¡Welcome to Hosu Shipper Blog!

Como se darán cuenta he cambiado el URL ;)
Y el Blog ahora será únicamente para los fanfics, lo demás irá a la página de Facebook
https://www.facebook.com/HosuShipperBlog

En la sección [Fanfiction] arreglé la mayoría, pero aún me faltan estos:

Beautiful Dirty Rich
Cuando el Sakura Florezca
Fairies and What!?!
Love is a Force of Nature
Lust Caution
Scut Hamsters
The Reunion
The Year Without Santa

Los fics están, sólo que les costará ubicarlos.

13 dic 2012

VIOLENT HEART [CAP 1]

Título: Violent Heart [Cap 1]
Autor: Koiko
Parejas: HoSu, YooSu, JaeChun (unilateral)
Género: Drama - Crossover (Película Fight Club), Lemon
Extensión: Three-shot
Advertencia: Violencia, lenguaje.
Nota: Es bastante largo, léanlo con calma xd Recomiendo ver este trailer para hacerse una idea e.e aunque no es necesario haber visto la película para entenderlo, el crossover es sólo de una parte. 
Sinopsis: Sólo perturbaciones muy grandes pueden hacer que hasta el más puro de corazón pierda la razón. Cuando guardas algo dentro, de una u otra forma arremeterá en contra y querrá sangrar…
*****

Tú y yo nos podemos parecer
Pero estamos muy lejos
Hay orificios de balas en donde mi compasión solía estar
Y hay violencia en mi corazón…
[My Violent Heart, Nine Inch Nails]

“Estás cometiendo un error, Junsu” Junho suspiró, mirando a su hermano con el ceño fruncido que no dejaba de pasearse por la habitación. Cada vez eran menos las veces que Junsu regresaba a visitar a su familia, y ésta vez parecía estar un poco más ansioso que lo normal. Claro, todo le hizo sentido cuando le confesó lo que había pasado…y la decisión que él iba a tomar.

“Hyung” Junsu se paro en seco, girando el rostro para observar las facciones comprimidas de su hermano. “Ya he tenido bastante tiempo para pensarlo y—”

“Tú no lo quieres” Junho le disparó, cansado de los argumentos de su hermano cuando él ya sabía la verdad. “Yo sé que no lo quieres. Puedes engañarte a ti mismo, e incluso a los demás pero a mí no puedes mentirme. Sigues enamorado de Yunho y lo sabes”.

“¡Hyung, ya basta!” Junsu exclamó, ofuscado y avergonzado. Odiaba sentirse expuesto ante su hermano, odiaba ser prácticamente transparente para sus ojos pero eso no lo detendría, estaba decidido. “No quiero escuchar más sobre eso, ¿de acuerdo? Suficiente. Ya tomé una decisión y Yoochunnie ha sido demasiado bueno y paciente conmigo…yo lo quiero mucho y le diré que si apenas vuelva”

“Sólo te estás engañando a ti mismo, Junsu…quieres aferrarte a Yoochun porque piensas que Yunho nunca podrá verte de la misma forma pero no es así. Yo los vi Junsu, observé a Yunho cuando vivió junto a nosotros y te observé a ti. Él…te miraba de la misma forma, yo podía ver las luces en sus ojos…y era malditamente frustrante saber que ninguno de los dos hacia nada al respecto cuando era evidente que se adoraban”

“No quiero seguir escuchándote” Junsu se volteó, dándole la espalda e ignorando lo rápido que comenzó a latir su corazón ante las palabras de su hermano…pero no podía ser cierto. Yunho jamás lo vería con otros ojos, él no era así…él había tenido novias y todo, no sentía de la misma forma…

“¿Acaso alguna vez se lo preguntaste? ¿Por qué nunca lo encaraste?”

“¡Yunho-hyung no es como yo!” Junsu bramó, apretando los puños y luchando con todas sus fuerzas para no romper en llanto. “Él…no puede verme de la misma forma y yo…tan sólo quiero sacármelo del pecho. Yoochun me hace sentir bien…es todo lo que necesito”

“Déjame decirte una última cosa, hermano: no hay ceguera peor que no querer mirar”

Junho se levantó de la cama, caminando en dirección a la puerta, observando como su hermano luchaba por no quebrarse y evitando su mirada.

“Estás haciendo un mal innecesario. Espero que cuando puedas verlo no sea demasiado tarde”

-o-

“No, no…de verdad que esto es importante, Hyung” Yoochun daba vueltas alrededor de Yunho, luchando por su atención mientras el aludido seguía tipeando en la computadora lo que parecía ser un itinerario. “¿Podrías reunirlos a todos en el living? Cinco minutos, dame cinco minutos es todo lo que pido”

“Cinco minutos” Yunho repitió, desviando al fin los ojos de la pantalla para clavar su helada mirada en Yoochun. “Cinco minutos y no más. ¿Sabes lo ocupado que estoy? El manager me está volviendo loco y tengo que terminar estas copias”

“¡Eres el mejor, el mejor!” Yoochun exclamó y se abrazó a su espalda. Yunho hizo una mueca torcida mientras trataba de zafarse de su amarre, tenso.

“Ok, ya entendí pero déjame pararme” Yoochun lanzó una risita, soltándolo. Yunho se levantó del asiento, estirando sus músculos  y luego lanzando un suspiro.

“Te veré en la sala y más vale que sea importante” murmuró, volviendo a suspirar pero esta vez de agobio. Aun sentía el estrés de la presión por el trabajo tensando sus entrañas, pero ya no podía seguir ignorando a Yoochun, así que salió del estudio en búsqueda de los otros miembros con las risitas de su compañero haciendo prácticamente eco detrás.

“¿Y bien, nos dirás qué pasa?” Jaejoong le preguntó a Yunho, suspirando. Él, Yunho y Changmin se encontraban sentados en el sillón esperando la llegada de los demás.

“Quisiera saberlo, Yoochun me pidió que los reuniera aquí” Yunho se encogió de hombros, dejando descansar la espalda en el respaldo del sillón. Estaba cansado y adolorido, molesto por tener trabajo y sintiendo que perdía el tiempo pero bueno…ya se había comprometido, qué diablos.

“Creo que lo veo” Changmin musitó y los tres voltearon el rostro hacia el corredor. Yoochun aparecía de abrupto con Junsu detrás, y tan sólo hubo una cosa que hizo tensar hasta el último nervio en Yunho, sentándose derecho de sopetón: estaban de la mano…

“Lamento haberlos hecho a esperar y quiero agradecer a Yunho-hyung por su tiempo” Yoochun articuló con una enorme sonrisa plasmada en el rostro; Junsu tan sólo estaba cabizbajo y se paraba a su lado en completa inseguridad siendo escudriñado por todos.

“Chunnie” Jaejoong le dijo, arqueándole una ceja y mirando prácticamente en shock ambas manos entrelazadas. “¿Junsu, qué pasa? ¿Qué se traen ustedes dos?” su tono había subido apenas un decibel. Jaejoong era conocido como el más ácido e intuitivo a la vez del grupo, y ahora prácticamente se estaba devanando los sesos al no haber previsto algo raro.

“Tengo algo que contarles” Yoochun comenzó y Junsu se mordió el labio inferior, incapaz de subir la mirada. “Hace unas semanas antes de que nos dieran el fin de semana libre yo…le confesé mis sentimientos a Junsu, y ahora me enorgullece contarles a todos que estamos juntos”

Yunho escuchó las palabras, las escuchó y todo a su alrededor pareció detenerse, casi como si le hubiesen cortado el aire. Subió apenas el rostro para observar las facciones radiantes de Yoochun y su mano entrelazada a la de Junsu y lo sintió…aquella oscura urgencia mezclada con la rabia y la indignación creando prácticamente una bestia dentro de su interior que rugía y sacudía sus cadenas, aquellas cadenas que había forjado con su fuerza de voluntad y que la mantuvieron reprimida por años, pero que ahora…se alzaba con fuerza desde adentro, queriendo arremeter contra todo. Yunho nunca había sentido verdaderas ganas de matar…tan sólo habían sido momentos en que quizás decía al aire ‘lo mataría…’ pero ahora…en lo único que podía pensar era en gritarle a Yoochun que Junsu le pertenecía y reventarle el rostro a golpes hasta empaparse con su sangre. Se sintió enfermo con tan sólo pensarlo pero cómo lo carcomía…

“Yunho, di algo están esperando” la voz de Jaejoong lo trajo de vuelta de su trance, percatándose de que se había ensimismado en sus pensamientos Yunho respiró en lentas bocanadas: uno…dos…tres…y se forzó a actuar de manera racional; repitiéndose a si mismo que era el líder y que su misión era velar por el grupo pero estaba a punto, a punto de explotar.

“Yo…” comenzó y realmente estuvo a punto de negarse hasta que Junsu desvió la mirada del suelo e hizo contacto con sus ojos. Yunho sintió todos sus interiores desgarrarse ante la mirada suplicante de su amado amigo; parecía estar desesperado…parecía estar rogándole que lo aceptara. ¿Y qué clase de monstruo era para negarse? Jamás le confesó nada porque nunca se imaginó que a Junsu le pudieran gustar los hombres. Yunho realmente no se consideraba homosexual, estaba consciente de que tan sólo era una cosa de…Junsu, algo que sólo él podía despertar. Yunho había callado todos estos años y ahora no tenía derecho a negarle a Junsu un poco de felicidad propia, al menos así no se sentiría tan miserable…

“Supongo que están conscientes de que si esto sale nos arruinarán” dijo finalmente luego de haber recuperado la compostura. No podía permitirse perder el control, tenía que mantenerse fuerte y estoico porque si no lo hacia se iba al diablo todo. Era su responsabilidad.

“Pero…si ustedes prometieran que no se van a andar exponiendo…” Jaejoong abrió los ojos de par en par, luciendo completamente descolocado ante las frases de su líder.

“Si se comprometen a comportarse y ser discretos por mi no habría problema” lo dijo y fue como un verdadero golpe a sus entrañas pero ya no había marcha atrás, estaba acabado y sólo quería cavar un hoyo en la tierra para enterrarse vivo.

“¡Oh, gracias Hyung, muchas gracias!” Yoochun se desasió en agradecimientos pero Yunho lo detuvo.

“Mi palabra no es ley, Yoochun. Todavía te falta escuchar a los demás”

“Si Yunho-hyung está de acuerdo yo no veo problemas” Changmin respondió al instante, sonriendo al observar la felicidad que desprendía su amigo. Junsu aún no había dicho ni una palabra pero su rostro parecía haberse alivianado.

“¿Jae?” Yoochun le preguntó y él bufó.

“Qué diablos, supongo que está bien con tal de que sean cautos” Yoochun se acercó a Junsu para estrecharlo entre sus brazos y fue lo último que Yunho pudo tolerar. Necesitaba salir de allí, sentía que la presión del ambiente prácticamente lo estaba sofocando.

Se levantó de abrupto, murmurando que tenía trabajo que hacer y prácticamente corrió al estudio, cerrando la puerta con llave al llegar. Respiró erráticamente, apretando los puños y tratando de contener la rabia que sentía pero era rabia consigo mismo…rabia por no haberse atrevido a hablar, por haber sido un maldito cobarde y ahora…estaba todo perdido, ya no podría remediarlo. Aunque luchaba por tranquilizarse y pensar en lo que era mejor para Junsu…no podía aceptarlo, todo estaba a flor de piel y ya era imposible detenerlo; Yunho  simplemente había perdido el control. Se acercó a la mesa del estudio y tiró todos los papeles al suelo, pateando la silla y comenzando a romper lo que encontró a su paso. Los muros aislaban el ruido en la habitación…así que Yunho arremetió con prácticamente todo, tirando los estantes abajo y quebrando la lámpara, lanzando un grito de  frustración que tan sólo retumbó en las cuadro paredes que lo apresaban. Finalmente y con el rugido de rabia haciendo eco dentro de su cuerpo Yunho se desquitó con la pared, golpeando el concreto con sus puños en toda su desesperación hasta que la piel se rompió y brotó sangre. Sólo en ese entonces, y con la sangre empapando sus nudillos, Yunho se percató de lo que había hecho…sentándose en la abollada pared y rompiendo a llorar como no lo había hecho en años. ¿Y ahora cómo explicaría todo esto? Estaba perdido…perdido…

-o-

“Ok, ahora estoy oficialmente preocupado” Donghae suspiró al ver el rostro comprimido de su amigo. Yunho hizo un ademán con la mano, apenas podía moverse bien al estar tan encapuchado para no ser visto por los fans, porque después de todo estaban en una cafetería pública y tenían que ser cautos. Donghae parecía igual de incómodo, pero de alguna forma lo disimulaba.

“Créeme que si no estuviera tan complicado no te habría llamado” Yunho hizo una mueca torcida, dándole un sorbo a su café expreso. “No puedo hablarte de esto por teléfono…”

“Bueno, ya quita esa mueca del rostro. ¿Estoy aquí o no? Sabes que siempre me tendrás para apoyarte” Donghae deslizó un poco los lentes oscuros de su rostro, una media sonrisa adornando su rostro al probar de su café a su vez. “Ahora escúpelo, estoy preocupado”

“Tengo un pequeño problema” musitó, suspirando y reuniendo las fuerzas para sacar un oscuro secreto que estuvo arraigado años dentro. “Supongo que no estás enterado de que Junsu y Yoochun están juntos”

“¿Qué?” exclamó y Yunho lo calló, haciéndole una seña para que bajara la voz. “¿Es en serio?”

“Si…” susurró. “Hace una semana para ser exactos”

“Vaya, y yo que pensaba que en DBSK era sólo fanservice y nada más. ¿Y qué pasó, qué les dijiste?”

“¿Qué podía decirles? Les dije que tuvieran cuidado, no era como si pudiese haber hecho un escándalo o algo” Yunho se encogió de hombros, volviendo a probar de su café. Ya no podía dormir por las noches, demasiado agobiado y atormentado con pensamientos psicópatas, y al vivir con insomnio realmente nunca estabas del todo despierto…o dormido; viviendo prácticamente en un estado zombie. Últimamente su adicción a la cafeína era lo único que lo mantenía día a día.

“Ya sé a dónde quieres llegar” Donghae esbozó una sonrisa sugestiva, él ya había leído todo en el rostro de Yunho. “Y creo que siempre lo supe. Estás así por Junsu... ¿O me equivoco?” Donghae sonrió al ver el tenue rubor en las mejillas de Yunho, escuchándolo suspirar.

“Eso no es lo peor de todo. ¿Sabes lo que hice cuando me enteré de ello? Destruí el estudio…lo hice pedazos, y tuve ordenar y limpiar el desastre en la madrugada cuando todos dormían. Ya no puedo dormir Donghae…no cuando en lo único que pienso a diario es en cómo cenarme las vísceras de Yoochun”

“Mierda, Yunho eso es perturbante” Donghae miró a su amigo con ojos preocupados. Yunho parecía más desgastado y exhausto que lo normal, con ojeras visiblemente disimuladas con maquillaje y una palidez que era  digna de un muerto en vida. Era  evidente que el asunto lo estaba comiendo vivo.

“¿Y no has tratado de…hablar con Junsu?”

“¿Para qué?” Yunho bufó, encogiéndose de hombros. “Están bien, Donghae…están bien. Soy yo él que tiene que superar el asunto. No puedo verlos sin que me den ganas de moler a Yoochun a golpes y es terrible, porque me siento enfermo. ¿Sabes lo horrible que es tener a alguien cerca y querer matarlo a la vez? No sabes cuánto me carcome”

“Creo que puedo ayudarte” a Donghae se le iluminó el rostro, haciéndole una señal a Yunho con la cabeza para que se levantara. “Pero tendrás que confiar en mi con esto, ¿De acuerdo?”

“¿Tienes algo en mente?” Yunho lo observó pararse e hizo lo mismo, Donghae tan sólo le sonrió.

“Es un poco extremo pero estoy seguro que te ayudará. Vuelve a este lugar a la medianoche, yo te estaré esperando”

“¿A la media noche? ¿Y cómo diablos pretendes que pueda salir sin que me hagan escándalo?”

“Eres el líder” Donghae le dio unas palmadas en el hombro mientras caminaban fuera del local. “Supongo que puedes arreglártelas. ¿Quedamos, entonces?”

“De acuerdo, pero más vale que sea bueno”

“No es bueno, es sensacional” Donghae se acercó para abrazar a Yunho, estrechándolo entre tus brazos. “Serás una nueva persona, te lo aseguro”

“Voy a creerte en eso” Yunho sonrió en el abrazo y luego lo dejó ir, comenzando a maquinar una excusa en caso de que lo sorprendieran abandonando el departamento a semejantes horas de la noche…

-o-

“Vaya, pensé que no vendrías” Donghae le dijo apenas vio la encapuchada figura de Yunho asomarse por la calle. Él tan sólo le sonrió, suspirando.

“Se durmieron temprano y eso me facilitó las cosas. ¿A dónde vamos, entonces?”

“Tú sólo sígueme” Yunho asintió y comenzó a seguir a Donghae por las calles de la ciudad. Caminaron bastante hasta que Yunho se percató de que Donghae lo estaba guiando directo a un callejón oscuro que parecía no tener salida.

“¿Planeas drogarme con cloroformo o algo?” Yunho bromeó al observar el lúgubre lugar.

“No quiero que nadie fotografíe esto” murmuró al pararse en seco, sacándose la capucha del rostro para mirar a Yunho. “¿Tienes problemas controlando tu frustración, no es así?”

“Es básicamente lo que te mencioné”

“Bien, entonces pégame” Donghae lo miró a los ojos, desafiante, y a Yunho prácticamente se le desencajó el rostro con la sorpresa.

“¿Qué estás diciendo?” Yunho no podía procesar la petición de Donghae. ¿Desquitarse con él y golpearlo? Jamás podría hacer eso, era una completa locura…tenía que haberse zafado un tornillo por siquiera mencionarlo.

“Vamos, pégame es tan sencillo como ello” Donghae le insistió, avanzando un paso hacia él.

“¿Para qué quieres que te pegue? Esto no va a solucionar nada”

“No sé, no quiero morir sin cicatrices y tú tienes rabia. Vamos, pégame antes de que me acobarde”

“Esto es una locura” Yunho masculló, desconcertado ante la persistencia de Donghae pero aun con algo comprimiendo sus entrañas.

“¡Entonces ponte loco! ¿Destrozaste el estudio o no?, déjalo salir” Donghae comenzó a dar saltos cual luchador de boxeo y Yunho suspiró, frustrado.

“No sé si es una buena idea…”

“Yo tampoco, ¿Y qué importa? No hay nadie mirando, ¿Por qué tendría que importarte?”

“¡Pero es una locura! ¿Quieres que te lastime? Eres mi amigo Donghae, no puedo pegarte así como así”

“¡Pero te estoy dando el permiso!”

“¡Escúchate, hablas como un loco!”

“¡No me interesa!”

Yunho se percató de que se había exaltado en la abrupta discusión por hacer a Donghae entender, súbitamente empuñando las manos.

“Esto es una maldita estupidez” masculló entre dientes, pero cuando quiso contenerlo algo dentro de su ser se soltó y arremetió contra Donghae. Lo tomó por sorpresa y el puño le golpeó la oreja; Donghae gritó y llevó ambas manos a su rostro, retrocediendo.

“¡Hijo de puta!” bramó, tambaleándose y quejándose del dolor. “¡Me pegaste en la oreja!”

“D-Donghae” Yunho murmuró, abriendo los ojos de par en par cual despierto de un trance, recién procesando que lo había golpeado. “¡Dios!, lo siento…”

“Mierda, me duele… ¿Por qué diablos tenía que ser en la oreja?”

“Lo arruiné, lo volví a arruinar” Yunho balbuceó pero luego la voz de Donghae lo sobresaltó.

“No, fue alucinante” Yunho no vio venir el puñetazo y le llegó directo al estómago, provocando que se encogiera y gritara de dolor. Yunho se encuclilló y llevó las manos a su estomago, quejándose y sintiéndose extrañamente exaltado a la vez.

“Duele de verdad…” murmuró, tosiendo un poco pero el nudo en sus entrañas curiosamente se sentía más liviano. Donghae lanzó una entrecortada risita y luego se acercó a tenderle una mano.

“No, estoy bien” Yunho lentamente se incorporó, lanzando una risita a su vez. “Yo…nunca había golpeado a nadie”

“Estás listo, entonces” Donghae le sonrió de oreja a oreja y Yunho arqueó ambas cejas.

“¿Listo para…?”

“Tu terapia. Vamos, no quiero que volvamos tan tarde”

Donghae lo jaló del brazo y Yunho sólo pudo seguirlo de vuelta a la noche. Esta vez caminaron hacia las afueras de la ciudad, llegando a una alejada taberna que tenía un aspecto de mala muerte que podría espantar a cualquiera.

“¿Cómo rayos conociste este lugar?” Yunho le preguntó cuando entraron, pero Donghae tan sólo atravesó el local directo a un pasillo. Saludaba a varias personas con la cabeza, como si ya lo conocieran…

“Todos tenemos un pasado oculto” llegaron hasta el fondo, Donghae abrió una puerta y por ella descendieron unas escaleras directo a lo que parecía ser un sótano. Yunho se congeló cuando escuchó los gritos enardecidos que provenían del lugar, siluetas de una aglomeración de hombres y el sonido de puñetazos…

“¿Qué mierda es este lugar?” Yunho le preguntó cuando observó a una multitud de hombres rodeando a dos contrincantes que prácticamente se estaban matando el uno sobre el otro contra el cemento. Donghae lo miró por el rabillo del ojo, el brillo en sus pupilas totalmente distinto…

“La primera regla es no hablar sobre ello. Esto…es el club de la pelea”

“¡Basta, basta por favor!” el hombre que estaba en el suelo clamó por su vida, el rostro completamente desfigurado por la sangre, y sin tres dientes menos. Inmediatamente la persona que estaba sobre su cuerpo dejó de golpearlo y se levantó, tendiéndole una mano.

“Buena pelea” murmuró mientras lo ayudaba a levantarse, ambos volviendo a la aglomeración de gente.

“Oh, vaya…parece que tenemos a un pájaro nuevo” todos los presentes se voltearon a mirar a Donghae y a Yunho que estaban parados en las escaleras. La persona que había hablado era el dueño de la taberna, un extranjero de nombre Tyler que había llegado a Corea hace algunos años y era famoso por sus congregaciones de lucha callejera. Donghae le sonrió de medio lado, jalando a Yunho del brazo hacia la gente.

“¿Repetimos las reglas para ti, muchacho?” el jefe sonrió. Yunho de pronto se encontró escudriñado por los hombres a su alrededor y un estremecimiento lo recorrió de pies a cabeza al darse cuenta de que ésta no era la primera vez de Donghae aquí, y que probablemente…la gente que se encontraba reunida podía tener muchos más problemas, ira, y frustración reprimida que él…

“Adelante, es la tradición” Donghae lanzó una entrecortada risita pero Yunho tan sólo lo miró con ojos perplejos.

“Donghae…”

“Confía en mí, Yunho. Esta es tu solución”

“¡Caballeros!” Tyler exclamó, abriendo los brazos. Resaltaba entre todos los presentes su blanca piel y rubios cabellos junto con su fornido cuerpo trabajado por muchas horas de peleas. Yunho lo observó con inseguridad mientras volvía a hablar. “Démosle la bienvenida al club de la pelea. Para resguardar la tradición vamos a recalcar las ocho reglas” los presentes parecieron emocionarse con sus palabras porque comenzaron a alardear y a echar vitoreas pero él nuevamente los silenció.

“La primera regla del club de la pelea es: No se habla del club de la pelea. La segunda regla del club es: ¡NO SE HABLA DEL CLUB DE LA PELEA” alzó la voz y ésta pareció retumbar en los muros de piedra gruesa, el eco siendo prácticamente fantasmal.

“La tercera regla del club es: si alguien grita basta, no puede moverse o levanta las manos, la pelea se acaba. La cuarta regla del club: sólo dos hombres por pelea, nada más. Quinta regla del club: sólo una pelea a la vez, señores. Sexta regla: Sin camisa y sin zapatos, así que anda desvistiéndose” las risas surgieron con el comentario y Yunho se percató de que Donghae ya había comenzado a desvestirse. Lo maldijo entre dientes mientras se quitaba la capucha y comenzaba a sacarse los zapatos.

“Séptima regla: las peleas durarán lo que tengan que durar. Y finalmente, la octava y última regla: si ésta es tu primera noche en el club…tienes que pelear, así que denle un aplauso caballeros a nuestro pájaro nuevo. Vamos, muéstrenos qué pueden hacer”

“Oh, mierda Donghae” Yunho murmuró cuando él comenzó a empujarlo al centro. “¿Esto era lo que tenías en mente?”

“Y me lo agradecerás después. Ahora pelea con todo lo que tengas porque la primera vez siempre duele”

Donghae se dio vuelta y le lanzó un derechazo que Yunho por poco no alcanzó a esquivar. Los gritos de los presentes comenzaron a retumbar en sus oídos y de pronto sintió algo dentro de su cuerpo soltándose; eran las urgentes ansias por destrozar hasta la última facción de Yoochun volviéndose en su contra. De pronto ya no era Donghae quien tenía el frente sino él…Yoochun; imágenes infernales de él y Junsu revolcándose juntos relampagueando en su mente, y súbitamente estaba arremetiendo contra Donghae enardecido, lanzándole puñetazos con una rapidez que sorprendió a su compañero. Yunho era ágil y se movía con velocidad, propinándole al principio puñetazos que Donghae logró bloquear con sus brazos; los ojos de Yunho brillando con un destello desquiciado al enfrentarlo. Donghae logró encajar un par de golpes durante el tiempo que pelearon: rompiéndole el labio y magullándole la ceja derecha con sus puntiagudos nudillos, los demás golpes tan sólo golpearon su torso y sus costados, pero cuando Donghae descuidó su defensa, Yunho logró encajarle un derechazo directo en el rostro que casi lo hizo perder la consciencia con la fuerza,  cayendo de bruces al suelo y escupiendo sangre.

“¡Basta!” Donghae levantó las manos, tosiendo sangre y jadeando, completamente desorientado. Su aspecto deteriorado calando hondo en Yunho, quien volvió a reaccionar al ver a su amigo en el suelo.

“Donghae…” Yunho murmuró, las vitoreas de los presentes animándolo haciéndolo sentir mal, prácticamente como un monstruo. Le tendió una mano y Donghae se levantó, esbozando una media sonrisa.

“Hijo de perra, qué buena derecha tienes” Donghae carraspeó, jadeando y respaldando su peso en el cuerpo de Yunho. “¿Cómo te sientes?”

“Hecho polvo” Yunho lanzó una entrecortada risita, su labio le seguía sangrando y sentía un ojo hinchado junto con sus músculos adoloridos pero jamás, jamás se había sentido tan vivo.

“Esto fue…increíble, jamás me había sentido así”

“Te lo dije. Sabia que lo disfrutarías”

Se voltearon y otra pelea había comenzado al instante. Yunho sentía prácticamente como si le hubiesen quitado un peso de encima. Se sentía fuerte, poderoso…invencible; aquí a nadie le importaba su nombre, su fama, su reputación…aquí simplemente importaba si podía salir victorioso o no. Era…todo lo que necesitaba, sólo así podría matar su frustración.

“Gracias…amigo”

-o-

“¿Hyung, qué te pasó en el rostro?” la abrupta voz de Yoochun lo sobresaltó. Yunho lo maldijo entre dientes, maldijo su hábito de madrugador y quitó la bolsa de hielo de su ojo derecho, lanzando un suspiro.

“Me resbalé y me caí” mintió porque sabía la primera y segunda regla de su nuevo pasatiempo, y no tenía intenciones de hablar de ello y perder su nueva terapia. Gracias a ella Yunho ahora podía estar al lado de Yoochun sin querer matarlo y eso…era un avance.

“¿Tan fuerte que te rompiste el labio?” Yoochun le arqueó una ceja, abriendo el refrigerador y sacando un poco de jugo de naranja. “Parece como si te hubiesen molido a golpes o algo por el estilo”

“¿Bueno y a ti qué mierda te importa?” Yunho le disparó y tuvo que forzarse a controlarse, respirando profundo y conteniendo las ganas de lanzarle un puñetazo. Aun era difícil contener su furia reprimida, el club sin duda era una catarsis…pero Yoochun simplemente se metía bajo su piel y le hacía hervir la sangre en ira, susurrándole que Junsu le pertenecía…

“Ya te dije que me caí” masculló.

“De acuerdo” Yoochun murmuró, descolocado ante la reacción violenta de su Hyung. “Fue sólo una pregunta, no tienes por qué ponerte así…”

“Iré al estudio” balbuceó, levantándose de la mesa y tomando la bolsa de hielo entre sus manos. Algo dentro de su ser le hizo clic cuando pasó por su costado y Yunho no pudo evitar mascullarle lo que tenía atravesado desde que él contó que estaba con Junsu…

“Yoochun, tú y Junsu se ven muy bien juntos…” Yoochun observó el rostro de Yunho y se inquietó, algo en su tono calando hondo  y su expresión. Yunho tenía el pelo enmarañado y un destello asesino en los ojos que le produjo escalofríos.

“Gracias, Hyung” balbuceó y de pronto sintió el brazo de Yunho aferrarse al suyo con aterradora fuerza, casi como si quisiese estrujarle la piel.

“Escúchame bien, Yoochun porque no lo repetiré: si me llego a enterar de que le has hecho daño…voy a matarte. No me importa cuánto tiempo pase en la cárcel, voy a moler tu cara a golpes y bañarme con tu sangre”

“¡Buenos días!” Jaejoong los interrumpió y Yunho lo soltó. Yoochun estaba pálido y con los ojos llenos de terror; Yunho simplemente abandonó la cocina sin decir más.

“¿Y ti qué te pasa? Pareciera como si hubieses visto al diablo” Jaejoong preguntó, arqueándole una ceja.

“Y-Yunho-hyung…” balbuceó, completamente descolocado. “Me amenazó”

“¿Pero qué tonterías estás hablando, Chunnie?” Jaejoong lo cuestionó mientras comenzaba a moverse por la cocina para preparar el desayuno. “Yunho no es una persona violenta y lo sabes”

“Dijo que iba a matarme si lastimaba a Junsu. No lo sé, Hyung…” Yoochun se sentó en la mesa, aun procesando lo que Yunho le había disparado.

“Yunho está…distinto. ¿Le has visto el rostro? Tenía heridas, como si lo hubiesen golpeado o algo. Quizás deberías…hablar con él”

“Probablemente sólo está cansado. Hablaré con él de todas formas, puedes quedarte tranquilo”

Yoochun observó en silencio el ajetreo de Jaejoong para preparar el desayuno sumido en sus pensamientos. La amenaza de Yunho carcomiéndolo dentro, había sonado…tan sombría y tan verdadera que le puso la piel de gallina. Fue traído de vuelta cuando observó a Junsu sentarse junto con él en la mesa, pasándole una taza de café.

“Madrugaste” fue lo que le dijo, dándole un breve beso en la mejilla. Junsu era muy discreto con sus muestras de afecto, sabía que para los otros aún era chocante, y de hecho para él todavía era complicado soltarse con Yoochun. Tenía miedo…y había algo que lo estaba molestando porque desde que Yoochun proclamó su compromiso Yunho y él no habían intercambiado palabra. De pronto el susurro de la voz de su hermano llegó a su mente como un eco infernal: Estás haciendo un mal innecesario…

“Coman ya que se nos hace tarde” Jaejoong los apuró. Changmin le estaba ayudando a lavar los platos; sólo Yoochun y Junsu faltaban por desayunar.

“¿Y Yunho-hyung?” Junsu preguntó al darle un bocado a su sándwich. Yoochun se encogió de hombros.

“Estaba levantado cuando yo llegué a la cocina. Supongo que debió haber comido antes” Yoochun parecía desanimado, como si algo lo estuviese perturbando pero Junsu decidió no presionarlo. Sabía que confiaba en él y por eso esperaría hasta que decidiera hablar de lo que lo perturbaba.

Yunho apareció luego de un rato, apurándolos a todos, y su aspecto perturbó a Junsu en un punto máximo. Tenía el labio roto y el contorno del ojo visiblemente hinchado, ambos nudillos vendados y con señal evidente de marcas de sangre. Quiso preguntar pero ninguna palabra salió de su boca, y supuso que el silencio colectivo no fue solamente por parte de él. Ya todos habían notado su aspecto, pero Yunho en su posición de líder era él que ejercía el orden y el respeto…si algo le había pasado y no hablaba de ello debía ser por algo.

-o-

Durante el transcurso del mes y utilizando sus horarios libres, Yunho volvió al club de la pelea para poder matar la frustración que le provocaba ver las muestras de afecto entre Yoochun y Junsu, y no sentirse tan miserable con ello. A veces se topaba con Donghae y volvían a luchar, y otras Yunho simplemente peleaba con desconocidos. Trataba de que los golpes no le encajaran en el rostro porque volver con visibles marcas de deterioro hacía todo más difícil, y esconder su realidad era un verdadero tormento. Sus nudillos llevaban vendas siempre, sólo los dejaba libres cuando salía en televisión o iba a luchar y golpeaba. En cada pelea, y con cada contrincante Yunho visualizaba el rostro de Yoochun, lo veía con Junsu…besándolo, tocándolo…haciéndole todo lo que él quería hacerle y esto tan sólo lo descontrolaba a un punto máximo, tratando con todas sus fuerzas de moler al contrincante a golpes para borrar las infernales imágenes. No siempre le resultaba y volvía hecho polvo al departamento, una vez casi le revientan un ojo… y tuvo que mentir diciendo que se había golpeado contra un poste en una de sus corridas matutinas en el centro asistencial, pero la realidad de su situación era que necesitaba pelear para soportar la tensión de sus entrañas acumulada en el día a día. Yunho siempre pensó que algún día reprimir tanto le pasaría la cuenta, y definitivamente su situación con Junsu había sido el detonante.

“Mierda” masculló al escupir sangre, llevando una mano a su mandíbula y masajeándola con sus dedos. La pelea había sido ardua y Yunho habría perdido de no haber sido porque su contrincante resbaló, dándole la brecha suficiente a su derecha que se encajó a la perfección en su rostro y pudo derribarlo, pero los golpes que él acertó contra su rostro le partieron el labio y magullaron su mandíbula, el interior de su boca roto y sangrante.

Abrió la puerta del departamento a duras penas, aún se sentía medio mareado producto del encuentro. Miró el reloj de su muñeca: las 2:00 am, todos dormían y podría sanar un poco su estado para no estar tan deteriorado mañana. Para su mala suerte había alguien en el sillón y cuando las luces se encendieron, Yunho llevó las manos a sus ojos para tapar la luz que lo encandiló.

“Yunho-hyung” la suave voz de Junsu lo petrifica en el lugar. Yunho retiró la mano de sus ojos y lo vio allí…con su pijama puesto sentado en el sillón. Era casi como si lo hubiese estado esperando…y Yunho se maldijo automáticamente al pensar en ello. Junsu inmediatamente se levantó, horrorizándose con el aspecto de Yunho: el rostro hinchado y su labio brotando sangre…

“¿Qué te ha ocurrido? ¿Por qué llegas en este estado, acaso alguien te hizo algo? Contéstame, por favor” Junsu prácticamente corrió  a su lado pero Yunho lo detuvo con su voz.

“Estoy bien” murmuró, tosiendo un poco y levantando una mano. Sentía el sabor latente de la sangre en su boca y tenía unas horrendas ganas de escupir pero se contuvo. “No hay nada de qué preocuparse, vuelve a la cama Junsu-ah”

“¿Estás bien?” Junsu le arqueó una ceja, observando sus nudillos ensangrentados. “Hyung, tienes el rostro machucado, el labio roto y los nudillos con sangre. Cualquiera diría que te has peleado con alguien”

“Junsu, de verdad que estoy bien. Salí a correr y me tropecé corriendo, es todo” Yunho lanzó un bufido, decidido a no decir una palabra más acerca del asunto, pero cuando pasó por el costado de Junsu para dejarlo en la sala él le tomó un brazo, reteniéndolo.

“Solías confiar en mí, Hyung. Si tenías un problema yo era la persona a la que acudías. ¿Por qué no puedes contarme que te ha pasado?”

“Porque la primera regla es que no puedo hablar de ello. Pero quédate tranquilo, es lo mejor que me ha pasado en años” Yunho se desasió del amarre con una facilidad que sorprendió a Junsu, evitando su mirada a toda costa.

“No te preocupes por mí, Junsu-ah…estoy bien. Ya vuelve a la cama, Yoochun debe estar esperándote”

Yunho odió lo amarga que sonó su voz pero no pudo controlarse. Su intención no era hacer sentir mal a Junsu, pero tenía demasiadas cosas atragantadas dentro como para mitigar. Caminó hasta la cocina, abriendo el freezer y sacando una bolsa de hielo que había preparado para sus noches post pelea, sentándose un rato en la mesa y rogando porque Junsu no lo siguiera. No tuvo tanta suerte, él siempre había sido insistente.

“No voy a dejarte, Hyung” Junsu apoyó su cuerpo en la puerta de la cocina, observando como Yunho llevaba la bolsa de hielo hasta su rostro. Él tan sólo suspiró, desviando la mirada. ‘Ya me dejaste’…quiso mascullarle pero se contuvo, tragando sangre.

“Por un momento me olvidé de lo insistente que eras” Yunho lanzó una risita que sonó amarga a sus oídos, de pronto maldijo no haber aceptado una nueva pelea…

“Yunho” la voz de Junsu era dulce, casi tierna…como si Yunho fuese un animal salvaje y Junsu tuviese miedo de espantarlo. Se acercó lentamente hasta la mesa, tomando una silla y sentándose a su lado. “Has estado distante y ya…no hablamos como antes” Junsu murmuró y Yunho pudo jurar que su voz se escuchó tan amarga como la suya.

“No quiero molestarte, Junsu” Yunho evitó su mirada a toda costa; sus nudillos le pulsaban y de pronto sintió una urgencia tremenda por tomar la mano de Junsu entre la suya. “Tú ahora estás todo el tiempo con Yoochun”

“Pero sabes que siempre voy a tener tiempo para ti” Junsu le sonrió y fue un gesto tan de amigos que Yunho sintió sus interiores desgarrándose, consciente de que para Junsu él no sería más que un amigo, y había perdido todas las oportunidades con él al no haberse atrevido a hablar antes. Qué injusto era todo, Yunho conocía a Junsu desde mucho antes…podrían haber estado juntos de antes si tan sólo…hubiese tenido el coraje, el maldito coraje. Qué paradójico le parecía ahora que pudiera tener el coraje para pelear a muerte con alguien y sin embargo…era capaz de acobardarse en los ámbitos del corazón…

“Lo sé…” murmuró, incapaz de mirarlo. Quería gritarle que lo amaba y que había sido un cobarde al no decirle nada pero ya estaba todo perdido. Junsu era feliz al lado de Yoochun y eso…era el único consuelo que le quedaba.

“Yunho, tú…” Junsu le dijo, su voz sonando bastante insegura, y provocando que Yunho lentamente desviara la mirada del suelo y lo mirara con ojos curiosos.

“Bueno, Yoochun me comentó que tú…lo amenazaste, le dijiste que lo matarías si él llegase a lastimarme…”

Yunho abrió los ojos de par en par. Claro, había sido el Yunho del club de la pelea con Yoochun…pero eso era incapaz de mitigarlo, Yunho sentía emerger otra persona dentro de su cuerpo en su presencia: el Yunho asesino y posesivo, su faceta más oscura que salía a la luz en sus tiempos libres…

“Eso lo mantengo” fue su respuesta ante la mirada curiosa de Junsu. “Lo mataré si te hace daño, me importa un carajo lo que me pase pero si llegase a lastimarte yo—” fue cortado por los brazos de Junsu que se aferraron a su cuerpo con fuerza. Yunho soltó la bolsa de hielo y ésta se hizo pedazos en el suelo, algo dentro de su cuerpo pulsando y latiendo con fuerza al sentir el contacto.

“Gracias, Hyung. Sé que tu nunca vas a dejar de cuidarme”

“Voy a protegerte…hasta que deje de respirar, Su”

Junsu sintió el corazón latiéndole a mil por hora, y la advertencia de su hermano Junho manifestarse en toda su expresión al tener a Yunho tan cerca. Su corazón jamás latía de esa forma cuando estaba con Yoochun…las palabras de Yunho haciendo eco y cantando por su sangre. Pero él tan sólo lo veía como un hermano más, lo quería proteger como un hermano pequeño…

Se separó de sus brazos con el latido de su corazón tronando con fuerza y aturdiendo sus sentidos. Junsu observó el labio ensangrentado de Yunho, y no pudo contener su cuerpo que se movió por sus instintos, llevando el pulgar a rozar la herida de su labio, la sangre manchando su piel.

“¿Te…duele mucho?” le preguntó. Yunho hizo contacto con sus ojos, aferrando la mano a su muñeca, y de pronto Junsu se encontró hipnotizado por esas orbes oscuras que brillaban con una luz distinta…

“No, me hace sentir vivo”

Se quedaron en silencio, sin romper el contacto visual. Junsu no supo realmente si Yunho se acercó o fue él mismo por inercia…pero de pronto sintió su rostro más cerca. Sus ojos automáticamente se cerraron, anhelando sentir el contacto y rogando porque no fuera un sueño…pero de pronto una voz los sobresaltó y los hizo prácticamente pegar un salto.

“¿Junsu, estás en la cocina?”

Yunho soltó el amarre que tenía en su piel, aun incapaz de creer lo que había pasado…Junsu tan cerca y con los ojos cerrados, como si estuviese esperando por…no, no podía ser posible, ¿o si?. Junsu abruptamente echó la silla hacia atrás, la voz de Yoochun lo había sacado del trance e inmediatamente se paró del asiento. Yunho simplemente recogió los pedazos de hielo restantes del suelo y se los volvió a colocar en el rostro.

“Si, voy enseguida Yoochunnie. Sólo quería un vaso de agua” Junsu miró a Yunho, inseguro y algo avergonzado, sus mejillas levemente teñidas de rojo. Él tan sólo esbozó una triste sonrisa y asintió.

“Vete ya, estoy bien” susurró y él inmediatamente desapareció de la cocina, reuniéndose con Yoochun en el living y volviendo de vuelta a la habitación. Junsu caminaba detrás de Yoochun en silencio, recordando la sensación del rostro de Yunho tan cerca y su pulgar humedecido con la sangre latente de su labio. Culpablemente, Junsu llevó el pulgar a su boca y lamió la sangre, cerrando los ojos y pretendiendo que aún se encontraba en su boca; el ácido sabor metálico lanzando una corriente eléctrica por su  piel…


Siguiente >>

4 comentarios:

  1. Oooohhh por diooooss!!!!!!!!!!!

    la verdad no se que decir, estoy sin palabras.

    Esta historia me gustooo en serio que siii y por favooorr Mery no tardes mucho en actualizarla siiii!!!!!!! *le hace ojitos*

    ResponderEliminar
  2. o por dios, yunho salvaje me encanta de alguna manera debe sacar esas frustraciones, xDDD aunq pobre que llega todo magullado, pero todo lo que estan viviendo es culpa de ambos y más de junsu por intentar escapar cuando sabe que esta acorralado, es un idiota
    aaa quiero conti, tu siempre consigues q sienta algun sentimiento negativo por junsu xDDD y eso es decir mucho, grax por el capo, estare atenta a la contii !!! <3

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estamos de acuerdo en eso Junsu es un idiota XD Ya puedes leer el siguiente cap ;D

      Eliminar