—Um... ¿Tiene vino?

—Ni lo menciones—. Yunho se quejó a su lado. —Es mierda barata. No te va a gustar.

—¡Cuida tu boca!— Su amigo, el cantinero, parecía muy ofendido. Ji Hoon puso sus manos sobre sus caderas y frunció el ceño. Sin embargo volteó hacia Junsu y le dio un gran guiño.

—Realmente es barato. Si a ti te gusta el vino, ¿por qué no te hago un cóctel de vino? ¿Qué tal una sangría?

—Suena bien.

Dejó escapar un suspiro, pero sintió algo alrededor de sus caderas. Era la mano de su amante. Le estaba poniendo su mano en la cintura como si fuera a decir a todos que estaban muy enamorados, aunque su cara mostraba su disgusto. Junsu no lo entendía en absoluto.

—Yunnie. Tu mano...— susurró las palabras en un tono suave para tratar de calmarlo.

—¿Qué? ¿No te gusta?— La voz de Yunho todavía indicaba que estaba enojado.

—No, es que... Me preguntaba si realmente quieres hacer esto aquí.

—¿Qué?

—¿No te da vergüenza hacerlo delante de los demás?

Las palabras de Yunho fueron muy frías. —No es como que pueda ponerte un cartel diciendo que eres mío. Tengo que hacer algo para que los demás lo entiendan.

Junsu giró y vio que todos los ojos estaban puestos en él. Se puso nervioso y comenzó a encorvarse.

—Aquí tienes.

El cóctel era muy colorido. Junto con Ji Hoon, ellos tres, incluso su desanimado amante, hicieron un brindis.

—Junsu-ah, ¿cuántos años tienes? —Ji Hoon ya estaba familiarizado con él. Le sonrió mientras esperaba la respuesta.—Debes estar fuera de tu adolescencia. Si no, no serías capaz de entrar aquí.

Aunque un poco cansado de ser visto aún más joven que su edad real, Junsu respondió.

—Tengo 32.

Los ojos de Ji Hoon parecían que iban a salir de sus órbitas.

—¿Eres un poco más viejo que yo? Mientes. Mentiroso. Tu piel es demasiado bella para ser tan viejo. Tienes que decirme cómo le haces para verte tan bien a tu edad.

Extendió su dedo gordo y estaba a punto de tocar el rostro de Junsu cuando una voz airada interrumpió.

—¡No lo toques!

Los hombros de Ji Hoon se sacudieron en estado de shock y retiró su mano.

—¿Qué? No seas tan posesivo. Si no te gusta la idea de que sea tocado, no deberían haber venido aquí.

—Yo no quería. Él es el que quiso venir…

El rostro de Ji Hoon se llenó de alegría.

—No sé nada de los días antes de conocer a Yunho. Estaba seguro de que sabrías sobre él...

La boca de Ji Hoon se abrió mostrando todos sus dientes.

—Sí. Todo tipo de cosas...

Yunho se inclinó de repente, metiendo la parte superior de su cuerpo sobre la barra.

—No digas demasiado.

—Pero Junsu-ah quiere saber.

Mientras hablaban, una voz llamó a Yunho desde atrás. Cuando se volvió, vio a un hombre joven en un traje oscuro. Era alto pero delgado y se veía muy joven para su edad. Era amable, porque sus ojos se encontraron con Junsu y sonrió. Pero habló con Yunho.

—Tanto tiempo sin verte, Yunho. Me preguntaba qué había pasado contigo ya que no te he visto por aquí.

—Oh... sí... me alegro de verte.

Los ojos de Yunho se movían de un lado a otro debido a su nerviosismo. Miraba entre el hombre y Junsu.

—Tengo mucho que hablar contigo. ¿Puedo tomar asiento?

Yunho trató de despedirlo, levantando su pulgar hacia Junsu.

—No me importa si tu novio está aquí. He estado haciendo mis cosas también.

Su tono era suave, pero no dio la impresión de que fuera a renunciar. ¿Era también un amigo de Yunho? Cuando Junsu dijo que no le importaba si el hombre se les unía, Yunho de repente se levantó.

—No hables con nadie además de Ji Hoon. ¿Entendido?

Diciendo esto, se fue con el hombre a la parte posterior de la barra. Al verlos pasar, Ji Hoon puso su mano en su cadera y se rió.

—No te sientas tan mal. Todo el mundo tiene un pasado.

—¿Un pasado?

—Sí, un pasado.

Junsu no entendía lo que quería decir con "pasado". ¿Se habrían peleado con anterioridad? No parecía lo suficientemente importante como para preguntar. Yunho estaba de espaldas, sentado frente al hombre. No parecía que fuese a regresar pronto. Esta era su oportunidad.

—Ji Hoon. Tu eres amigo de Yunn... Yunho, ¿verdad?

—¿Le llamas Yunnie? ¡Qué lindo!

Junsu se ruborizó.

—Soy yo con quien estás hablando. Puedes llamarlo Yunnie, si quieres.

Miró a Junsu y puso su mejilla en su mano.

—Entonces, ¿qué quieres saber? Te diré cualquier cosa.

Frotándose las mejillas aún calientes, Junsu levantó la vista.

—¿Sabes qué tipo de cosas le gustan a Yunnie?

Ji Hoon inclinó ligeramente la cabeza.

—¿Cosas que le gustan?

—Su cumpleaños se acerca y quiero comprarle un regalo, pero él sólo dice que no necesita nada. Me pregunto si tú sabes qué tipo de cosas le gustan, o qué podría querer.

—¡Qué precioso!— Ji Hoon prácticamente gritó cuando dio un aplauso enfrente de su rostro. Su voz era tan fuerte que llamó la atención de los demás. —¡Eres un hallazgo!

—Um... Ji Hoon... ¿Podrías bajar la voz?

Ji Hoon dijo que lo sentía y sacó la lengua.

—Estoy tan feliz de estar hablando con alguien tan inocente es como volver a mis días de colegio. Todo lo que escucho es quien duerme con quien, o quien fue dejado y cuándo. Así pues, ¿tú quieres saber lo que le gusta a Yunho? —Junsu asintió. —Tiene más deseo por la carne que por las posesiones. Él juguetea, pero no demasiado. Su técnica en eso es bastante buena y tiene un lado serio.

Junsu pensó que había oído mal cuando la palabra “carne” surgió... pero, ¿se supone que tenía que tomar seriamente lo de la "técnica"?

—¡Eso es! No hay realmente nada que él quiera, pero sé su tipo.

El corazón de Junsu se aceleró.

—¿Tipo?

Ji Hoon le apuntó con un dedo.

—Sí. A él realmente le gustan los jóvenes.

La palabra "jóvenes" lo cortó como un cuchillo.

—Una vez mientras miraba a los estudiantes de la Secundaria Shinhan, comentó que quería un amante así.

Sin pensarlo, Junsu bebió el resto de su sangría. Ji Hoon abrió los ojos de par en par.

—¿Quieres otro...? No... Te daré un gimlet.

Ji Hoon llamó a su empleado para que trajera un gimlet. Junsu fue bajando la cabeza en silencio. El dueño del bar tuvo que preguntar si algo andaba mal.

—Eh... no... nada...

—¿Dije algo malo? Es posible que le gusten jóvenes, pero no es nada más que una preferencia. Además, te ves tan joven, querido.

Ji Hoon trató lo mejor que pudo de hacer pasar por alto sus palabras, pero era demasiado tarde. Su estado de ánimo ya había oscurecido. Mientras estaba sentado allí en silencio, el gimlet llegó. Lo bebió, pero su sabor era diferente de lo que recordaba.

—Es un poco seco...

—Nosotros lo hacemos de esa manera. Utilizamos limones frescos.

Junsu ingirió la bebida de un trago. Ji Hoon dejó escapar un suspiro.

—No exageres. Yunho se enojará conmigo.

—Voy a tomar un martini, por favor. —Empujó el vaso vacío hacia adelante.

—¿Qué tal una mimosa? Para eso uso champán.

—Que sea un Gibson.

Ji Hoon se dio por vencido y pidió un Gibson.

—Es extraño que alguien con una cara linda como tú beba tanto. Debes tomar algo que no sea tan fuerte.

Había estado escogiendo bebidas pesadas con alcohol por una razón. Sus dedos ya estaban poniéndose calientes.

—Me gusta el vino más que el alcohol fuerte.

—¡Qué refinado! Pero también pareces saber acerca de otras bebidas, eso es bueno.

—Estoy estudiando para ser un sommelier. Trabajo en un restaurante y puedo hacer cócteles si tengo que hacerlos.

Ji Hoon escuchó con interés.

—Estoy en este negocio y tengo amigos que son sommeliers, pero no es su trabajo diario.

La cara de Junsu se puso caliente y se frotaba las mejillas.

—Trabajaba en la misma empresa farmacéutica que Yunho. Cuando se fue a la quiebra, decidí aprender sobre vinos y convertirse en un sommelier.

El Gibson llegó. Ji Hoon le instó que tomara las cosas con calma, así que sólo tomó un sorbo. El licor seco quemó su garganta. Sintió un mareo fluir sobre su cabeza. Estaba tan triste que las lágrimas brotaron de ambos ojos.

—¡Hey, hey! ¿Por qué estás llorando?

Ji Hoon agarró su mano derecha.

—Lo... siento tanto...

—Perdón, ¿por qué?

Se llevó su mano izquierda a sus ojos y luego le limpió la nariz.

—Tengo que pedirle disculpas a Yunnie...

—¿Pedir disculpas? ¿Por qué? ¿Le fuiste infiel?

Junsu sacudió la cabeza y continuó, —No, no lo he engañado y nunca lo haré. Es que yo… yo lo llevé por el mal camino.

Ji Hoon inclinó la cabeza demostrando la confusión en la que se encontraba.

—Yo solía ser muy gordo y nunca había dormido con una mujer. Me quedé varado en una isla con Yunnie, y una cosa llevó a la otra y... yo sólo me sentía atraído por mujeres antes, pero desde que me enamoré de él, me di cuenta que en realidad era gay. Sin embargo, Yunnie, él...

Ji Hoon quedó sin habla.

—Él dijo que sólo lo había hecho con mujeres antes que conmigo. No sé qué fue lo que pasó para que se enamorara tanto de mí y se volviera gay. No puedo creer que permití que pasara esto.

Ji Hoon puso su mano en la mejilla y le preguntó a Junsu si realmente creía lo que estaba diciendo.

—¿Le has preguntado a Yunho sobre esto? ¿Él te dijo que se convirtió en gay debido a ti? Por lo que yo sé, él siempre ha sido...

Junsu golpeó la barra con su mano derecha.

—Es la única manera en que puedo explicarlo. Yunnie es tan genial y tan buena persona. Podría tener a cualquier mujer que quisiera. Pero él se enamoró de mí... No me importa si soy gay, pero no puedo soportar el hecho de que he vuelto su mundo al revés. Lo siento, lo siento —, las lágrimas comenzaron a fluir de nuevo. —Sé que esto es todo por mi ego. Pero no quiero perderlo, que se aleje de mí…—, estaba asustado incluso en decir la palabra "perder" y las lágrimas seguían fluyendo de sus ojos. —Por eso... porque quiero ser lo mejor para él. Se sacrificó por mí. Quiero hacer lo que pueda por él...

Al recordar que Yunho tenía manía por las parejas jóvenes, no pudo aguantar más y se echó a llorar más fuerte. Por encima de todo, él debía conformarse con alguien mayor. Estaba tan contento de que, al menos, parecía joven. Si no fuera por eso, no tendría nada más a qué recurrir.

—Um... ahora que sé que amas a Yunho tanto... yo... eh... perdón por preguntar esto, pero... ¿Yunho fue tu primer amante masculino? —, Ji Hoon preguntó en voz baja. Él acababa de conocer a Junsu, pero sabía que no tenía ningún prejuicio a la hora del sexo y además estaba borracho. Ji Hoon no pudo retroceder.

—Sí. Y tampoco había estado con una mujer antes…

Ji Hoon soltó otro grito fuerte que pudo oírse en todo el bar. Yunho voló al lado de su amante.

—¡¿Qué le dijiste a Junsu?!— Yunho se enfureció, pero Ji Hoon lo miró con una expresión de inocencia.

—Yo no he dicho nada. Sólo lo escuchaba. Deberías estar avergonzado de ti mismo, haciendo lo que has estado haciendo a alguien tan puro.

Yunho parecía que iba a explotar y tiró a Junsu a una mesa. El hombre que estaba con él anteriormente se había ido. Se sentó e interrogó a Junsu como si fuera un interrogatorio de la policía acerca de lo que había pasado.

—Esto y aquello...

—¿Por qué no me lo dices?

Nuevas lágrimas comenzaron a fluir. Se sintió lastimado cuando su amante se enojó con él. Sin embargo, Yunho parecía frenético cuando se encogió de hombros.

—¿Por qué estás llorando? ¿Es debido a que me he enojado?

— No. Yo estaba tomando bebidas fuertes...

Las lágrimas brotaron. Su amante las secó y luego despeinó su cabello. Junsu se acercó y se sentó en las rodillas de Yunho. Si bien había estado avergonzado antes por la mano en su cintura, no sentía la más mínima vergüenza ahora. Se había olvidado que había otras personas alrededor de ellos.

—Yunnie, te amo—, dijo acariciando el cuello a su amante con la nariz.

—Y yo a ti.

Estaba feliz, pero todavía lloraba. Oyó un suspiro de exasperación.

—¿Ji Hoon te ha contado algo que no te gustó?

—No, pero...

Nunca debería haber preguntado. A su amante le gustaban las parejas más jóvenes. Si a él le gustaba la gente delgada, podría perder peso. Si a él le gustaban gordos, podría aumentar de peso. Incluso podría ser capaz de cambiar su personalidad. Con el dinero, incluso podría cambiar su rostro. Pero la edad era algo con la que no podía hacer nada al respecto. Incluso si rezaba una y otra vez, nunca sería más joven que Yunho. Besó al hombre que amaba y se aferró fuerte a él. Decir "Te amo" lo hizo triste... pero incluso en su tristeza, se hundió en el rostro de Yunho para respirar el aroma familiar que había llegado a amar y entonces se durmió.

Era casi mediodía cuando se despertó. Reconoció las cosas familiares de su dormitorio. Sólo tenía un vago recuerdo de lo que había sucedido después de que Yunho lo sacara de la silla donde se encontraba sentado en el bar. Le pareció recordar a Yunho llevándolo a un taxi.

Entre dormido y despierto, le pareció oír decir a Ji Hoon —Está bien estar tan enamorado, pero que no se te suba a la cabeza. Tú no puedes culparme por todo.

**

—¡Ahjussi!

La voz que escuchó detrás de él lo sorprendió. Dejó caer el vaso que estaba limpiando y se estrelló contra el piso con un fuerte ruido.

—Oh, lo siento lo sorprendí.

El rostro de Lizzy mostró que las palabras eran sinceras. Junsu sonrió y le dijo que estaba bien.

—Estoy fuera de lugar hoy.

—Voy a limpiarlo antes de que el Sr. Choi vea.

Junsu se quedó como en un sueño mientras la veía recoger los pedazos rotos.

—¿Has hecho la verificación de la bodega?

Cuando le preguntó, Lizzy parecía un poco perturbada.

—Sí, le di la lista del inventario, ¿no?

—¿A mí?

—¿Tiene gripe? ¿Qué pasa?

Ella no tuvo que decir nada. Era muy consciente de que estaba teniendo problemas para concentrarse. Todo empezó la noche en que había ido con Yunho al bar de Ji Hoon. Lizzy puso sus manos en las caderas y ladeó la cabeza.

—Ha estado decaído este último par de días. No sonríe y parece muy fuera de lugar. Incluso el Sr. Choi me dijo algo. Él piensa que está preocupado por algo.

Por supuesto, ese era el caso pero sólo pudo bajar la cabeza. Lizzy miró a su alrededor y, luego tomando la mano de Junsu, lo llevó a través del corredor de empleados a la oficina. No había nadie dentro.

—Si algo le molesta, ¿por qué no me lo dice?

Obligó a Junsu a sentarse en una silla plegable. Lentamente alzó la vista hacia ella.

—En lugar de mantenerlo todo dentro, le va a ayudar si habla de ello. Si no puede hacer un buen trabajo, me afecta a mí también. Yo no soy tan buena como usted ordenando vino.

Él miró hacia abajo y tomó su rostro entre sus manos.

—Perdón por la molestia.

—No es una molestia, pero me preocupo cuando le veo de tan mal humor.

—¿Pasó algo entre usted y Yun-ah?

La intuición de la mujer nunca dejó de sorprenderlo. Él asintió con la cabeza. Le había dicho a Lizzy que tenía un amante que se llamaba Yun-ah, que era cinco años menor que él, pero no había revelado que era un hombre.

—¿Tuvo una pelea?

—No...

Lizzy se cruzó de brazos y asintió.

—¿Yun-ah le es infiel?

—No.

—¿Le pidió matrimonio pero no obtuvo la respuesta que esperaba?

—No—, Junsu sonrió.

—Puede que no sea una gran cosa, pero he tenido que tratar con eso por experiencia propia.

Lizzy se acercó más.

—Se va a sentir mucho mejor si habla de ello.

No podía decidir qué hacer. Había sido muy difícil mantenerlo guardado para sí mismo.

—Conocí a un buen amigo de Yun-ah. El amigo dijo que a Yun-ah le gustaba la gente más joven. Tengo cinco años más...

Lizzy no podía creer que era un asunto tan pequeño e incluso le dijo lo que pensaba.

—Es algo enorme para mí.

Lizzy sacudió la cabeza, horrorizada por lo que estaba oyendo.

—Todo el mundo tiene un tipo ideal, pero la realidad es a menudo muy diferente. No tiene de que preocuparse. Míreme. Creo que los actores de las películas extranjeras son guapos e incluso me uní a clubs de fans, pero mi novio es completamente diferente a ellos. ¿Es su novia el tipo de persona que rompería usted porque no es su tipo? Yo no lo creo.

Lizzy tenía razón. Tenía razón, pero Junsu todavía no podía quitarse el miedo de encima.

—No tengo confianza en mí mismo. Es por eso que cada pequeña cosa me asusta. Quiero a Yun-ah, pero no sé si el sentimiento sea mutuo.

—¿Qué quiere decir? Usted es un gran sujeto ahjussi.

Lizzy tomó sus dos manos y las apretó como si fuera a darle fuerza.

—Su corazón es puro. Tiene un rostro bonito, pero eso no es tan importante. Son sus sentimientos, su corazón es más importante. Debe tener más confianza en sí mismo.

Era como un rayo de luz que hubiera finalmente cortado a través de la oscuridad. Sus palabras le habían ayudado a escurrirse de entre las profundidades. Más que la edad o el sexo, el corazón es lo más importante.

—Tienes razón, Lizzy. Los sentimientos son más importantes.

—¡Claro que lo son!

Sujetó las manos de Lizzy y apretó con fuerza. Sintió que su amistad había cruzado la brecha que suele existir entre los sexos.

—Hablando de Yun-ah, ¿ha decidido su regalo de cumpleaños? Pronto será la fecha, ¿no es así?

Había estado tan traumatizado por la noticia de “la pareja joven” que había olvidado por completo el cumpleaños de Yunho. Por eso había ido al bar de Ji Hoon en primer lugar: para hacer investigación. Pero luego había oído que la información que había deseado nunca llego... Junsu con voz entrecortada dijo:

—Lo había olvidado por completo.

—¿A pesar de que puso tanto esfuerzo en eso? ¿No dijo que iba a preguntarle a la gente que lo conocía?

—Lo hice, pero...

Junsu bajó la cabeza en silencio. Lizzy meció su mano hacia atrás y adelante.

—Yun-ah...

Estaba teniendo dificultades para encontrar las palabras.

—¿Qué? Lo escucho.

—Yun-ah... parece tener una afición por los uniformes.

—¿Así como azafata o enfermera?

Junsu sacudió la cabeza en señal de frustración.

—No. Esos... de la Secundaria Shinhan.

Lizzy dejó escapar un suspiro. No sólo a Yun-ah le gustaban los hombres más jóvenes, estaba metida en uniformes escolares. Era extraño, pero... ella le dio unas palmadas.

—¡Eso es! Conozco a alquien que fue a la Secundaria Shinhan. Puedes usar su uniforme en algún juego de disfraces.

—¿Disfraces?

—Sí. En el cumpleaños de tu pareja, puedes usar el uniforme como un regalo. Es seguro que será un gran éxito—, Lizzy se puso de pie. —Cuando estás enamorado, puede ser divertido jugar así. Deme un segundo. Haré una llamada.

Lizzy estaba a punto de salir de la oficina cuando él la agarró del brazo.

—Lizzy, espera. En realidad...

**

Junsu usó una buena parte de su sueldo para reservar una habitación en el Hotel Jackson para el cumpleaños de su amante. No fue capaz de conseguir una suite, pero se las arregló para reservar una habitación de lujo con una hermosa vista. Le envió un mensaje de texto a Yunho, "Después del trabajo, por favor ven a la habitación 2821 en el Hotel Jackson. Estará una llave esperándote en la recepción. Por favor envíame un mensaje de texto unos 30 minutos antes de tu llegada" . Yuichi envió un correo poco después de recibir el mensaje. Hasta ahora, todo bien.

Cuando los -30 minutos antes- del mensaje de texto llegaron, Junsu salió del hotel. Cuando regreso 15 minutos más tarde se cambió y se escondió en el armario.

Exactamente treinta minutos después del mensaje, el intercomunicador sonó y Junsu escuchó su nombre siendo llamado. Él no hizo nada y poco después se oyó el ruido que hizo la puerta al abrirse. Podía oír los pasos en el interior de la habitación.

—¿Ese plato tiene Bulgogi...?

Parecía como si hubiera encontrado el tazón caliente de carne en la mesa.

Leyó la nota preparada junto a la taza en voz alta.

—Por favor, envíame un mensaje cuando hayas terminado de comer... ¿Qué es lo que planea?

Junsu podía imaginar la cara de Yunho un poco confusa. Diez minutos más tarde, su teléfono móvil empezó a vibrar. Miró el mensaje. "Terminé de comer. ¿Dónde estás?" . Junsu respondió con un mensaje que ya había preparado. Oyó el ring del teléfono celular de Yunho. Esperó tres minutos y en silencio abrió la puerta del armario. Justo como había dado instrucciones en el mensaje, Yunho estaba de pie mirando por la ventana. No debió haber ido a casa porque llevaba la misma ropa de esta mañana. Si seguía las instrucciones, no giraría la espalda hasta que Junsu le dijera.
No estaba acostumbrado a caminar en mocasines. Se acercó con cautela por detrás, con cuidado de no hacer ruido.

—Yunnie...

Su amante saltó por la sorpresa, pero rápidamente recuperó la compostura y no vio.

—¿Puedo darme la vuelta?

—Sí.

Yunho giro lentamente, y cuando vio a Junsu, su quijada cayó.

—¡Feliz cumpleaños, 27!

Su expresión de sorpresa no cambió y miró a Junsu de arriba a abajo de pies a cabeza en varias ocasiones. Lo primero que dijo fue —¿Qué demonios llevas puesto?

—Yo...

Junsu había superado su vergüenza de usar el uniforme de la Secundaria Shinhan por su amante. Pensó que sería feliz, pero tuvo ganas de llorar cuando vio la reacción fría de Yunho. Para empeorar las cosas, Yunho susurró: —¿Tienes un fetiche por la ropa de mujer?—. Las manos de Junsu se cerraron y comenzó a temblar.

—¿Cómo puedes pensar eso? Estoy usando esto porque dijiste que te gustaban los uniformes de la Secundaria Shinhan.

Los pliegues de su falda a cuadros se agitaron cuando dio un paso adelante para confrontar a su amante.Yunho entrecerró sus ojos, pero finalmente comprendió.

—Recuerdo que hace mucho tiempo me gustaba el uniforme de esa escuela, pero eran los blazers que llevaban los muchachos, y no el uniforme de chica que tu llevas.

Junsu se ruborizó desde la punta de la cabeza hasta las uñas de los dedos de los pies. Él había querido dar a su amante lo que más amaba, mientras vestía la ropa que más le gustaba. No quería salir apenas entrase a la habitación, quería que fuera una sorpresa. Es por eso que había armado un plan tan elaborado.

A pesar de que estaba avergonzado consiguió prestado el uniforme de una chica, Lizzy había dicho que si se vestía como una chica encendería a Yunho, había un montón de diferentes tipos de personas en el mundo, por lo que ella le entendió.

No le gustaba como se abría el uniforme, especialmente abajo. Para hacerlo más real, había traído calcetas azules y zapatos negros. Pero el resultado no fue como él esperaba. Su amante no se mostraba en lo más mínimo feliz. Las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos. Se llevó la mano a la corbata que era del mismo diseño que la falda con la intención de arrancarla, pero sus manos temblaban mucho. Cuando finalmente tiró la corbata al suelo, se llevó la mano hacia la blusa para hacer lo mismo con ésta, pero Yunho lo detuvo.

—Vas a rasgarla.

—Ya no quiero usarla.

Yunho le levantó los brazos para que no se pudiera mover. En la frustración, le pisó sus pies.

—Cálmate...

Sus brazos fueron liberados, pero luego Yunho comenzó a abrazarlo. Su aliento en la oreja le hacía cosquillas, e instintivamente se relajó. Yunho  lo levantó y lo sentó en el borde de la ventana. Miró con amabilidad a sus ojos, y acarició la mejilla de Junsu.

—¿Y quién te dijo que me gustaban los uniformes de Shinhan?

No levantó la cabeza pero Junsu le respondió que había sido Ji Hoon. Juguetonamente maldiciendo a su amigo en voz baja, Yunho se inclinó a recoger la corbata y entonces cuidadosamente la ató alrededor del cuello de Junsu.

—¿Has comprado este uniforme?

Sacudió la cabeza de un lado al otro desganadamente en señal de negación.

—Lo tomé prestado de alguien en el trabajo.

Yunho se arrodillo frente a Junsu y puso sus brazos en sus muslos. Él miró desde abajo.

—Si se trata de un uniforme de chica, debes tener una solicitud específica para ello.

—Sí...

Yunho rió cuando llamó a Junsu “tonto”.

—Ahora que sabemos acerca de los orígenes del uniforme, ¿quién te ha hablado del tazón de carne?

—Kim Jaejoong—, Junsu respondió a pesar de que estaba descontento por tener que contarle todo.

—¿Cuándo hablaste con él? No fue durante la cena.

—Lo encontré en una tienda departamental. Le pregunté si sabía de algo que te gustara y dijo que era el Bulgogi. ¿Realmente comerías uno en cada comida si pudieras?

Yunho se llevó las manos a sus mejillas sorprendido. Al ver esto, Junsu se preocupó acerca de que quizá no había entendido bien.

—¿Me equivoqué en eso también? ¿No te gusta?

—No, es perfecta. Me preguntaba cuán barato creerían que soy los que me han oído decir que me lo comería todo el tiempo.

—El Bulgogi es bastante bueno. A mí me gusta.

Yunho parpadeó al escuchar la respuesta de Junsu. Se rió y puso su cabeza sobre sus rodillas. Ninguno dijo una palabra. Simplemente se sentaron en silencio.

—¿Qué está mal, Yunnie?

—Sólo estoy muy feliz. Estoy envuelto en la calidez de la felicidad. ¿Se nota?

—¿Porque estoy usando un uniforme de chica?

Yunho levantó la cabeza y tranquilizó a Junsu.

—Estoy feliz porque hiciste todo lo posible para poder hacerme feliz de cualquier manera. Ese es el mejor regalo que pudieras haberme dado.

Junsu había estado tan avergonzado y triste que había deseado poder desaparecer, pero todos esos sentimientos se fueron con estas palabras mágicas. No pudo contener la inundación de emociones, y acarició la cabeza sobre sus rodillas.

—El uniforme de chica se ve muy lindo, demasiado... cuando lo llevas puesto.

—¿Estás diciendo eso para consolarme?

—No. Es lindo. Puede que no quieras oírlo, pero creo que te ves bien en él.

Yunho se puso de pie y Junsu lo besó de espaldas a las luces de la ciudad. Sus planes podían haber estado equivocados, pero al menos había logrado el efecto deseado: Yunho era feliz.

Yunho le susurró al oído: —¿Podemos hacerlo mientras usas el uniforme?—. Junsu sintió que un escalofrío recorría su espalda.

—Puedes hacer lo que quieras. Es tu cumpleaños.

Sus ojos se encontraron y Junsu apartó la mirada con timidez.

—¿En serio? ¿Incluso si me pongo muy excéntrico?

Junsu rió. —¿Qué tan diferente puede ser de lo normal?

Su amante respondió susurrando: —Sólo recuerda. Tú dijiste que estaba bien—. Bajó a Junsu de la ventana y puso su mano en el dobladillo de la falda, la levantó. Junsu instintivamente empujó hacia abajo.

—Estás usando ropa interior nueva.

—Por supuesto.

—Pensé que podrías llevar shorts o algo así. La primera tarea que quiero que hagas es que te levantes la falda y me muestres tu ropa interior.

—¿Eh...?

—Me dijiste que podía ponerme excéntrico.

Lo había prometido. Pero esta era la primera vez que se había puesto una falda, y definitivamente la primera vez que le pedían que se levantara una hacia arriba. Si eso era lo que el niño del cumpleaños quería pensó, debería de darle el gusto y regalarle eso a él. La mirada de Yunho no se movió de la mitad inferior de su cuerpo.

—Hay una mancha en tu ropa interior.

Sus orejas se pusieron rojas y comenzó a incendiarse.

—¿Te has excitado sólo por ser visto así? ¿Estás aún más avergonzado de lo habitual porque tienes una falda?

Junsu apretó los dientes y asintió.

—Muy bien. Bájate la ropa interior. Hazlo hasta los muslos. Pero mantén la falda levantada.

Estaba actuando muy torpe, incluso antes de que se diera cuenta de la mirada de Yunho. Finalmente se sacó la ropa interior hasta los muslos.

Yunho se arrodilló delante de Junsu y se quedó mirando su pene sin tocarlo.

—Está un poco rígido. La punta esta húmeda y temblorosa. Parece que se pondrá duro sin necesidad de que te ayude, incluso con un dedo sobre él.

Sopló suavemente en la punta y Junsu dejó escapar un grito. Su parte trasera comenzó a sentir un hormigueo. Junsu sabía lo que venía después. Sabía lo bien que se sentiría en el momento en que la punta fuera frotada, y que se la chupara intensamente.

Y él estaba esperando a que eso ocurriera ahora, pero Yunho no hizo nada. No podía decirle que lo hiciera. Él había prometido que Yunho podía hacer lo que quisiera hoy. No podía permitir que sus propios deseos se interpusieran.
Vio los dedos de Yunho moverse hacia su mitad inferior. Su cuerpo sentía alegría con la promesa de una próxima caricia, pero Yunho no tocó su pene o testículos. Cada vez que su dedo tocaba algo, Junsu escuchaba un crujido áspero. Yunho estaba frotando su vello púbico marrón, pero evitando todas las otras áreas sensibles. Sus caderas se estremecieron con insoportable anticipación. Casi se sentía como si haría el trabajo por sí mismo si fuera necesario.

—¿Te importa si te afeito en esta parte?

Yunho torció el dedo en el vello púbico de Junsu.

—¿Afeitarlo?

—Quiero afeitar tu vello púbico. Quiero sentir lo suave que es sin el vello.

Se vería como un niño sin vello púbico. Junsu sacudió la cabeza. —No... de ninguna manera.

Yunho lo miró como si fuera a pedir limosna.

—Es mi cumpleaños. Puedo ponerme excéntrico si quiero. Quiero ver cómo se veía cuando eras más joven.

Comprendía el deseo, pero seguía resistiéndose a la idea de la afeitada. Era posible que no doliera y nadie más lo vería, pero todavía era... vergonzoso.

—Yo seré el único que lo vea. Permíteme hacerlo, seré cuidadoso...

Junsu finalmente cedió al suave pero insistente ataque de Yunho. Éste lo llevó a la mesa baja frente al sofá y lo recostó en la parte superior.

—Esto puede ser difícil para tu espalda, pero no tomará mucho tiempo—. Yunho le quitó la ropa interior y agarró sus rodillas, separando las piernas de Junsu.

—¿Puedes abrirlas aún más? Eso hará que sea más fácil.

Después de abrir las piernas hasta donde pudo, Yunho empezó a afeitar con jabón y una máquina de afeitar que le proporcionó el hotel. Al principio dio un poco de miedo y su cuerpo se estremeció, pero se calmó cuando Yunho le susurró suavemente que todo estaba bien.

El sonido de la máquina de afeitar deslizándose sobre su piel resonó en sus oídos. Quería cubrirse las orejas, pero sus manos estaban ocupadas sosteniendo sus rodillas. Poco a poco se acostumbró al sonido y cada vez que los dedos de Yunho se rozaban contra su pene y sus testículos, sentía ondas de excitación esparcirse a través de su cuerpo.

—Junsu…

Abrió los ojos para ver a su amante sonriendo.

—¿Se siente bien? Es difícil afeitar si vas a seguir goteando así.

No había notado que algo salía de su pene y sentía como que iba a llorar.

—Yo... lo siento mucho.

—Espera un poco más... espera un segundo.

Su amante desapareció en el cuarto de baño.

—Encontré algo perfecto para evitar el goteo. Voy a ponerte esto.

En el baño del hotel había una liga para el cabello. Yunho la colocó en la base del pene erecto de Junsu. Éste nunca había sentido nada tan bueno y soltó un fuerte gemido.

—Sólo un poco más...

Sin salida para el placer, su cuerpo empezó a temblar. No podría sostenerlo por mucho más tiempo. Se mordió los labios y lágrimas brotaron de sus ojos mientras se aguantaba. Por último, el sonido de la máquina de afeitar, se detuvo y pudo sentir una toalla limpiando su entrepierna.

—¿Has terminado?

—He terminado —, dejando la toalla, Yunho rió con alegría. —Ahora cuando toco esta zona es más linda, muy suave. Echa un vistazo por ti mismo.

—De ninguna manera.

Cuando cerró sus piernas y bajó de la mesa de un brinco, fue agarrado por detrás y abrazado.

—Debes creerme cuando digo que se ve bien. Ven a ver.

Yunho lo agarró del brazo y lo arrastró al baño, a pesar de que aún estaba erecto y le era difícil caminar. Cuando se encontraron de pie frente al gran espejo del lavabo, Yunho lo agarró de sus rodillas y sin darle tiempo a reaccionar, lo levantó. La mitad inferior de su cuerpo se veía como un niño orinando.

—No… Yunnie, no…

Sollozó mientras Yunho lo bajaba.

—Sé bueno y no te resistas. Realmente se ve lindo.

Como Yunho le susurraba una y otra vez al oído lo bien que se veía, con miedo abrió sus ojos. En el espejo vio el reflejo de su entrepierna, ahora lisa y con pene erecto. Más que lindo, sólo tenía un aspecto extraño.

—Es raro.

Esta vez sí que parecía que iba a llorar.

—¿Qué hay de extraño en ello? Es lindo.

Sentando a Junsu en el borde del lavabo, Yunho movió los dedos a lo largo de la zona que acababa de afeitar. Junsu podía ver todo en el espejo. Considerando que antes se sentía áspero, ahora la sensación era suave y su columna vertebral se sacudía ante las ondas de excitación que eran enviadas desde la zona acariciada.

—Ah… Nnn…

Yunho era especialmente amable mientras acariciaba su pene y testículos. Aunque era casi suave, el hecho de que no hubiera pelo que acariciar en el camino hizo esa zona mucho más sensible al tacto.

Junsu se sorprendió cuando Yunho susurró: —Eres tan pervertido, haciendo tan suaves a tus partes privadas...

—Tú fuiste quien lo hizo.

—Pero tú eres el que me dijo que podía. Debes haber querido que te afeitara para que luego te toque así.

Sacudió la cabeza hacia atrás y hacia adelante.

—Yo nunca... Nnn...

En el momento en que Yunho mordió su oreja y apretó el pene de Junsu y sus testículos, este ya no pudo resistirlo… No pudo hacer más que gemir.

—Yu-Yunnie…

Su amante le susurró —¿Qué? —, en su oído.

—Quítame... quítame la liga.

—¿Quieres decir... esto?

Pensó que Yunho iba a quitársela, pero solo le dio un tirón.

—¡Ah!

Sus caderas se sacudieron cuando la liga golpeó en su palpitante pene. Antes de sacudir sus caderas se detuvo, los dedos largos de Yunho lo acariciaban de camino hacia la zona que había sido ignorada hasta ahora. Por un instante, dejó de respirar. Después del shock se calmó y abrió sus ojos. No sólo podía verse por completo sus piernas abiertas frente al espejo, podía ver también los dedos de Yunho cuando entraban en él, algo que nunca había visto antes. Se puso inquieto.

—No… no.

Cuando intentó girarse, Yunho lo reprendió ordenándole mirar.

—Quiero que veas cómo se ve cuando te amo.

Aún cuando desvió la mirada, podía oír el sonido de los dedos de Yunho desplazándose en su interior.

—Voy a dejar que te vengas una vez que veas lo que estoy haciéndote.

Quería decir que no, pero la sensación era demasiada para manejarla. Abrió los ojos, y sin perder el ritmo con sus dedos dentro de Junsu, Yunho hábilmente quitó la liga de cabello que le había colocado anteriormente.

—Eres hermoso... Te amo...

En el segundo en que oyó estas palabras, su pene empezó a latir y su cuerpo a temblar. Leche blanca de semen se disparó hacia el espejo y resbaló hacia abajo.

Yunho lo recogió del lavabo y lo llevó hacia la cama. Después bruscamente lo lanzó a la cama king size y se zambulló también en ella. Se abrazaron y besaron por largo rato y arduamente.

—Tampoco puedo resistir por más tiempo—, Yunho susurró en el oído de Junsu.

—Ya que te veniste primero. Ahora es tu turno para hacerme sentir bien.

Junsu estaba a punto de quitarse la ropa cuando Yunho, con voz dominante, le dijo que se las dejara. Junsu bajó la cremallera del pantalón de su amante y alzó sus caderas. La presión fue intensa, pero no le hizo daño ya que Yunho había trabajado en el área y estaba dilatada. Movió las caderas arriba y abajo, a la izquierda y derecha, como de costumbre, pero no importaba cuánto se moviera, Yunho no llegaba a su punto dulce. Cuando se puso un poco desesperado, Yunho agarró sus caderas.

—¿Te gusta?— Escalofríos le corrían a través de la columna vertebral. —¿Te gusta lo suficiente como para agitar tus caderas violentamente?

Todo su cuerpo se ruborizó. Yunho se rió al sentir cómo se tensaba el interior de Junsu.

—Es diferente de lo normal...

—Es lo mismo. El tamaño y la duración es la misma.

—No puede ser... no llega...

Su amante abrió los ojos.

—¿Cómo que no llega?

No se atrevía a decirlo, y sus labios temblaban. Su amante continuó con su interrogatorio, pero sólo lo hizo sentir peor de la vergüenza.

—Ahí...

—¿Dónde?

—El lugar que se siente bien cuando se frota…

En el instante en que lo dijo, Yunho agarró sus dos pezones a través del uniforme. Sus caderas de nuevo empezaron a temblar.

—Ahí no...

—Pero se siente bien, ¿no? Te gusta que tus pezones también sean frotados.

Sin poder contenerse, Junsu dijo —El lugar que toca tu pene.

—¿Pene? Eres un chico malo—, su amante se echó a reír.

—Me dijiste que lo dijera.

—Está bien por mí. Me gusta cuando eres pervertido.

Rápidamente cambiaron de posición. Yunho agarró sus caderas y empujó duro, haciendo que Junsu gimiera en voz alta. Dio un paso atrás y luego se metió de nuevo. Mientras esto continuaba, las caderas de Junsu empezaron a entumecerse y sólo era consciente de las embestidas. Aun así, otras partes de su cuerpo se volvían extrañamente sensibles y gemía ante el menor contacto.
El calor en la entrepierna de Yunho empezó a asustarlo. Se sentía bien, pero daba miedo. Se sentía tan bien que pensó que podía morir. Levantó los brazos al cielo como aceptando su destino.

—Yunnie... Yunnie...

El ángulo se hizo más profundo y Yunho le abrazó fuertemente. Metió la mano en torno a la espalda sudorosa de Junsu y lo sostuvo como si nunca lo quisiera dejar ir.

—Yunn... Ah… Yunho… Te amo—. Junsu dijo. Las palabras fluían naturalmente de sus labios. —Te amo... Te amo tanto...

Estuvo besándolo hasta que ya no pudo respirar, y mientras el balanceo continuaba, cayó en un abismo de alegría orgásmica y perdió el conocimiento.

**

Cuando se despertó, ya había pasado del mediodía. Abrió los ojos cuando sintió que le acariciaban el cabello y vio a Yunho merodeando tan cerca de él que no tendría que moverse para darle un beso. Pensó que estaba a punto de ser besado, y eso fue lo que sucedió. Era el más tierno de los besos y se sentía tan bien que esperaba que no terminara nunca. Su cuerpo estaba adolorido, especialmente en el área alrededor de la entrepierna y su parte baja ardía, pero...

Cuando el beso terminó, Yunho se metió debajo de las sábanas y empezó a chupar el pene de Junsu. Recordó que había sido afeitado allí, pero tenía que mirar debajo de las sábanas para confirmar que era realmente cierto. No había nada para evitar que se excitara nuevamente. Su pene podría volver a crecer... pero todavía se preguntó cuánto tiempo tomaría.

Yunho tomó su pene y testículos enteros en su boca y chupó fuertemente. A pesar de que pensaba que estaba completamente agotado por la actividad de la noche anterior, todavía lograba que se estremeciera con la succión, sin embargo aún era una sensación muy ligera, como si un gatito estuviera succionando la leche de su madre.

—Yunnie…

Su amante levantó la cabeza.

—¿Realmente te gusta tanto mi pene?

—Si no me gustara, ¿estaría haciendo esto?—Sonrió. —Pero también te amo más que a nadie.

Yunho se arrastró hacia él y puso su cabeza sobre el pecho de Junsu.

—Y me encanta tu aura cuando dices que me amas.

Las palabras de Yunho hicieron a Junsu más feliz de lo que podía expresar con palabras. Estaba tan feliz, que sus labios se extendieron en una amplia sonrisa.

—¿Por qué sonríes?

—Estaba pensando en lo mucho que me amas.

Parecía orgulloso de haber ganado esta ronda y Yunho le dejó disfrutar el momento. En su alegría, Junsu abrazó fuertemente a la fuente de su felicidad.

No fue sino hasta un poco más tarde que Junsu se enteró de que el hombre que tanto amaba había sido gay desde que nació y que fue Junsu quien había sido el títere en este juego...


FIN

**
Nota: Y llegamos al final >0< Traducir desde el celular me costó horrores e_@ peeeeero de otra forma nunca avanzaría con las actualizaciones ù_ú Como sea, ¿les gustó? :) Esta es la precuela de "El Hombre que NO se quita la ropa", cuya historia adaptó Rose en JaeMin :3
No sé ustedes pero yo me quedé con ganas de más XD Especialmente con la relación entre Yunho y su hermano :(
En fin, a trabajar y continuemos con la siguiente historia!! *O*
PD: Por si no lo recuerdan, Ji Hoon es Bi Rain XD