VIOLENT HEART [CAP 2]

Título: Violent Heart [Cap 2]

Autor: Koiko

Parejas: HoSu, YooSu, JaeChun (unilateral)

Género: Drama - Crossover (Película Fight Club), Lemon

Extensión: Three-shot

Advertencia: Violencia, lenguaje.

Nota: Es bastante largo, léanlo con calma xd Recomiendo ver este trailer para hacerse una idea e.e aunque no es necesario haber visto la película para entenderlo, el crossover es sólo de una parte. 

Sinopsis: Sólo perturbaciones muy grandes pueden hacer que hasta el más puro de corazón pierda la razón. Cuando guardas algo dentro, de una u otra forma arremeterá en contra y querrá sangrar…

*****

¿Qué? tú harías lo mismo

En estas circunstancias

Estoy seguro que entenderás...

[Survivalism, Nine Inch Nails]

Junsu  finalmente comenzó a vislumbrar atisbos del extraño pasatiempo de Yunho cuando casi se cumplía un mes de su relación con Yoochun. Yunho se mantuvo igual que siempre, distante…y provocando que a Junsu le pesara el cambio apenas tenía  tiempo de acordarse, pero realmente fue una sorpresa cuando lo escuchó hablar por teléfono, su voz siendo apenas un susurro saliendo de su habitación, que para su fortuna había dejado la puerta entre abierta y haciendo su voz audible cuando Junsu pasó cerca de ella…

“No lo sé Donghae, estoy muy magullado. ¿Sabes lo que me costó ganar la semana pasada? Si termino perdiendo un diente el manager va a matarme y tú sabes cuáles son las reglas. Creo que ya me he tropezado y caído más de diez veces en lo que respecta el mes”

‘Donghae’…a Junsu se le iluminó el rostro, él era la clave para resolver el misterio de las nuevas andanzas de Yunho. Se apegó a la pared, tratando de ser lo más silencioso posible y rogando porque a Yunho no se le ocurriera cerrar la puerta.

“No, no…creo que iré de todos modos. De todas formas no puedo pasar mucho tiempo sin volver. He tenido muchos avances, creo que con el tiempo llegaré a aceptarlo”.

‘¿Aceptar qué?’ Junsu frunció el ceño, las palabras de Yunho inquietándolo al no entender su significado.

“Si, de acuerdo. Hoy a la medianoche quedamos, y prepárate porque el ojo negro lo traerás tú de vuelta” Yunho lanzó una risita, instancia que Junsu aprovechó para desaparecer del corredor antes que él se percatara de su presencia. Tenía que hablar con Donghae…y convencerlo para que accediera a contarle más acerca de las salidas de Yunho, era la única manera de que dejara de carcomerlo.

Se atrevió a llamarlo pasado una hora, con el corazón en la boca y lleno de nerviosismo.

“¿Diga?”

“¿Donghae, eres tú? Soy Junsu, tanto tiempo…”

“¡Junsu-ah!” Donghae exclamó. “Mucho tiempo sin saber de ti. Cuéntame, ¿Cómo has estado? Supe de tu relación con Yoochun, espero que estén bien”

“He estado bien, gracias. Ah, si…Chunnie y yo cumpliremos un mes pronto” Junsu rascó una roncha invisible en su cuello, nervioso. “Yo quería hablar de algo contigo”

“Claro, ¿para qué soy bueno?”

“Se trata de Yunho-hyung” Junsu murmuró y escuchó a Donghae suspirar.

“¿Qué pasa con Yunho?” Donghae mordió su labio inferior, ya sabía a lo que Junsu podría querer llegar…y maldijo entre dientes a Yunho por revelar algo acerca del club.

“Yunho…ha estado saliendo a horarios extraños y siempre llega con heridas y los nudillos rotos. Ahora tiene vendas en sus manos y pareciera que cada vez tiene una cicatriz nueva. Yo…lo escuché hablando por teléfono contigo, quedaron en algo a la medianoche y mencionó que quedarías con un ojo negro. Donghae, por favor…te lo ruego, dime en qué es lo que anda Yunho y por qué llega con tantas heridas a casa…” el tono de urgencia en la voz de Junsu llegó a conmover a Donghae. Al parecer Yunho no había roto la regla, Junsu tan sólo lo había descubierto por si solo. Suspiró pesadamente, era evidente que Junsu sufriría al verlo llegar así…sin darse cuenta de que era por él por quien Yunho luchaba en cada encuentro, luchando contra sus demonios e intentando sacárselo del pecho…

“No puedo hablar de ello, Junsu” susurró, pero él insistió.

“Por favor, Donghae estoy desesperado. No me gusta ver a Yunho así y las maquilladoras se enfadan cada vez que tienen que disimular sus heridas. Todo esto no es sano y tú eres el único que puede ayudarme a entender”

“De acuerdo, voy a ayudarte”  accedió finalmente, volviendo a suspirar. Quizás esta era la solución después de todo...la manera perfecta en que Junsu pudiese encarar a Yunho.

“Te voy a llamar pasado la medianoche, y luego iremos al lugar dónde va Yunho”

“¡Gracias, Donghae no sabes cuánto te lo agradezco!” Junsu prácticamente chilló por el teléfono y él lanzó una risita.

“Sólo espero…que puedas manejarlo”

-o-

Y Junsu creyó que podría manejarlo…realmente lo creyó hasta que vio el verdadero pasatiempo de Yunho, hasta que lo vio allí…en el centro de una aglomeración de hombres que gritaban incentivando la matanza, con el torso descubierto y los ojos enardecidos, arremetiendo contra su oponente en una lluvia de puñetazos. Lo observó caer a golpes, su cabeza chocando con el concreto, manchándolo con su sangre  y lo observó levantarse; lo observó forcejear con el hombre, pegándole a su cuerpo y siendo golpeado a la vez, escupiendo sangre, y finalmente…cuando pensó que Yunho moriría en ese infierno, cayendo nuevamente al suelo por un puñetazo feroz…lo observó renacer, parándose nuevamente, encontrando una brecha directa para encajar semejantes golpes en el rostro de su oponente, quien tan sólo pudo alzar los brazos y clamar que se detuviera, todas sus facciones desfiguradas y brotando sangre. Yunho aún no se había percatado de su presencia porque Donghae lo había camuflado dentro, aduciendo que si descubrían que era nuevo lo harían pelear…pero cuando Donghae se movió tan sólo un poco Yunho reconoció esos ojos…era la misma mirada dulce que lo carcomía hasta en sueños, y que ahora observaba su aspecto ensangrentado con horror: la sangre corría por el rostro de Yunho desde una herida en carne abierta en su cabeza, y tenía el ojo derecho hinchado, achicado producto de la inflamación. Los gritos retumbaban a su alrededor, incitando la nueva pelea pero Yunho tan sólo pudo caminar hacia donde se encontraba Donghae, quien se hizo a un lado para revelar a Junsu a sus espaldas…

“Lo siento Yunho, pero él insistió…”

“Rompiste las reglas” musitó, pero ya sólo tenía ojos para Junsu. Él inmediatamente se acercó y se abrazó a su cuerpo, tomándolo por sorpresa y sobresaltándolo.

“Oh, dios Hyung. ¿Cómo has podido hacerlo?…por un momento creí que te perdería…yo lo sentí” Junsu murmuró contra su torso desnudo, inhalando e intoxicándose con el aroma de Yunho mezclado con el sudor y la sangre. Era un aroma tan intenso que nubló todos sus sentidos, Junsu de pronto se encontró adicto a el…

“Tranquilo, Su. Te hice una promesa y sabes que siempre voy a estar ahí para protegerte” Yunho lo estrechó contra su pecho, suspirando y sintiendo la adrenalina latente por la pelea fluyendo con aún más fuerza al sentir la respiración de Junsu chocando contra su piel desnuda.

“No hagas más esto, Hyung…por favor no lo hagas más…” Junsu murmuró, aumentando el amarre que tenía en el cuerpo de Yunho. Necesitaba sentirlo…necesitaba saber que estaba allí, vivo, y latente contra su tacto.

“¿Hablemos de esto camino a casa si? Ya he terminado” Donghae le pasó su ropa y Yunho le agradeció. Era el turno de Donghae para pelear y Yunho murmuró una disculpa, vistiéndose y sacando a Junsu del lugar antes de que se percataran de que era nuevo y lo hicieran pelear.

“¿No te da miedo?” Junsu le preguntó luego de un rato caminando en silencio de vuelta al departamento. Le había pasado a comprar una botella de agua y Yunho había mojado sus heridas con ella; envolviendo sus nudillos con las vendas que siempre llevaba consigo para empapar la sangre en ellas. Yunho giró el rostro para mirarlo,  extrañado.

“¿Qué cosa?” inquirió.

“Los puñetazos…”

“Ah, bueno…sí, claro que me da miedo. Y el que diga que no tiene miedo cuando está al centro miente porque siempre…se siente miedo, pero estando en la pelea de pronto en lo único que puedes pensar es en que el otro caiga”

“Yo…tuve mucho miedo por ti. Creo que jamás podría pelear de esa manera” Junsu susurró, mordiendo su labio inferior.

“Es que todo es muy violento, pero de eso se trata. Verás, estando en el centro…a nadie le importa mi nombre, mi reputación, o mi fama…allí ni siquiera tengo identidad. Tan sólo soy otro más de ellos y lo único que obtengo al ganar es satisfacción”

“Tiene que haber una razón por la que te guste pelear tanto. No pudiste haber llegado allí así cómo así”

“La hay” Yunho se detuvo, estaban ya en la puerta del departamento. Giró el rostro para mirarlo y se encontró con sus orbes mirándolo directamente a los ojos.

“Allá en la pelea no soy el mismo Yunho que habla contigo ahora. Allá me transformo y dejo escapar mi violencia…yo soy, en parte, una persona violenta y tengo problemas para controlar mi frustración. El club…es tan sólo mi terapia” abrió la puerta, haciéndole un ademan con la cabeza a Junsu para que entrara. El suspiró y entró, Yunho cerrando la puerta tras de si.

“No eres una persona violenta Yunho, yo sé que no”

“Hay muchas cosas de mí que no sabes, Junsu” murmuró, el eco de su voz llegando a sonar prácticamente sombrío. “Y lamento que me hayas visto en semejante faceta, pero ese que viste allí también soy yo”

“No, esa persona no puedes ser tú. El Yunho que conocí  años atrás era cálido y amable, jamás siquiera alzaba la voz” Junsu suspiró, volteándose para darle la espalda.

“Lo quiero de vuelta… susurró al comenzar a caminar a su habitación, no sin antes escuchar el susurro de Yunho que heló hasta la última gota de sangre en su cuerpo…

“Ese Yunho murió”

-o-

“¿Qué pasa, Susu? Estás esquivo conmigo…” Yoochun murmuró, enterrando el rostro en la piel de Junsu y dándole un suave beso pero él se tensó. No podía sacarse la imagen del Yunho enardecido y sediento de sangre que vio en el club de la pelea…y sus últimas palabras aún carcomían cada pensamiento de su mente.

“Lo siento, sólo estoy…cansado” suspiró, girando el cuerpo y dándole la espalda. Yoochun tan sólo lo abrazó por la cintura, apegándolo a su cuerpo en un abrupto movimiento.

“Su…siempre buscas excusas cuando intento tocarte. ¿Acaso no quieres ser mio? Ya llevamos tiempo juntos y me muero por hacerte el amor…”

Junsu se tensó aún más al sentir las manos de Yoochun debajo de su piel. Se sintió culpable con sus palabras, ¿Qué clase de novio era si no lo complacía…? Yoochun tenía razón. Sus ojos se cerraron mientras luchaba por relajarse ante su tacto pero era inútil…todo lo que tenía en mente era Yunho, Yunho…sus facciones ensangrentadas, su torso trabajado y su amplia espalda, el intoxicante aroma que desprendía su piel tostada. Recordó el sabor de su sangre y cuando Yoochun buscó sus labios Junsu se dejó desconectar por la sensación; de pronto eran las fuertes y varoniles manos de Yunho que acariciaban la piel de su bajo vientre, de pronto era su aroma el que inundaba sus sentidos, de pronto eran sus labios los que besaba, y su rostro el que tenía al frente…

“Y-Yun…” jadeó, pero al abrir los ojos y pestañar reiteradamente el dulce rostro de Yunho se desfiguró y la realidad llegó a su cuerpo como un balde de agua fría. Por suerte lo había articulado muy bajo porque Yoochun no se percató de nada y tan sólo lo volvió a besar; Junsu sintió su erección rozar contra su muslo y se paralizó, empujándolo hacia un costado.

“Perdóname, Chunnie. Creo que aún no estoy listo” murmuró al sentarse en la cama, llevando las manos a su rostro y tratando de calmar su agitada respiración. Jamás, jamás había fantaseado con Yunho de semejante forma y menos teniendo a Yoochun al frente, y sólo en ese entonces pudo percatarse de la magnitud de la situación: seguía enamorado de Yunho y quería volver a sentirlo cerca, lo quería de vuelta.

“Junsu, ¿no crees que ya he esperado bastante?  Si te preocupa el dolor podemos usar algo para hacerlo más fácil pero no me dejes así…” Yoochun rodeó los brazos por su cuello, repartiendo besos por su nuca y tratando de atraerlo a la cama pero Junsu se zafó del amarre, levantándose y corriendo hacia la puerta sin decir más. Lágrimas de vergüenza adornaron sus ojos al ser incapaz de entregarse a Yoochun, sabía que él estaba en todo su derecho a reclamarle…era su novio y no lo había complacido, pero ¿qué podía hacer? Seguía prendado de Yunho aun cuando quiso hacer caso omiso a lo que sentía su corazón para tratar de olvidarlo. ¿Qué esperanza tenía si Yunho  tan sólo lo veía como un hermano? Creyó que Yoochun lo ayudaría a olvidar…pero eso tan sólo consiguió que Yunho se alejara de él y finalmente el latente deseo por volver a Yunho fue más fuerte y le pasó la cuenta, trastornando su mente.

Sus pies traicioneros lo llevaron directo a su puerta, golpeando con inseguridad la madera. Escuchó la suave voz de Yunho articular un ‘adelante’. Aún estaba despierto incluso después de semejante pelea…

“¿Yunho-hyung, puedo pasar?” Junsu asomó apenas la cabeza por la puerta. Yunho tenía la luz de su velador prendida y un libro yacía en su regazo. Él asintió, observándolo cerrar la puerta tras de sí y comenzar a caminar con pasos inseguros hasta su cama, deteniéndose al borde de ella.

“¿Su-ah, pasó algo? Yunho lo escudriñó con la mirada. Junsu lucía nervioso y jugaba con el borde de su camiseta, sin alzar la vista a mirarlo.

“¿Hyung, me…puedo quedar contigo un rato? Pelee con Yoochun y no quiero volver a la habitación…” Junsu mordió su labio inferior. Se sentía bastante mal por el asunto con Yoochun y sobretodo al haber fantaseado con Yunho de esa forma, pero no pudo evitar acudir a él…necesitaba volver a sentirlo cerca, estaba  desesperado.

“Claro, Junsu. ¿Quieres hablar de ello?” Yunho dejó el libro en su velador. Junsu lo miró a los ojos, recorriendo los pasos restantes hasta el costado de la cama. Yunho levantó las cubiertas, haciéndose a un lado para darle espacio mientras Junsu trepaba a la cama a su lado, acercándose a su pecho para dejar descansar la cabeza sobre el. Sin poder contenerse Yunho llevó los brazos a descansar en los costados de su cuerpo; estaba batallando una lucha interna por calmarse y no dejar que su latido cardiaco lo delatara. Habían sido años desde la última vez que Junsu y él compartieron cuarto, y definitivamente ahora sentía todo a flor de piel.

“Si te cuento por qué peleamos te vas a enojar…” Junsu susurró, suspirando contra su torso. El aroma de Yunho llegaba hasta sus sentidos, haciéndolo cerrar los ojos al sentirse prácticamente arrullado en su calor.

“Me voy a enojar de todos modos si no me cuentas” Yunho le contestó, y Junsu lanzó un bufido. Con Yunho nunca podía ganar, ya sabía lo obstinado que era.

“Yoochun…”

“¿Qué pasa con el ratón?”

“Él quiere que yo y él…ya sabes” Yunho tardó un momento en procesar lo que Junsu le estaba confesando. ¿Qué diablos quería Yoochun? ¿Acaso quería que Junsu lo dejara…? Iba a despellejarlo vivo.

“¿Ya sé qué?” inquirió, removiendo un poco a Junsu con sus brazos.

“Quiere que yo…me deje…por dios, no me hagas decirlo” imágenes de Junsu en la cama con cierto ratón lo atacaron, haciendo surgir la urgencia que sentía por moler a golpes a Yoochun por tan sólo haberse atrevido a tocarlo…los celos y la furia tronando con fuerza por todo sus sistema.

“Quiere que te entregues a él” Yunho afirmó con voz molesta. Junsu suspiró.

“No quiero que te enojes, Yunho…” susurró.

“Es difícil no enojarme si sé que te presiona” masculló, lanzando un suspiro y articulando algo inseguro.

“¿Y bueno…tú quieres hacerlo? dime la verdad, Su” Junsu se ruborizó a un punto máximo con la pregunta, enterrando aún más el rostro en el torso de Yunho.

“No, no quiero…pero tengo miedo de perderlo. Quizás todos tengan razón y debería dejar de actuar como un niño. Debería hacerlo”

“¡NO!” Yunho exclamó, sobresaltando a Junsu, quien levantó un poco el rostro para mirarlo. “No digas eso, Su-ah”

“Pero—”

“Escucha, Junsu. Si Yoochun te presiona y no sabe esperar ni respetar tus tiempos, simplemente no vale la pena que sufras por él”

“¿Realmente lo crees?”

“Claro que si. Junsu…debe ser especial, ¿entiendes? Cuando decidas hacer…lo que tú sabes, debe ser con alguien que realmente ames y que sepa esperarte hasta que tú lo decidas”

“Gracias, Hyung” Junsu murmuró contra su pecho, aferrándose a su cuerpo con más fuerza. No tardó en sentir sus ojos pesados y lentamente se dejó desconectar con el latido cardiaco de Yunho arrullándolo a la inconsciencia. Yunho se percató de su respiración armónica y suspiró, tratando de calmar los violentos pensamientos que sentía al saber que Yoochun estaba presionando a Junsu. Jamás permitiría que lo obligara a hacer algo que no quisiera…y tan sólo rogó que sus palabras pudieran calar en Junsu, guiándolo a tomar una decisión al respecto.

-o-

“¡Yunho, tengo algo que contarte!” A la mañana siguiente Jaejoong lo atajó en el pasillo, jalándolo de un brazo y reteniéndolo en el acto. “Chunnie regresó a mi habitación hace algunas horas. Estaba destrozado porque Junsu terminó con él, y lo acusó de quererlo sólo para sexo… ¿Sabes algo al respecto?”

A Yunho se le iluminó el rostro. Aquella había sido la razón por la que se despertó solo en la cama y con la esencia de Junsu impregnada en las sabanas como único recordatorio de su presencia. Había logrado dormir  la noche entera con su cuerpo cálido arrimado al lado después de noches y noches de permanente insomnio, despertando como nuevo. Procesó lo que Jaejoong le había comentado, meditando sus palabras: habían terminado…Junsu había pateado a Yoochun. ¿Habría influido su conversación de anoche? Yunho realmente no estaba seguro.

“Sé que Yoochun lo estaba presionando, pero nada más” Yunho tuvo que disimular su felicidad. Estaba eufórico, frenético, y prácticamente quería ir y confesarle sus sentimientos a Junsu antes de que fuese tarde, pero sabía que tenía que darle tiempo…debía de estar lastimado aún por lo de Yoochun.

“Bueno, tendrás tiempo para averiguar. Por lo menos tengo a mi Chunnie de vuelta y eso es algo” Jaejoong le sonrió y estaba por caminar a la cocina cuando el brazo de Yunho lo detuvo; ya conocía esas luces brillando en las pupilas de Jaejoong…

“¿A ti te gusta Yoochun, no es así? Habías estado esperando por esto…”

“Y tú te mueres por Junsu. Estamos a mano, líder” Jaejoong le disparó, perdiéndose por el corredor, y Yunho se quedó helado. Estaba seguro de que no había sido evidente pero Jaejoong…lo había leído como libro.

-o-

Al cabo de unos cuantos días de profundo silencio entre Yoochun y Junsu se volvió a restablecer una cierta calma y la amistad entre ellos se restableció, primero con dudas pero después con firmeza. Junsu volvió a apegarse a Yunho, y él a su vez regresó a ser prácticamente su sombra. Junsu estaba feliz al percatarse de que el Yunho de antes, y que tanto había extrañado lentamente retornaba a su forma de antaño y estaba de vuelta a su lado. Yunho estaba más que eufórico al sentir a Junsu tan cerca, pero algo lo inquietaba al percatarse de que Yoochun apenas le dirigía la palabra, mirándolo siempre con ojos duros y prácticamente fulminantes. Yunho nunca le daba demasiada importancia, supuso que estaba celoso por lo de Junsu, hasta que un día Yoochun se cansó de todo y lo atajó cuando todos iban a dormir, bloqueándole el paso a su habitación en el pasillo.

“¿Qué quieres?” Yunho le preguntó, molesto con la intromisión.

“Que dejes tranquilo a Junsu” Yoochun le respondió y Yunho tan sólo bufó.

“Que yo sepa Junsu jamás se ha quejado de que lo molesto”

“Pero yo sé lo que planeas. Lo deseas…lo ha deseado siempre, y es por eso que lo alejaste de mi” Yoochun bramó con expresión enardecida, mirándolo con ojos perforantes.

“No lo alejé de ti, tú querías apurarlo a hacer algo que él no quería” Yunho le respondió, comenzando a sulfurase ante la actitud reprochante de Yoochun.

“Sólo quería hacerlo decidirse pero él lo tomó mal por lo que le dijiste. Me acusó de quererlo simplemente para sexo y que lo dejaría después, que si no sentía seguro nunca lo haría conmigo… ¡yo lo hubiera esperado! ¡Él problema eres tú, que te metiste al medio y quieres arrebatarme a Junsu!”

“Yo no te arrebaté ni un carajo. Ni siquiera me metí al medio, tan sólo le dije lo que pensaba” Yunho lo miró con ojos oscuros, el brillo enardecido despertando al luchar contra la abismal urgencia que sentía por encajarle un golpe.

“¡Niégamelo ahora, a ver si eres tan hombre!”

“Me estás buscando, imbécil, y me vas a encontrar…”

“¡No tienes cara para negar mis palabras!”

“Debí haber hecho esto apenas supe que lo presionaste” Yunho masculló, alzando el puño pero congelándose al escuchar la voz de Junsu que lo detuvo en el acto.

“¡No, Hyung no vale la pena!” Junsu lo atajó, jalando a Yunho del brazo y reteniéndolo. Él simplemente se quedó inmóvil mirando su figura.

“Y tú…” Junsu articuló, mirando a Yoochun con expresión dura. “Deja de atormentar a Yunho. Él no tuvo nada que ver en nuestra ruptura, fue decisión mía y de nadie más. Así que si sigues molestándolo la próxima vez no voy a detenerlo”

Yoochun pasó por su costado sin decir más, mascullando entre dientes maldiciones en contra de Yunho. Él tan sólo pudo mirar a Junsu con expresión sorprendida.

“Lamento haberte involucrado en esto, Hyung” Junsu murmuró, mirándolo a los ojos.

“Tarde o temprano iba a terminar involucrándome” Yunho se encogió de hombros; Junsu tan sólo le sonrió.

“¿Puedo…volver a quedarme contigo?”

“Claro, con la condición de que no te vayas y me dejes solo por las mañanas. Luego me confundo y pienso que fue un sueño o algo”

“No me iré, Hyung. Te lo prometo” Junsu lentamente, casi con timidez, acercó la mano hasta la suya, rozando sus dedos por las gasas en donde yacían las heridas de pelea de Yunho, sorprendiéndose cuando Yunho tomó su mano entre la suya, entrelazando sus dedos, y le sonrió.

“Confío en tu palabra”

-o-

A la semana siguiente Junsu decidió que era momento de cambiar sus pertenencias al cuarto de Yunho, ya que prácticamente había dormido allí todos las noches. Se percató de que Yunho no había asistido al club en toda la semana, dejando las heridas de su cuerpo sanar y quitándose las vendas de los nudillos. Junsu estaba aliviado, porque verlo irse al club y saber que estaba la posibilidad de que no regresara…muerto por las heridas provocadas lo hacía vivir con el alma en un hilo, pendiente de su regreso.

Junsu sabía que los demás habían salido por unas copas, regresando hace tan sólo algunas horas. No se percató cuando la puerta de la habitación que compartía con Yoochun se abrió y él entró al cuarto, cerrando la puerta tras de sí.

“Yoochun” Junsu exclamó, volteándose a mirarlo. “Me asustaste”

“Junsu…” susurró, mirándolo con ojos completamente distintos. Yoochun había bebido más de la cuenta en el bar, ahogando sus penas en alcohol, y ahora se encontraba totalmente trastornado. Se percató de que Junsu estaba haciendo una maleta con firme intención de cambiar de cuarto, y todos sus instintos salieron a flor de piel. No quería que Yunho se lo arrebatara, no…él tenía que poseerlo primero, Junsu le pertenecía…

Con rapidez se acercó a Junsu, tomándolo por sorpresa y arrojándolo sobre la cama, colocándose encima de él. Junsu tardó un largo minuto en recuperarse del shock y comprender lo que sucedía.

“¡Déjame!” exclamó, forcejeando con su cuerpo pero el ruido fue sofocado por los labios de Yoochun que se azotaron a los suyos furiosamente.

“No. Tendré lo que quiero” Yoochun gimió entrecortado entre sus labios.

“¡NO!” Junsu empujó a Yoochun, intentando quitárselo de encima cuando sintió sus manos intentando desvestirlo. Yoochun tapó con una de sus manos la boca de Junsu para que no pudiera gritar, y aprovechando su fortaleza impidió el movimiento defensivo en él. Junsu rompió a llorar con fuerza, desesperado y denigrado,  ahogándose porque Yoochun no lo dejaba respirar, y lo superaba en fuerza. Rápidamente su mente se iba vaciando gradualmente y un solo nombre llegó a su mente: ¡Yunho!…

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