Título: Normalización (1/2)
Autor: Koiko
Parejas: HoSu - Menciones de YunJae/YooSu (unilaterales) - Leve JaeChun.
Género: Romance, Lemon
Extensión: Two-shot
Nota: Para celebrar el HoSu Day! <3 Basado en el episodio de “Family Outing” donde Yunho y Junsu asisten como invitados. Sólo estoy sacándole provecho al precioso lugar donde los llevaron e.e
Sinopsis: Llega un momento en el cual Junsu se cansa de esperar, y Yunho quiere tener a Junsu solamente para él. El teatro de su actual relación se desmorona y las emociones salen vivas, sangrando a flor de piel.
*****
Y descifrándote podré saber
Si en el infierno encuentro hoy
La cura de esto que me envuelve…
[En la Oscuridad, Munn]
Yunho se quitó los zapatos al instante en que llegó a la playa, sus dedos relajándose al hacer contacto con la arena y caminar más cerca de la orilla, contemplando la noche oscura con una especie de paz interior que no había sentido en años. Estar en un lugar tan idóneo y pacífico lo hacía volver a conectarse consigo mismo.
Decidió sentarse a pasos del agua del mar, siendo el vasto y oscuro océano su único panorama. No podía dormir, el sueño simplemente se escapaba de su cuerpo y por suerte, la casa donde estaban filmando el programa se encontraba tan sólo a metros del mar. Yunho pensó que la villa Haenumee era un lugar realmente pacífico y la nostalgia por estar de regreso en Gwangju, su tierra natal, comenzó a corroerlo. Yunho añoraba la paz y tranquilidad de su pueblo ahora que su vida se había vuelto completamente atareada al cumplir su sueño.
“Sabía que estarías aquí” la voz lo sobresaltó y Yunho giró el rostro, algo pasmado, para mirar la figura de Junsu caminando en su dirección. Llevaba la frazada sobre el cuerpo y los zapatos en una mano, el rostro esbozando una pequeña sonrisa al llegar finalmente a su lado.
“¿También estás desvelado?” Yunho le preguntó cuando lo observó sentarse a su lado.
“Si, siempre he tenido problemas para dormir en otros lados” Junsu suspiró pesadamente y luego de un sólo movimiento cubrió el cuerpo de Yunho con la frazada, acercándose un poco a él para compartir el calor.
“No hace frío, Junsu-ah” Yunho comentó, pero aún así le sonrío ante el gesto. Junsu nunca dejaría de preocuparse por su bienestar después de todo.
“Lo sé, pero Jaejoong me mataría si se enterara de que te he dejado coger un resfriado”
Yunho se tensó ante la mención de Jaejoong. Sabía que Junsu simplemente lo estaba diciendo por costumbre, en el grupo habían adoptado los roles de familia y la insinuación de ponerlo a él como padre y a Jaejoong como madre había quedado prácticamente establecida entre ellos. Fanservice, pensó amargamente. Yunho no era tonto…podía percibir las miradas que Jaejoong le daba; el anhelo en sus ojos que brillaba con luces de algo más. Eran cercanos, sí…lo eran; la personalidad de Jaejoong se amoldaba perfectamente a la suya, uniéndose cual piezas de un rompecabezas y complementando sus falencias. Yunho sabía que Jaejoong era la unión perfecta, prácticamente escogido con pinzas para él, pero…no lo llenaba, Yunho ni siquiera podía llegar a pensar en verlo como algo más…el cariño que le tenía era netamente fraternal. Miró de reojo a la figura de Junsu sentada contemplando el mar y se le erizó la piel al sentirlo tan cerca…pero a la vez tan lejos, su sola presencia provocándole un verdadero big bang de emociones dentro. El asunto realmente no era en contra de Jaejoong, sino de la situación. Haberse apegado a Jaejoong le había significado una cosa: perder la cercanía de Junsu, ya que él también se había apegado a Yoochun e inevitablemente ambos habían terminado lejos, aun estando en la misma banda. A veces…Yunho hasta puede percibir el abismo entre ellos, y el sentimiento prácticamente lo corroe por dentro. Jamás dijo nada, por supuesto que no. Es el líder, y un líder no puede mostrar debilidad, pero a veces…la urgencia por gritarle que lo extraña le carcome hasta el alma.
Se quedó en silencio, sin responderle al sentir la espina de todos sus sentimientos reprimidos dentro atravesando su pecho. Pudo percibir el calor del brazo y hombro de Junsu lentamente comenzando a irradiar hasta su cuerpo mientras ambos contemplaban el mar en completo silencio. Volvía a dolerle y Yunho comenzó a sentir la opresión en el pecho; quería regresar el tiempo, quería volver a los tiempos felices en donde ambos eran inseparables y Junsu tan sólo tenía ojos para él. Pero lamentablemente aquellos tiempos no volverían jamás y Yunho simplemente no podía comenzar a hablarle de un sentimiento tan celosamente guardado dentro de su pecho cuando había pasado tanto tiempo, decirlo simplemente los destruiría más de lo que actualmente estaban.
“Extrañaba esto” Junsu murmuró de súbito, poniendo toda la corriente de pensamientos de Yunho en alto. “Siento que han pasado tantos años desde la última vez que estuvimos solos en alguna parte…”
Yunho repitió las palabras en su cabeza, tratando de grabarlas en su mente para no olvidarlas. Sintió algo dentro de su pecho comenzando a soltarse al pensar que quizás…sólo quizás, Junsu también ha sentido su ausencia, también le ha pesado todos estos años…
“En efecto han sido años” Yunho reafirmó, el suspiro escapándose de sus labios. No supo en qué momento Junsu se movió, pero de pronto sintió el ligero peso de su cabeza descansando sobre su hombro. Yunho inmediatamente respaldó su cabeza a la suya; súbitamente las inseguridades se escapan de su mente. Aquel contacto, aquel simple contacto…fue capaz de reconfortarle hasta el alma y ya no hay dudas, tan sólo está el momento.
Se quedaron en silencio por unos minutos y Yunho pudo sentir la respiración de Junsu tornarse más suave, armónica…casi como si estuviese a punto de caer dormido. Sonrió, supuso que Junsu debía de estar cansado por las actividades que los hicieron realizar durante el día, y le susurró.
“Puedes volver adentro si quieres, no quisiera que te durmieras aquí en la intemperie”
“No, quiero quedarme aquí contigo”
Junsu levantó el rostro de su hombro, clavando sus ojos en los suyos, su expresión reflejando para nada el cansancio y sus ojos quemando con algo que Yunho no pudo descifrar, pero hizo que su pulso se acelerara considerablemente.
“De acuerdo” Yunho contestó en casi un murmullo ante la acechante mirada de Junsu. Se sentía expuesto, vulnerable, casi como si Junsu estuviese mirando a través de él, llegando hasta el fondo de su alma. Sintió la mano de Junsu lentamente acercarse hasta el nivel de su rostro, los dedos apenas rozando la piel; la inseguridad viva y palpable, y se tensó, el gesto tomándolo por sorpresa.
Junsu pudo notar la perturbación de Yunho, él se tensó inmediatamente ante el contacto. Estos no eran ellos…ellos no actuaban así, no eran reacios al tacto ni hablaban como desconocidos. ¿Qué diablos les había pasado? ¿Cómo habían podido permitir que aquel abismo fuese creado en su relación, siendo que años atrás eran prácticamente inseparables? Junsu sabía la razón, la sabía. La distancia nunca fue intencional, sino impuesta…
“¿En qué nos hemos convertido, Yunho?” le preguntó finalmente. Estaba cansado, cansado de todo y sólo quería a su Yunho de vuelta. Ya no quería que se siguieran interponiendo entre ellos, no lo permitiría. Estaba cansado del teatro, cansado de pretender.
La pregunta quemó en el aire, porque tenía muchos mas significados de los que la mente de Yunho pudo llegar a procesar. Pero el mensaje estaba claro para él, más claro que el agua...sabía exactamente a qué se estaba refiriendo, a él también lo había carcomido por años.
“Extraños” Yunho contestó lo que ambos sabían y que los corroía al punto del dolor. “Somos dos extraños, Junsu” evitó su mirada a toda costa, Yunho simplemente no era capaz de enfrentarlo.
Junsu abruptamente enredó los dedos en su cabellera, jalando para llamar su atención. No dejaría que se escapara, estaba harto de que Yunho intentara huir del tema. Su otra mano libre se aferró con fuerza a la línea de su mandíbula. El aliento de Yunho quedando atrapado en su garganta al hacer nuevamente contacto con el fuego de sus ojos.
“Deja de huir de mí” Junsu le disparó, clavando las yemas de los dedos en su mandíbula. Necesita esto, necesita alguna reacción. El sentimiento es mutuo, Junsu sabe que lo es…
“Nunca he estado huyendo” Yunho le respondió, sin bajar la mirada. Sus ojos quemaban con determinación y por un segundo Junsu se perdió en la inmensa oscuridad…
“Te alejaste” Junsu murmuró. La atmosfera se tensó, pero ya era incapaz de reprimir más.
“Tú también”
“Tenías a Jaejoong a tu lado”
Yunho lo había estado esperando, el brote de sangre en la herida. Sabía quiénes eran los culpables, pero tampoco ellos habían tenido la culpa. Esto era culpa de ambos, de Junsu y de él. Ambos se alejaron por miedo, miedo a que por culpa de lo que venían sintiendo de atrás se terminara por destruir a los cinco.
“Nunca estuvo a mi lado y tú tenías a Yoochun”
Ah, pero era obvio…si Junsu nombraba a Jaejoong entonces Yunho le sacaría en cara a Yoochun. No, jamás sería lo mismo…Junsu tan sólo se acercó a él por miedo, miedo a quedarse solo. Junsu podía ver la rapidez con la que Jaejoong se ganaba la confianza y la atención de Yunho; Jaejoong era perfecto en todos los sentidos, ¿Qué opción iba a tener él? Era evidente que Yunho lo preferiría. Ante todos sus miedos apareció Yoochun, que siempre estuvo a su lado. Él era su opción, lo único que le quedaría cuando Yunho terminara de destruirlo…
“Sabes que no es lo mismo”
“¿Por qué?” Yunho le contrarrestó. Ahora los ojos de Yunho habían vuelto a adquirir el fuego de antaño, aquel fuego que brillaba con luces de líder, de alpha, de depredador. Ya no podrían escapar de lo inevitable, esta era su última confrontación.
Su pulgar lentamente fue a acariciar el labio inferior de Junsu. Él cerró los ojos, su boca abriéndose lo suficiente para humedecer la piel. Yunho dejó escapar un sonido desde el fondo de su garganta, necesitado. Había estado esperando por esto, lo había esperado por años. Yunho había sentido el sentimiento crecer desde los tiempos en que vivió junto a Junsu, lo sintió crecer en cada furtiva mirada que Junsu le daba…pero nunca estuvo tan claro, nunca fue tan evidente, y definitivamente jamás había sido sacado a la luz de la forma en que estaba siendo sacado ahora.
Sintió a Junsu más cerca, sus rostros a casi centímetros de distancia, y su pulso se aceleró. No había escapatoria, su corazón estaba hablando por él…
“J-Jaejoong está enamorado de ti” Junsu balbuceó de súbito. Estaba asustado, completamente aterrado ante lo que Yunho estaba provocando en él, ante lo que siempre provocó en él pero reprimió por miedo al qué dirán, y a su reacción. Yunho bufó, no dejaría que Junsu se escapara de la respuesta. Nunca más.
“Yoochun también te ama. Contesta la pregunta”
“Imbécil” masculló antes de reducir la distancia y juntar sus labios. Estaba cansado de esperar, y probablemente no tendrían una oportunidad como esta en varios años más. El beso fue suave, experimental al principio, sólo el roce de sus labios y sus alientos fundiéndose en el aire marino entre sus rostros, pero Junsu jadeó de pronto; el contacto encendiendo un fuego que solamente Yunho es capaz de despertar en él y se presionó más cerca, los labios abriéndose para recibir su cálida y húmeda lengua. Yunho rodeó un brazo alrededor de su cintura, atrayéndolo más cerca.
“Te amo” Junsu suspiró, voz temblorosa contra sus labios ante el calor que comenzaba a acumularse en su parte baja. “Estaba celoso de tu cercanía con Jaejoong y al pensar que podrías corresponderle terminé por apegarme a Yoochun. Jamás pensé que terminaría por alejarnos a semejante punto”
“Yo también estaba celoso. Yoochun se ganó tu confianza y tu cariño en un parpadeo y supongo que terminé por apegarme a Jaejoong para no sentirme tan mal. Por supuesto que no funcionó y tan sólo terminé amándote más”
“¿Nunca pasó nada entre tú y él?” Junsu le preguntó al rodear los brazos por su cuello, volviendo a retomar la cercanía. Ya no había barreras entre ellos y sólo estaba el sentimiento vivo, latente y a flor de piel.
“Nunca estuve con él y jamás lo estaré”
“Bien” Junsu le sonrió, radiante, al volver a acercarse a sus labios. “Porque sabes que yo sólo he tenido ojos para ti siempre”
“Si, creo que siempre lo supe” Yunho atrajo a Junsu más cerca de su cuerpo. Su espalda golpeó la arena con el movimiento al quedar bajo su cuerpo. “Desearía que hubiésemos tenido el coraje para decirlo un poco antes”
“Fueron las circunstancias, amor”
Amor…al escuchar la palabra de los labios de Junsu, reafirmándole que sólo él ha sido siempre el dueño de su corazón, Yunho siente su mundo finalmente completo. Ya no habían pantallas ni caretas, solamente estaban ellos y su amor, como debió haber sido siempre.
Se acercó nuevamente para devorar sus labios como si estuviese sediento de años, sediento de una sed…que sólo Junsu, sus labios, y su cuerpo podrán ser capaces de saciar.
Junsu jadeó cuando sintió las hábiles manos de Yunho en su espalda, comenzando un lento trayecto desde su dorso; dedos colándose bajo su delgada camiseta, las yemas tentando la piel mientras peleaba con fuerza contra su lengua, cada beso tornándose más fuerte, urgente. Junsu se agitó cuando Yunho apretó sus glúteos con fuerza, el gemido escapándose de sus labios sin poder contenerlo.
“N-No sabía que me deseabas con tanta fuerza” Junsu le susurró contra sus labios, ruborizándose ante la situación y el calor, lanzando un pequeño quejido cuando Yunho atrapó su labio inferior entre sus dientes.
“Te he deseado toda una vida entera… ¿Te queda alguna duda?”
Lanzó una risita al trepar a su cintura, presionando a Yunho con fuerza contra la arena. Pudo sentir su miembro erecto a través de la tela del pantalón, el bulto duro y ardiendo contra su figura. La sensación…enviaba un vibrante cosquilleo por todo su cuerpo y unas emergentes ansias viscerales por sentir el roce, la fricción…
Junsu estaba en parte nervioso, pero la excitación pudo más y tentativamente comenzó a rozarse contra él en un deslizamiento suave. Yunho lanzó un gruñido, los ojos cerrándose al arquear las caderas hacia arriba con fuerza. Junsu gimió ante el contacto y las dudas se escaparon de su mente. Necesitaba esto…había estado esperando a Yunho, lo había estado esperando solamente a él, pero quería hacer las cosas más interesantes. Quería devolver la esencia de la época en que ambos iban juntos a la academia. Quería correr, reír y tan sólo ser feliz a su lado. Lo haría recordar.
“No será tan fácil, líder…” Junsu le susurró al bajar el rostro para encontrarse con sus labios, apenas rozando. “Seré tuyo solamente si—” le lamió los labios para ir lentamente a su oído, capturando su lóbulo entre sus dientes antes de susurrarle. “Puedes atraparme”
Y en un santiamén Junsu estaba de pie, fuera de su cuerpo, y observándolo con ojos brillantes.
“Supongo que es una broma” Yunho le dijo al sentarse, arqueándole una ceja al observar el bulto en los pantalones de Junsu. Era evidente que lo deseaba tanto como él…pero aun así…
“Jamás había hablado más en serio” Junsu se acercó para tomar la frazada y luego se la lanzó, comenzando a correr por la orilla de la playa y gritándole.
“¡Tú decides, tortuga!”
¿Pero qué se ha creído? Le voy a demostrar…Yunho escuchó la histriónica risa de Junsu mientras se alejaba e inmediatamente se incorporó, echando a correr detrás suyo. Mientras aumentaba la velocidad ante las risitas de Junsu, recordó cuando Junsu y él echaban carreras en la época del pre debut. Junsu solía tratarlo de lento y usualmente recorrían el trayecto de vuelta a su casa corriendo; Yunho siempre persiguiéndolo de vuelta, como si fuese su más preferido juego. Siempre lo alcanzaba, y Junsu se quejaba de que era tramposo…pero eventualmente terminaba por ceder ante él y aceptar la derrota. Yunho está seguro de que fueron aquellas pequeñas acciones las que lo hicieron caer completamente por él; Junsu hechizó su cuerpo y su alma en aquellos tiempos y lo mantuvo bajo sus efectos. Era su presencia en sí y su chispeante personalidad la que lo hacía acostarse y despertar con una sonrisa en el rostro. Nunca dejaría de fascinarlo.
Yunho sólo podía oír las risitas de Junsu incitándolo a correr más rápido, gritándole que nunca iba alcanzarlo si seguía con esos pasos de tortuga. Craso error…pensó Yunho cuando luego de correr algunos metros tuvo su espalda a su alcance y se lanzó para atraparlo. Junsu chilló cuando sintió el brazo de Yunho aferrándose al suyo, tratando de zafarse para seguir corriendo pero Yunho lo atrajo hacia sí, rodeando los brazos por su cintura y reteniéndolo en el acto.
“Eso es trampa…” Junsu jadeó al nuevamente encontrarse presionado contra su cuerpo, pero realmente ya no le importaba. La sonrisa en el rostro de Yunho había hablado por él, debió haber recordado los juegos y carreras de vuelta a casa, cuando ambos eran tan sólo unos adolescentes llenos de sueños.
“¿Qué importa? Te atrapé de todas formas” Yunho le susurró y luego refugió el rostro en la piel de su cuello, apenas tentando la piel con la punta de su lengua. “Y supongo que eres un hombre de palabra…”
Junsu dejó escapar un pequeño gemido al sentir los labios de Yunho besando su cuello y sus manos dejando el amarre en su cintura para deslizarse hacia arriba, colándose bajo su camiseta para acariciar la piel de su abdomen, largos dedos tentando su bajo vientre.
“Tomaré eso como un si” lanzó una risita que fue sofocada por los labios de Junsu que se azotaron contra los suyos con fuerza en un beso urgente, desesperado; las ansias por volver a sentirlo emergiendo desde adentro y tomando posesión de sus actos.
Junsu gemía contra sus labios, dejándose hacer por las manos de Yunho que lentamente fueron descendiendo desde su bajo vientre, dedos deslizándose con experticia un poco más abajo por la tela del pantalón…
“N-No Yunho, n-no…hagas e-eso…” Junsu se sobresaltó al sentir los dedos de Yunho apenas tentando el largo de su erección. Una mezcla de vergüenza y temor al no haber estado nunca antes con un hombre, todas las sensaciones nuevas y a flor de piel. Junsu lo deseaba…dios…cómo lo deseaba, pero estaba hecho un atado de nervios, ya no pudiendo mantener la faceta seductora de experto. Yunho estaba ardiendo contra su cuerpo en toda su perfecta dominancia, y Junsu…simplemente no quería decepcionarlo.
“Tranquilo” Yunho le susurró, volviendo a posar las manos en su cintura al notar su perturbación. “Lo siento, creo que…estamos yendo muy rápido. Puedo parar si—”
“No” Junsu lo interrumpió, ambas mejillas ardiendo. “Yo quiero…hacerlo” mordió su labio inferior, sintiendo todo su rostro en llamas al articularle. “Pero es sólo que va a ser mi primera vez y—”
“También es mi primera vez con un hombre, sólo me estoy dejando llevar por el instinto”
Junsu le sonrió, girándose para quedar frente a frente y poder rodear los brazos por su cuello, volviéndolo a besar. Sabía que hablaba en serio, y esto lo hizo sentir más seguro.
“No pares” Junsu le dijo al romper el beso, apegándose más cerca de su cuerpo en un roce tentativo. “Quiero ser tuyo Yunho, hazme el amor…”
Yunho lanzó un ronco gemido; escuchar la decisión de Junsu había terminado de excitarlo, ahora poseerlo se había convertido en una necesidad. Tomó su mano y lo condujo un poco más lejos del agua hasta la arena más suave. Yunho lo soltó y luego lentamente se fue extendiendo sobre ella. Junsu lo miró con ojos oscurecidos, era todo lo que Yunho necesitaba para seguir.
“Ven” le susurró, sonriéndole tentativamente. “Siéntate entre mis piernas como hace un rato…”
Junsu se ruborizó ante sus palabras. Claro, había actuado de distinta forma hace tan sólo unos minutos, demasiado embriagado en las nuevas sensaciones y en la excitación que Yunho le provocaba, así que decidió dejar de pensar y tan sólo dejarse llevar. Yunho le extendió la mano y Junsu la tomó, nivelándose hasta su cuerpo para quedar nuevamente aprisionando su regazo, incapaz de contener el pequeño ruidito que escapó de sus labios al sentir el duro bulto en los pantalones de Yunho presionado a su parte baja…
Yunho se sentó para quedar a su nivel, volviendo a capturar sus labios en un beso ya no tan dulce, cargado de la necesidad que por años sintió por él. Su lengua irrumpió con fuerza hasta su boca y escuchó a Junsu dejar escapar un sonido desde el fondo de su garganta, peleando con su lengua con igual fuerza. Ambos brazos rodearon su cuello; Yunho gimió profundo contra sus labios cuando Junsu enredó las piernas por su cintura y se encajó a su cuerpo en un movimiento tortuosamente enloquecedor, el deseo comenzando a nublar cada uno de sus sentidos. Rompió el beso para recuperar el aliento, posicionando el rostro en la piel de su cuello, succionando su piel hasta que la sintió enrojecer, dejando su marca sobre la sensible zona mientras sentía las manos de Junsu recorrer la piel de su espalda en delicadas caricias, sus manos deslizándose bajo su sudadera para clavar las uñas en la piel cuando Yunho succionaba y mordía con fuerza, su aliento agitándose con cada roce de aquella ardiente lengua. Yunho comenzó a jalar el borde de su camiseta hasta que Junsu captó el mensaje y alzó los brazos, facilitándole la tarea.
La brisa marina golpeó su piel, pero Junsu realmente no sabía si temblaba por ella o por la boca de Yunho que ahora viajaba por la nueva piel expuesta, sus labios trasladándose a sus clavículas, lamiendo y succionando para continuar más abajo hasta sus pectorales. Junsu suspiró pesadamente cuando los labios de Yunho atraparon un pezón, soplando y luego tentándolo con sus dedos hasta que se endureció. Junsu volvió a temblar al sentir los labios en su otro pezón y comenzó a ser invadido por la urgencia de sentir el cuerpo de Yunho pegado al suyo, el roce de su perfecta piel canela contra la suya. Yunho detuvo sus acciones cuando sintió a Junsu peleando con el borde de su sudadera. Sonrió al sentir que había despertado, entregándose completamente a su necesidad, y con una tentativa sonrisa le alzó los brazos para que él pudiera arrojar la prenda a un lado, volviendo a acercar su rostro al suyo para capturar sus labios. Sus torsos chocaron en una deliciosa fricción y Junsu jadeó; podía sentir la erección de Yunho presionada como fierro contra su parte baja, la sensación…encendía un fuego dentro de su cuerpo, y unas viscerales ansias que lo estaban comenzando a desesperar. Junsu estaba completamente trastornado por el deseo y necesitaba mucho más…
Ansiando sentirlo más cerca, Junsu recordó lo que había hecho hace algunos minutos atrás y que había desesperado a Yunho. Comenzó a moverse sobre su regazo, su parte trasera rozándose contra su entrepierna en un deslizamiento suave que poco a poco fue ganando velocidad cuando Yunho aferró las manos a sus caderas, lanzando un gemido y presionándolo a su cuerpo con más fuerza.
La barrera de los pantalones le estaba estorbando, Yunho moría por sentir la piel de Junsu contra la suya, así que inmediatamente dirigió las manos al nivel de los pantalones deportivos que Junsu estaba usando por pijama, jalándolos hacia abajo para exponerlo ante él.
“Y-Yun…ho…a-ahh~” Junsu gimió cuando sintió los largos dedos de Yunho acariciando su erección. La sensación de tener a alguien tocándolo era completamente abrumante; los largos dedos de Yunho recorriendo todo la extensión de su erección, acariciándolo con ritmo lento y pausado, haciéndolo sentir en llamas producto de su tacto. Junsu buscó sus labios con urgencia y ahogó un gemido cuando Yunho tentó la cabeza de su miembro con su pulgar, rozando su abertura humedecida y lubricando su longitud con ella. Yunho utilizó su mano libre para jalar sus propios pantalones hacia abajo, su hinchado miembro dolorosamente despierto y ardiendo por profanar el cuerpo de Junsu…
“Tócame, Su” Yunho le susurró al romper el beso, voz chorreando lujuria, lamiendo la comisura de sus labios para luego dirigir el rostro a su oído.
“Mira cómo me tienes…” Yunho tomó una de las manos de Junsu y la llevó hasta su erección. Junsu inspiró una gran bocanada de aire al sentir su hinchado miembro pulsando contra su tacto. El miembro de Yunho era más grande y grueso que el suyo…y Junsu comenzó a preguntarse si realmente encajaría dentro de su cuerpo…
Dejando las inseguridades, Junsu empezó a acariciarlo. Al principio fueron tan sólo roces tentativos de sus dedos, pero luego fue ganando confianza al ser animado por los pequeños jadeos que Yunho dejaba escapar, cogiéndolo con una de sus manos y bombeando de arriba a abajo, sonriendo al escuchar los pesados jadeos que Yunho soltaba cuando iba más rápido. Yunho cogió la erección de Junsu entre su palma, bombeándolo a su vez con sus dedos. Ambos acariciándose mutuamente en ritmos acelerados mientras sus bocas chocaban en besos cada vez más urgentes; lenguas peleando, enredándose y succionando en constantes gemidos ahogados. Junsu mordió sus labios con fuerza cuando sintió uno de los dedos de Yunho tentar su entrada, la sensación arrancándole un ruido bajo desde el fondo de su garganta.
“Si por alguna razón te has arrepentido…esta es tu última posibilidad de escape” Yunho le dijo, dejando de acariciarlo para buscar el contacto visual. Junsu dejó su miembro, mirándolo a los ojos y luego sonriendo. A pesar de todo el deseo que sentía, todavía le estaba dando la opción de reconsiderarlo. No había nada que pensar, Junsu ya llevaba amándolo prácticamente una vida entera y esta era su última prueba de amor. Lo besó con toda la pasión y el amor que sentía, las protestas de Yunho muriendo al nuevamente hacer contacto con su lengua. Junsu hizo presión contra su entrepierna, lanzando un gemido cuando sintió la cabeza del miembro de Yunho rozándose entre sus glúteos.
“E-Espera” Junsu lo escuchó murmurar en un pesado jadeo. “T-Tengo que…prepararte”
Asintió y lo observó llevar los dedos hasta su boca. Junsu abrió sus labios para succionar los dedos de Yunho con fuerza, cubriéndolos con su saliva. Yunho lanzó una especie de gruñido al verlo; la escena despertando un erotismo que hasta el día de hoy no sabía que Junsu poseía. Yunho aferró las manos a sus caderas para levantarlo mientras Junsu tomaba soporte en sus hombros. Un largo dedo se introdujo dentro y Yunho gimió al sentir la estrechez del cuerpo de Junsu. Era increíblemente apretado y su miembro comenzó a pulsar, rogándole que se enterrara de una vez por todas dentro de su cuerpo. Yunho contuvo las viscerales ansias mientras comenzaba a estirar los músculos haciendo movimientos circulares.
“¿Cómo se siente?” Yunho le preguntó, buscando su mirada. Junsu tenía los ojos cerrados y su rostro estaba un poco comprimido. Sus ojos se abrieron al escuchar la pregunta y Yunho sonrió al observar las pupilas dilatadas en la despertada lujuria.
“Algo extraño…” susurró, lanzando un quejido entrecortado cuando Yunho introdujo un segundo dedo, estirando ambos dentro.
“¿Y ahora…?” Yunho los deslizó un poco más dentro, inclinándolos hacia arriba, saliendo y entrando hasta que pudo golpear un punto que arrancó un agudo gemido de sus labios.
“B-Bien” jadeó, todo su cuerpo había temblado ante ese sólo contacto. Yunho sonrió, satisfecho, y nuevamente repitió el movimiento.
“A-Ahh…Yun-ho, e-eso se siente…b-bien…” Junsu tenía los ojos cerrados mientras su cuerpo inconscientemente hacia presión contra los dedos de Yunho que aún se movían dentro de su cuerpo.
“¿Quieres que se sienta aún mejor?” Yunho le susurró, voz profunda y sensual, lamiendo su lóbulo y Junsu estaba seguro que se quemaría en el fuego. El calor era insoportable; estaba consciente de lo excitado que estaba, y del efecto que tenía la sensual voz de Yunho sobre su cuerpo, que le arrancaba tan pecaminosos sonidos desde el fondo de su garganta…
“S-Si…” Junsu jadeó su respuesta. El amarre en sus caderas se incrementó y lanzó un ruidito cuando los dedos de Yunho abandonaron su entrada, pero luego él lo niveló hasta su erección y la cabeza de su miembro lo rozó en un deslizamiento tentativo.
Yunho tan sólo introdujo la punta de su miembro por su entrada, usando todo el autocontrol que poseía para contenerse y no irrumpir dentro de su cuerpo de una sola estocada. Junsu gimoteó con el contacto, frustrado, quería sentir esa explosiva sensación de nuevo…y abruptamente se presionó un poco más abajo pero siendo retenido por el amarre de Yunho en sus caderas.
“Yunho…” lanzó un agobiado gemido. Junsu estaba ardiendo por algo que jamás pensó que desearía con tanta desesperación. “Por favor…”
Yunho gruñó, incapaz de contenerlo más. Su amarre cedió, dejando caer el cuerpo de Junsu sobre el suyo y lanzó un gemido al sentir toda la piel de su miembro siendo aprisionada por completo por sus estrechos músculos. Junsu gritó, refugiando el rostro en su cuello y mordiendo su hombro en una forma de contener el desgarrador dolor que lo recorrió de pies a cabeza.
“Yun…ho…d-duele… ¡D-Dios, c-cómo duele!” su respiración se tornó errática; Yunho estaba completamente dentro de su cuerpo, abriéndose paso a costa de su dolor. Junsu se aferró a su figura con fuerza, sus uñas clavándose y dejando marcas enrojecidas sobre la piel para apalear el desgarro; todo su cuerpo en tensión al tratar de contener los quejidos, sus músculos quemando y desgarrando en el dolor por la brutal expansión.
“Y-Ya pasará, lo juro” Yunho le susurró, manteniéndose estático dentro a pesar de que la estrechez lo estaba invitando a embestirlo sin consideración alguna. Sus manos acariciaron su espalda en gesto delicado, tratando de calmarlo.
“Su, tranquilo. Deja de tensarte, ábrete para mí…”
Yunho buscó sus labios nuevamente, besándolo en un intento por distraerlo del dolor. Junsu se dejó hacer por su boca, su lengua enredándose a la suya en el beso que cada vez se tornaba más ansioso, desesperado. En algún momento de aquellos besos su cuerpo comenzó a ceder ante la ardiente distracción, y Junsu inconscientemente se movió contra su erección.
“S-Si…así…” Yunho gimió con el movimiento y decidió empezar el ritmo, arqueando las caderas hacia arriba e incitando a Junsu a moverse junto a él, sus músculos apenas cediendo ante la presión.
“Ábrete para mí, déjame llenarte…” Yunho le susurró y Junsu arqueó la cabeza hacia atrás, gimiendo cuando sintió que él encontraba su punto y lo golpeaba con la cabeza de su miembro, desligándolo por completo del dolor para dejarlo de lleno al placer…
“Yunho…” Junsu gimió; el movimiento lo había hecho ver estrellas y comenzó a rebotar con más fuerza contra su miembro, buscando sentirlo más dentro, queriendo todo de él.
“Yun-ho… ¡mmh-ahh!…n-no, no…pa-res… ¡ahh! ¡D-Dios!...se…siente…t-tan…b-bien…” Junsu ya no podía contener los gemidos, el placer era indescriptible y lo consumía por completo.
“E-Eres tan estrecho…” Yunho jadeó contra su oído, su agitada respiración como brisa ardiente sobre la piel. “Tan apretado y ardiente…” succionó su lóbulo con fuerza al arquear violentamente las caderas hasta el fondo, escuchándolo gemir en éxtasis.
“Gime para mí…” Yunho le dijo, su sensual voz haciendo eco en todo su cuerpo. “Grita mi nombre, quiero escucharte”
Y como si fuese posible Yunho logró excitarlo aún más. Cogiéndolo por las caderas para retirarlo de su miembro y luego nuevamente irrumpiendo dentro de su cuerpo, enterrándose tan profundo dentro…tan profundo que Junsu realmente dudaba si era posible, pero le provocó una erupción de gemidos que tan sólo llevaban su nombre…
Yunho aumentó el ritmo de sus estocadas al punto de tener sus gemidos yendo en aumento ante cada nueva rápida irrupción de su miembro. Junsu sentía que moriría incinerado por el fuego si no llegaba al clímax en los próximos segundos…y es que la dulce tortura lo estaba desesperando; jamás había sentido tanto placer, y con una última estocada a su próstata explotó en el orgasmo más intenso de toda su vida, su semilla chorreando por todo el abdomen de Yunho. Se aferró con fuerza a él, refugiando el rostro en su cuello pero Yunho no tenía intenciones de detenerse…al menos no todavía.
No supo realmente cuánto tiempo pasó, estaba perdido en el frenesí de sus labios y de su cuerpo y la noción del tiempo fue completamente olvidada. Volvió a poner los pies en la tierra cuando el orgasmo de Yunho hizo eco en todo su ser y su semen ardiente quemó hasta el último rincón de su cuerpo; fuego líquido escurriéndose y llenándolo por completo.
“O-Oh, dios…” Junsu jadeó al volver a recuperar el juicio, desplomándose sobre el torso de Yunho con el cuerpo completamente empapado en sudor, apenas capaz de balbucear.
“Y-Yo…e-eso…fue… ¡Dios! fue…increíble”
“No tengo palabras…” la respiración de Yunho lentamente volvía a la normalidad, sus brazos cerrándose contra la figura de Junsu en un gesto protector.
“Deberíamos haberlo hecho años antes”
“Mmm” Junsu asintió contra su torso. “Pero te aseguro que vamos a recuperar el tiempo perdido…”
Le lamió el cuello y Yunho lanzó una risita, estrechándolo con más fuerza.
“Confío en tus palabras” lo escuchó bostezar e inmediatamente lo removió contra sus brazos. “¿No estarás pensando en dormir en medio de la playa o si? Tenemos que volver a la casa”
“¡Aish!” Junsu exclamó, no queriendo moverse. “Por un momento había olvidado que estamos grabando el programa…”
“Ajá” Yunho revolvió sus cabellos, liberándolo del amarre para que Junsu pudiera levantarse. Ambos se vistieron rápidamente; Yunho arqueándole una ceja a Junsu cuando lo vio comenzar a caminar de forma extraña…
“¿Estás bien?” reprimió una risita al observar su expresión de desagrado. “¿Seguro que puedes caminar?”
“¡Yaa, déjame!” Junsu frunció el ceño, caminando y dejándolo unos pasos atrás. “Sólo estoy algo…dolido”
Yunho le sonrió y se acercó para abrazarlo por la espalda. “Puedo cargarte de vuelta, no me hagas sentir culpable”
Junsu suspiró al sentir sus brazos, una de sus manos entrelazándose a la suya.
“Descuida Yunnie, no es un mal dolor. Digamos que me siento…deliciosamente adolorido”
Junsu giró el cuerpo, rodeando los brazos por su cuello y volviendo a juntar sus labios en un beso dulce, suave, cargado de todo el amor que sentía por él y que ahora se desbordaba hasta por sus poros.
Finalmente, Yunho terminó persuadiéndolo y Junsu recorrió el camino de vuelta a la casa entre sus brazos, dejándose caer en la inconsciencia arrullado por el calor de su cuerpo...
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