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En la sección [Fanfiction] arreglé la mayoría, pero aún me faltan estos:

Beautiful Dirty Rich
Cuando el Sakura Florezca
Fairies and What!?!
Love is a Force of Nature
Lust Caution
Scut Hamsters
The Reunion
The Year Without Santa

Los fics están, sólo que les costará ubicarlos.

3 feb 2014

[ADAPTACIÓN] NO TE PREOCUPES MAMÁ [CAP4]

Título: No Te Preocupes Mamá
Título Original: Don’t Worry Mama
Autora Original: Konohara Narise
Adaptación por: Mery
Pareja: HoSu
Género: Romance, Lemon
Extensión: Serial
Declaración: La trama no me pertenece.
Sinopsis: Si estuvieras varado en una isla desierta y pudieras elegir a la persona que te hiciera compañía, ¿a quién elegirías? Hubiera preferido ahorcar a Junsu con sus propias manos antes de seguir escuchando sus insistentes quejas pero cuando los días se convirtieron en semanas, Yunho se encontró anhelando la compañía de Junsu más que a la misma civilización.

¿Podrán ambos encontrar un amor prohibido en esta isla tropical? O, ¿podrán Yunho y Junsu vivir sus vidas en esta isla desierta con la persona que menos toleran en este mundo?
*****

Capítulo 4

La lluvia se detuvo más adelante por la tarde y mientras Junsu dormía, Yunho regresó a su propia casa. Cuando regresó a la mañana siguiente, Junsu estaba levantado y dando vueltas. Estaba sonriendo y dijo que su estómago ya no le dolía, parecía que la medicina había funcionado muy bien. Yunho trajo papas cocidas al vapor haciendo que salieran chispas de los ojos de Junsu. Él las comió como si fuera el alimento más delicioso del mundo y su placer infantil provocó una sonrisa en el rostro de Yunho. Se encontró a si mismo mirando a Junsu pero luego se sintió incómodo cuando comenzó a darse cuenta de ese hecho. Cuando él hubo finalizado de comer, Junsu se colocó como un gato saciado.

—Junsu—, el “Sr.” había sido dejado de lado.

—¿Qué pasa?—, el gran hombre no se levantó pero giró su cabeza.

—Ya ha pasado una semana desde que nos han dejado aquí. Al principio pensamos que alguien vendría pero eso no ha pasado, no sabemos por qué. Así que debemos hacer nuestro mejor esfuerzo para pasarla lo mejor posible antes de que alguien venga.

Junsu se levantó y asintió con una expresión seria. Entonces Yunho dijo—. No queremos que te enfermes nuevamente. Estas son circunstancias inusuales y si vamos a vivir juntos debemos ayudarnos el uno al otro.

—Estoy de acuerdo—, la respuesta fue rápida y positiva, un cambio que hizo que Yunho hiciera una pausa. Aclaró su garganta y continuó.

—Si vamos a vivir juntos deberíamos de dividir las tareas domésticas. Yo buscaré comida y cuando esté fuera tú puedes cocinar y limpiar aquí.

—¿Quieres que yo cocine?—, los ojos de Junsu se redujeron y su frente se arrugó—. Mamá siempre dice que los hombres no pertenecen a la cocina.

—De acuerdo. Entonces tú puedes buscar comida. Por mi está bien.

Junsu sacudió su cabeza. Incluso él sabía que no estaba hecho para esa tarea. Ahora llegaba la parte importante. Yunho puso sus manos sobre sus caderas.

—Desde ahora seré el líder.

Junsu fue tomado por sorpresa y frunció el ceño.

—¿Estás diciendo que debo seguir tus órdenes?

Yunho sonrió.

—No soy tú, por lo que no podría decir nada que no tuviera sentido. Si no te gusta esto, no podré vivir contigo. Nos separaremos y cada uno cuidará de sus propias necesidades como lo hemos hecho.

Junsu podría rehusarse fuertemente pero él no tenía las habilidades para hacerlo por su propia cuenta.

Este era el comienzo de su segundo intento de vivir juntos y procuraron que fuera un buen comienzo. Una vez que Yunho afirmó su dominio, Junsu mostró poca resistencia. Ellos decidieron que vivirían en la casa que Yunho había estado usando ya que estaba en mejores condiciones. Una vez que decidieron las tareas domésticas que harían cada uno, Junsu trabajó duramente. No estaba contento con el prospecto de cocinar -nunca había tomado un cuchillo antes- pero una vez que lo hizo, encontró que era bueno en ello. Aprendió a usar sal y hiervas para dar sabor e incluso tenía talento para arreglar comida de forma apetitosa sobre un plato. Tenía un mal hábito de comer entre comidas pero Yunho pretendió no darse cuenta porque no quería parecer que insistía sobre ello.

Una vez que se acostumbraron a la vida en la isla, las noches se volvieron tediosas. Encontraron velas y permanecían despiertos hasta tarde. Pero sin televisión y radio las noches parecían demasiado largas. Entonces Junsu encontró una pila de cartas en la casa. Ellos jugaban cartas para pasar el rato y cuando estaban cansados hablaban.

—Papá murió en un accidente de auto cuando yo era joven. Es por ello que mi mamá nunca me permitió sacar la licencia. No me importaba empezar a manejarme a cuestas de otros pero algunas veces me gustaría hacerlo por mí mismo—, Junsu ya no actuaba como su jefe sino más bien como un colegial ingenuo.

—Eso es lo que dice tu madre. Si quieres una licencia entonces deberías obtener una. Incluso si tu padre murió en un accidente eso no significa que tú también lo hagas. Si sigues las reglas de seguridad y no conduces rápido no deberías estar envuelto en un accidente.

Junsu no podía ocultar su placer.

—¿En serio? Siempre he querido manejar pero ella nunca me dejó. Cuando regresemos le diré que quiero obtener una licencia de conducir.

—No necesitas el permiso de ella. Puedes obtener una si lo quieres. Eres un adulto. Puedes tomar tus propias decisiones.

Junsu miró hacia un lado y permaneció en silencio.

—Piensa en ello. Los padres usualmente mueren antes que sus hijos. Si tu madre muriese y tú no pudieras tomar decisiones, ¿qué es lo que harías?

—¡No hables de esa manera!—, Junsu frunció sus labios y se dio la vuelta. Él siempre hacia eso cuando no le gustaba algo. No era bueno tratar de hablar en ese momento con alguien con ese tipo de hábito. Si Yunho lo dejaba ser, el humor de Junsu seguramente mejoraría por la mañana.

—Tú pareces mucho más maduro que yo, incluso siendo más joven. Eso me hace enojar—, dijo Junsu.

—Soy normal. Es como tú has dicho: un niño de mamá.

—Incluso en la escuela o en la universidad nunca he tomado mis propias decisiones. Siempre he hecho lo que mamá me ha pedido. Pero todo funcionó. Mamá incluso fue la que decidió que debía conseguir un trabajo con nuestra compañía—, cuanto más hablaba el hombre, más confirmaba su dependencia de su madre.

—¿No has tenido sueños acerca de lo que querías ser cuando crecieras?

Junsu no respondió en ese momento y parecía reacio a decir algo. Su única vela parpadeó por una gota de humedad.

—Me gusta el vino…, y hubo un tiempo en el que quise ser un sommelier (*). Le dije a mi mamá pero ella me dijo que debía olvidarme de un trabajo tan inestable como ese.

—Ese es un mal golpe. Incluso si tu madre lo objetaba, deberías de haber seguido adelante con tu sueño. Realmente no te agrada tu actual trabajo, ¿no es así?

Junsu quedó shockeado cuando fue confrontado a la dura realidad.

—La gente puede decir apenas trabajando contigo que tu corazón no se encuentra en ese trabajo. Es por eso que a nadie le agradas.

—¿A nadie…?—, Junsu estaba obviamente herido y tal vez un poco aturdido.

Yunho dudó. Él no sabía si decirle a Junsu lo que los otros decían acerca de él. No quería lastimarlo más pero podría ser constructivo…

—A mucha gente no le agradas. ¿No sabes por qué?

—¿Por qué soy gordo?

Yunho sonrió a continuación pensando que debía dar una mejor explicación.

—Eso es solo secundario. Nunca te disculpas cuando cometes un error, sin embargo, cuando alguien comete un error tú lo regañas. Eres el típico ejemplo de alguien que es muy blando consigo mismo pero muy duro con los demás. Nadie quiere tener un jefe así.

Solo estaban ellos dos. Junsu no tenía donde huir, aun cuando quisiera hacerlo. Él miró fijamente el suelo y mordió su labio.

—Tal vez si fueras bueno en tu trabajo, si pusieras todo tu empeño en ello, habrían personas que quisieran seguirte. Si no haces esto no conseguirás que te respeten. Así son las cosas. Pero tienes esta oportunidad para cambiar. Recuerda la regla de oro: no hagas a otros lo que no quieres que te hagan a ti. Antes de hablar, piensa en cómo afectarán tus palabras a los otros. Si haces esto, tu reputación mejorará seguramente.

Algo cayó en el suelo. Junsu parecía estar sumergido en sus pensamientos. Yunho debió haber tocado algún nervio en él. Junsu no era inconsciente de sus problemas y cuando fueron señalados tan claramente, se sintió con pesar y las lágrimas brotaron.

—Tal vez mis palabras fueron demasiado rudas. Lo lamento.

—¿Qué te importa a ti? Soy mayor que tú—, sollozaba Junsu. Sus lágrimas eran incontrolables mientras limpiaba su nariz con la manga.

—Puede lastimarte lo dicho pero no actúes como si fueras mayor que yo. Pareces más como un hermano menor.

Yunho pasó su mano sobre la cabeza de Junsu aun pensando que se sentía extraño el hacerlo. Después de acariciar su pelo gentilmente por un par de minutos tocó la barbilla de Junsu. La piel era suave y se sentía bien y la frotó como si fuera la barbilla de un gato. La mirada en los ojos de Junsu le decía que estaba incómodo, entonces alejó sus dedos de él con una sacudida y rió entre dientes.

—No tienes mucha barba. Apenas tienes algún pelo—, era la única excusa que se le vino a la mente para justificar el haberlo tocado. Junsu se tocó su propia barbilla.

—No hay nada de barba aquí. Sin embargo, definitivamente tú tienes una barba.

—Eso es porque no me he afeitado en 10 días.

Yunho llevó su mano a su descuidada barba. Incluso su aspereza lo lastimaba pero no había mucho que él pudiera hacer. No habían encontrado nada que se asemejara a una maquinita de afeitar.

—Siempre he querido una barba desarreglada como esa. No tengo mucho vello en mi cuerpo y me pone triste cuando me veo desnudo. Lo que realmente quisiera tener es una buena extensión de vello sobre mi pecho o en mis piernas.

Cuando Yunho lo escuchó decir que no tenía mucho vello se preguntó si tenía algo en su parte íntima. Él imaginaba suaves penachos similares al cabello de su cabeza, finos y delicados, parecidos al de un gato y se encontró a si mismo excitado.

—Um… ¿Vamos a la cama? No debemos desperdiciar la vela.

Junsu asintió, entonces ellos apagaron la vela y se acostaron en el futón. Yunho rezaba para que su bote viniera pronto. Esto se estaba poniendo demasiado peligroso. Y, ¿qué estaba en peligro? Pues…, la virginidad de Junsu.

**

Jung Yoochun viajaba por el puerto de Hamamatsu buscando a su hermano quien había estado desaparecido por dos semanas. Acompañado por la Sra. Kim, la madre del jefe de su hermano. Dos semanas atrás, la compañía de su hermano había quebrado. Poco después, Yoochun, quien se había mudado de su casa después de haberse casado y ahora vivía con su esposa embarazada, recibió la llamada de sus padres diciendo que Yunho no había regresado a la casa y de eso hacía ya 5 días. Yunho frecuentemente viajaba por negocios y no era poco común para él estar fuera por dos o tres días sin decir algo. En este caso les había mencionado sobre el viaje pero no dijo dónde se iba. Yoochun trató de comunicarse con su compañía pero nadie habló con él. Incluso fue en persona. Una mujer de la compañía le dijo que el viaje había sido a “Okinawa”. Yoochun tomó tiempo libre de su trabajo y voló a Okinawa pero no encontró señales de su hermano ahí. Esto lo convenció de que debía realizar un reporte de persona perdida a la policía lo más pronto posible.

A su regreso del fallido viaje, conoció a la Sra. Kim. Ella también había ido a Okinawa para buscar a su hijo pero también volvió sin tener pistas sobre su paradero. En la desesperación ella decidió visitar la casa de la persona con la que su hijo había realizado el viaje. Yoochun no sabía que el jefe de Yunho estaba desaparecido también. Su jefe “hombre”, notó. Tenía un fuerte sentimiento acerca de ello. Tal vez sus padres tuvieran el mismo pensamiento porque cuando sus ojos se encontraron pudo ver la preocupación en ellos. Quiso preguntarle a la madre de Junsu si su hijo era gay y si había alguna chance de que hubieran huido juntos. Pero no pudo encontrar las palabras para decirlo mientras ella lloraba en su pañuelo. Comparando sus historias, ellos determinaron que no había forma de que hubieran ido a Okinawa, entonces Yoochun volvió a la compañía de su hermano nuevamente. Muchos del personal habían sido despedidos el mismo día que la bancarrota fue anunciada y el edificio estaba bastante vacío. Yoochun buscó en una pila de papeles sobre el viaje de su hermano y descubrió que el viaje a Okinawa había sido hacía un año. En esta oportunidad había ido a la isla Fuchi para buscar hierbas.

Yoochun viajó a Hamamatsu con la Sra. Kim donde ellos conocieron a un pescador en sus cincuentas que supuestamente había llevado a los dos hombres a la isla. Ellos hablaron con el hombre cuando éste regresó de su día de pesca y él les dijo que había llevado a los dos hombres a la isla Fuchi hacía dos semanas atrás. Pensaron que finalmente habían encontrado la raíz del misterio pero se decepcionaron al encontrar que ese hombre solo los había llevado allí; otro los recogería. Ahora ellos debían encontrar al otro pescador. Consultaron al gremio de pescadores y preguntaron el nombre y dirección de quien se suponía iría a recogerlos. Fueron a la casa de éste inmediatamente pero algo no estaba bien. Había una señal de luto en la puerta. Miraron a escondidas y fueron llevados adentro por dos mujeres de mediana edad. Allí vieron un altar budista nuevo y una foto en blanco y negro del difunto, Genzo Ikerohata, mirando fijamente hacia ellos. Una de las mujeres, la hija del difunto, llevó un dedo a sus ojos.

—Fue hace cinco días atrás. Volvió del día de pesca, se recostó y nunca despertó. El doctor dijo que fue sin dolor.

Yoochun estaba en shock pero ellos no podían irse aún, incluso pensando que Genzo no podía responderles sus preguntas. Él tenía que ver si ellos podrían obtener alguna información.

—Entonces, ¿sabe si Genzo fue a la isla a recoger a dos empleados de la compañía farmacéutica coreana hace dos semanas? —, preguntó con su básico japonés.

Su hija pensó por un segundo.

—Deben de saberlo los del gremio. Preguntaré.

Ella llamó al gremio de pescadores.

—La mujer parece recordar a su hermano—, ella le entregó el teléfono a Yoochun, quien habló con Tae Yoshiwara.

—Oh, la gente de la farmacéutica. Recuerdo una llamada que decía que el barco estaba atrasado. Llamé a Genzo por la radio y él dijo que estaban a bordo y estaban regresando. Eso significa que ellos regresaron al puerto.

Yoochun colgó y encontró a la madre de Junsu mirándolo expectante.

—Ella dice que regresaron de la isla. Ahora sabemos que ellos han desaparecido después de todo.

—Entonces, ¿dónde están?

—Um…

La hija de Genzo tímidamente dijo.

—Acabo de recordar que mi padre dijo una vez que ellos regresaron al puerto y que los llevó a la estación de tren de camino a la casa de su amigo. Estoy segura que eso fue lo que dijo.

—¿A la estación de Hammatsu?

Ahora ellos podían seguir el rastro hasta la estación pero después… ¿Hacia dónde? Yoochun no podía eliminar el miedo de que ellos hubieran huido juntos. Pero lo que ellos no sabían era que Genzo había recogido a los ornitólogos y los llevó luego a la estación. Su hermano y su jefe aún se encontraban en la isla desierta.

**

Ese día Yunho se levantó en la mañana pensando en un plan. Quería tomar un baño. La casa abandonada tenía una bañera he intentaría usarla. Era similar a una larga caldera negra, un tipo de bañera común en el campo. Debías poner el agua y luego encender el fuego debajo para calentarla. Yunho limpió la bañera por la mañana y luego la llenó con agua traída desde el pozo. Colocó debajo la leña que había estado recolectando y encendió el fuego.

En apenas una hora el agua estaba lo suficientemente caliente. Colocando su mano dentro encontró que el agua estaba perfecta. Estaba tan emocionado que fue hacia la cocina y jaló a Junsu al baño sin decirle una palabra. Este último realmente se sorprendió -Yunho no le había dicho acerca de su plan- y saltó de alegría.

—Yunho, ¡eres impresionante!

Yunho estaba seguro que esa sería su reacción. Ciertamente, Junsu estaba muy dejado. Podría tomar el jabón que había encontrado y que habían estado usando cada noche para lavar como pudieran sus manos, sus ropas y el resto de su cuerpo. Habían pasado dos semanas pero Yunho aún se sorprendía de lo sucio que se ponía su cuerpo. Vistiendo en ropa interior encontró a Junsu asando, sobre el fuego de una parrilla, la carne de conejo, las zanahorias y los pimientos.

—Cuidaré del resto. ¿Por qué no tomas un baño?

Los ojos de Junsu se iluminaron con el sonido de la palabra “baño”. El gran hombre desapareció dentro pero después de un corto tiempo, Yunho escuchó un aullido desde el baño. Se apresuró a ir allí para saber qué había pasado y encontró a Junsu desnudo y enrollado como una bola sobre el piso.

—¿Qué pasó?

—Está caliente… ¡Me quemé!

Yunho introdujo una mano en el agua pero encontró que la temperatura estaba perfecta.

—No está caliente.

—No es el agua. Mis pies. Mis pies se quemaron.

Yunho entendió cuando miró en la bañera.

Se colocaba la leña del fuego debajo para calentar el agua, con lo cual la parte inferior de la bañera se ponía muy caliente por ello se debía colocar un tablón de madera en el piso para proteger los pies pero no podía ver ninguno. Yunho había tomado unas piezas de madera de la pila que había y las había colocado en el piso de la bañera. Junsu no había entendido por qué estaban las maderas allí con lo cual las había sacado.

—Necesitas un tablón en el piso. Supongo que no lo sabías cuando te metiste dentro. Lo lamento.

Yunho volvió a colocar las maderas en el fondo de la bañera.

Junsu se levantó lentamente y cautelosamente miró el fondo de la bañera. Era la primera vez que Yunho se había dado cuenta que estaba con un hombre desnudo. En el instante en que se dio cuenta de ello no pudo sacar los ojos de encima de la blanca piel de Junsu. Incluso pensó que era gordo y arrugado pero su piel era blanca y limpia. Su culo se veía más suave que cualquiera que haya visto antes, Yunho tragó saliva y luego volteó su cabeza ligeramente con lo cual pudo ver el pene de Junsu... Se sorprendió de lo que vio.

El miembro de Junsu era tan pequeño que tenía dudas de que funcionara apropiadamente. No estaba exagerando al decir que no era mayor que el pulgar de la mano de Yunho y que sus bolas eran tan pequeñas que se asemejaban a huevos de codorniz. Había escuchado rumores que Junsu tenía un pene pequeño pero nunca imaginó que era tan pequeño. Estaría bien para un niño pero Yunho solo veía que todo el conjunto era demasiado pequeño para un adulto. Para hacerlo incluso peor, el mini pene de Junsu no había sido circuncidado.

Cuando Junsu se zambulló en el agua Yunho salió de su trance. Salió fuera, se bajó los pantalones y agarró su palpitante pene. No podía apartar de su mente el pequeño y sin circuncidar pene y en solo tres minutos eyaculó liberando así su urgencia. En ese momento se dio cuenta de un olor a quemado. Se había olvidado el conejo en la parrilla.

Junsu recolectaba el agua e iniciaba el fuego para el baño cada noche. El hecho de que Yunho disfrutara del aroma del fresco jabón cuando se sentaba junto a Junsu se convirtió en algo doloroso en su conciencia de que él era gay y Junsu no. El diablo en su hombro susurró que estaban en una isla abandonada. Nadie se podría enterar si ellos se tocaban en una isla desierta. Aun así, Junsu era heterosexual, no era gay. No lo reconfortaba ese hecho. Él solo quería tocarlo, acariciarlo. Como no podía sacar eso de su mente, cada noche era bombardeado con fantasías y Yunho se encontró viviendo en un infierno de excitación y denegación. Hubiera sido mejor si Junsu le recordase a su egoísta jefe pero ahora Yunho lo veía gentil y lindo. Para colmo, con su forzada dieta y ejercicios regulares, Junsu había empezado a perder un poco de peso. Yunho se sorprendía de encontrarse pensando que su compañero era alguien encantador.

—Esto no es bueno—, murmuró Yunho mientras tomaba su sopa de conejo.

Desde que vio el pene de Junsu no pudo dejar de imaginarse succionándolo. Cada día, el deseo lo tocaba, lo golpeaba, haciéndose más y más fuerte.

—¿Pasa algo malo?—, preguntó Junsu desde el fondo de la habitación mientras tenía la boca llena de papas. No tenía idea que era el centro de las fantasías de Yunho —. ¿Estas preocupado de que nos quedemos sin comida?—, las palabras fueron una buena visión de las prioridades de Junsu pero Yunho se rió y contestó que ese no era el caso. Como aliviado por la respuesta de Yunho, Junsu volvió a disfrutar de su sopa de conejo. De vez en cuando lo demostraba relamiéndose con la lengua. Yunho no podía apartar sus ojos de esto y cuando lo notó comenzó a tragar saliva por debajo de su propia sopa para tratar de ocultar su comportamiento.

—Iré a caminar—, dijo Yunho y Junsu lo miró con curiosidad.

—No hay luna esta noche. Está oscuro.

Esto no detuvo a Yunho, quien dijo que no iría muy lejos.

—Realmente te gusta caminar. Sales todas las noches.

Yunho escuchó a Junsu cuando salía y tuvo que reír. Caminando de bajada por el sendero en la oscuridad, Yunho llegó a un campo pequeño y se agachó. Tomó su pene y lo froto frenéticamente. Por supuesto, su mente estaba en el hombre que tomaba la sopa atrás en la casa. Fantaseaba con violar a Junsu desde el frente, la espalda y cualquier otra posición. No es que le gustara pasear. Si no se liberaba de su excitación no había manera de que pudiera dormir. Ni siquiera recordaba haberse masturbado tanto en la escuela secundaria. Cuando se dio cuenta de esto, no podía dejar de estar avergonzado por su obsesión. Cuando volvió, la casa estaba a oscuras. Tenían velas pero se estaban agotando por lo que sólo las utilizaban cuando era necesario. Junsu debía estar en su futón porque podía ver el montículo en el interior.

Yunho se metió en su propio futón junto a él.

— ¿No te sientes bien?

Yunho se sorprendió al escuchar estas palabras porque pensó que Junsu estado dormido.

—Suspiraste mucho recientemente. Si estás preocupado por algo me gustaría que hablaras de ello. Todo lo que puedo hacer es escuchar, pero... —, Junsu nunca había mostrado antes preocupación por los sentimientos de los demás y Yunho estaba sorprendió de lo perceptivo que era.

A pesar de que dijo que escucharía, Yunho no podría decirle que deseaba probar un buen bocado de él. Sabía que probablemente Junsu se burlaría. Podían estar solos pero quería evitarlo a toda costa.

— No es importante.

— Espero que así sea…

La conversación terminó ahí pero Yunho quería hablar un poco más. Podía haber preguntado acerca de cualquier cosa pero incluso se sorprendió a sí mismo con el tema que eligió. No podía ver el rostro de su compañero en la oscuridad y esto es probablemente por lo que fue capaz de abordar el tema.

—¿Todavía tienes el prepucio? Lo vi cuando te metías al baño, parecía que tu cosa aún está cubierta con la piel.

Hubo un sonido de movimiento causado por la molestia. Junsu comenzó a tartamudear algo y luego se calló. El silencio era incómodo y justo cuando Yunho estaba empezando a arrepentirse de mencionarlo, Junsu susurró—. Por favor, no le digas a nadie. Creo que estoy fimótico (*).

Sólo estaban ellos dos y por lo tanto no había ninguna razón para susurrar pero continuaron su conversación en voz baja.

—¿Es cancerígeno?

—...No lo sé, pero ni siquiera sale cuando tengo una erección y cuando trato de forzarlo, me duele.

—En estos días hacen la cirugía correctiva, incluso en los niños de secundaria. ¿Has pensado en eso?

—Mamá se aferra a mi tarjeta del seguro. Estoy demasiado avergonzado para pedirlo de modo que pueda hacerme la cirugía.

Su corazón estaba gritándole que se detuviera pero Yunho no pudo contener su curiosidad. Saltó de su futón y se acercó a Junsu.

—Déjame intentarlo.

—¿Intentar qué?—, la voz de Junsu ya era alta para un hombre pero esta vez fue mucho más alta.

—Tirar de la piel. ¿No hacías esto con tus amigos en secundaria? Dame una oportunidad para ver si puedo tirar de la piel con la mano.

— Eeh... Está bien. En serio. Es sucio...

— Acabas de tomar un baño. No pasa nada.

Yunho encendió la vela que había puesto al lado de su almohada en caso de que sucediera una emergencia. La sala se iluminó con la llama de color naranja amarillento. Junsu no tenía intenciones de salir de su futón y siguió diciendo que no tenían que hacer esto.

—No es nada como para avergonzarse. Ambos somos hombres. Cuando estaba en la secundaria, acostumbrábamos a tirar de él hacia fuera delante de otros todo el tiempo.

—¿De verdad?—, Junsu espió desde su futón. Sus ojos mostraban su sorpresa.

—Es normal. Cuando estás en la secundaria tienes curiosidad de cuánto mide tu pene comparado con el de los otros. Cuando había alguien con fimosis quitábamos la piel—, Yunho era convincente pero por supuesto estaba mintiendo. Nunca había hecho tal cosa. Él no podía haberlo hecho. Habría tenido una erección con sólo mirar los penes de otros.

—¿Todos lo hacían? Así que es normal... Nunca supe que... —, había un matiz de arrepentimiento en la voz de Junsu.

— Si me permites retirar la piel no hay necesidad de ir al hospital. La cirugía puede ser embarazosa para los hombres de cualquier edad.

Junsu salió del futón y se sentó sobre sus rodillas.

—¿De verdad crees que es una buena idea?

—Por supuesto. Niños de secundaria lo hacen.

Eso pareció ser todo lo debía decir. Junsu se veía convencido.

—Ok entonces...,  si no te importa... ¿Podrías por favor quitarme la piel?

Incluso mientras celebraba su éxito la consciencia de Yunho todavía le molestaba.

—Lo has visto alguna vez, entonces sabes cómo es pero por favor, no te rías.

Inclinándose hacia delante, Junsu deslizo hacia abajo su ropa interior. Por la luz amarilla de la vela, el pequeño, no circuncidado y simple pene que Yunho había visto en el baño era visible de nuevo. A pesar de la decepción visual, los dedos de Yunho se pusieron calientes con la excitación. Se sintió contento de haber eyaculado tres veces antes de irse a la cama. Si no, ya estaría erecto y sin poder moverse. Actuó lo más casual posible, pero sus manos temblaban de emoción al tocar el pene de Junsu. Era ligero, tal vez como el de un niño y muy suave. Era tan lindo que parecía débil. Sostenía el pene en la mano izquierda mientras tiraba de la piel con la derecha. Aunque podía ver la punta no había indicios de que el resto saliera.

—Es difícil cuando está blando. Intentemos conseguir una erección.

—No... Por favor, no—, Junsu trató de retirarse pero Yunho no le dejó.

—¿Por qué no te acuestas sobre tu espalda y extiendes tus piernas?

Junsu se resistió pero hizo lo que le dijo. Se acostó y abrió las piernas en una posición que parecía estar pidiendo que Yunho lo tomara en el acto. La entrepierna de Yunho latía aunque no debería tener nada que dar. No habló más. Estaba en el cielo mientras sacaba y frotaba el pene de Junsu y cubría sus bolas con las manos. Se consumía por tenerlo en la boca pero eso sería ir demasiado lejos, así que se contuvo. El pene de Junsu respondió de inmediato a su caricia. Era todavía pequeño pero duro y se puso erecto. Aunque la punta no pudo atravesar la piel, la humedad empezó a salirse por ese pequeño agujero.

—Tiraré de la piel ahora. Puede que te duela un poco.

Después de dar este aviso, Yunho retiro fuerte de la fina piel con los dedos.

—¡Ay!

La sensible punta empezó a temblar.

—Duele. Por favor detente. Ya no hagamos esto.

Los dedos de Yunho estaban cubiertos de humedad.

—Sólo un poco más y lo conseguiremos.

—Pero es realmente doloroso.

Yunho sostenía las caderas de Junsu para evitar que este escape y trasladó su cuerpo entre las piernas de Junsu. Empezó a tirar aún más duro ahora que estaba seguro de que Junsu no podía escapar o cerrar las piernas. La piel se rompió y sangró un poco. Aun así, la punta de su pene era sólo visible en una tercera parte. Levantó la cabeza cuando escuchó sollozos y vio que Junsu estaba llorando en sus manos.

—Oh... Lo siento...

No podía seguir haciéndole daño. La sangre fluía de donde la piel se había retirado a medio camino. Sin pensarlo, Yunho puso sus labios donde se formó una gota. Las caderas de Junsu se sacudieron.

—Estás sangrando. Estoy tratando de desinfectarlo...

Aunque completamente innecesario, lo usó como una excusa para llevar el pene de Junsu dentro de su boca. Envolvió su lengua a su alrededor y lo chupó. Aunque el pene era pequeño en su boca, pudo sentir claramente que se endureció.

—Me duele... ¡Ay! —, Junsu gritó más y movió sus caderas como si ponerse erecto agravara la herida. Yunho chupó más duro y repentinamente en su boca se presentó un olor conocido. Felizmente se tragó el semen. Era espeso y había un ligero sabor a sangre. Cuando se dio cuenta que no sólo le había practicado sexo oral sino que se había tragado el resultado, Yunho empezó a sudar frío. Una cosa era desnudarse delante de los demás pero mamadas eran un poco fuera de la actividad normal. Sin embargo, sabía que si se mostraba avergonzado, Junsu entendería lo que estaba ocurriendo por lo que levantó la cabeza de entre las piernas de Junsu con una expresión seria.

—No funcionó. Cuando volvamos, debes ir a un hospital y que lo arreglen.

Junsu seguía llorando cuando contestó— Muy bien—, su mitad inferior desnuda se relajó a la luz de las velas cuando respiró. Incluso su gran panza, y su no circuncidado y pequeño pene eran misteriosamente atractivos bajo la tenue luz. Mientras contemplaba la regordeta mitad inferior de Junsu, Yunho se acordó de la pintura de mujeres desnudas que había visto en libros de texto en la secundaria. En ese momento, se había preguntado cómo a alguien le podrían gustar esas mujeres gordas pero ahora él podía sentir por sí mismo cómo alguien tan redondo podía ser tan bueno, tal vez fuera la piel suave...

Desafortunadamente, la belleza artística se fue cuando Junsu rápidamente se cubrió la mitad inferior con un feo par de calzoncillos.

—Me voy a dormir—, la voz de Junsu delataba su decepción cuando se arrastró de nuevo al futón. A pesar del dolor, no había sido capaz de retirar la piel. Yunho apagó la vela y se metió en su propio futón pero continuó repitiendo en su cabeza la imagen de la mitad inferior de Junsu y cómo se sacudía mientras llegaba al orgasmo a pesar del dolor. La imagen le impidió conciliar el sueño.

<<Él es gordo, su pene es pequeño, no está circuncidado..., y tiene la peor personalidad del mundo>>

Yunho trató de olvidar la imagen con estas palabras, pero no funcionó. Suspiró y miró a Junsu quien ya se había quedado dormido en la oscuridad. Yunho quería desesperadamente besar los labios a través de los cuales Junsu estaba respirando suavemente. No había manera de evitarlo ahora, se había puesto duro.


**
(*) Sommelier: Catador de vinos.

(**) Fimótico: Estrechez del prepucio, es decir, el glande no se puede descubrir. Lo normal es que el glande pueda descubrirse para poder asearlo en estado flácido y para tener relaciones sexuales no dolorosas y placenteras. (Fuente: Wikipedia)


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11 comentarios:

  1. yunho tan lindo a ayudando a junsu con su cuerito jajaj ¡¡¡¡ que amable ¡¡¡¡.gracias por capitulo mery

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    1. Yunho es tan caritativo XD Se merece un altar hahaha Encima Junsu es tan ingenuo XDD

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  2. una reverencia a "Yunho el buen samaritano" que piensa antes en el prójimo que en sí mismo!! \(o.o)/ dalan dalan~~~

    Junsu es muuuuuuuuuuuuuuuuy ingenuo!!!! xDDD este yunho!!! si claro... lo hacíamos en secundaria. waaaaaaa espero con ansias cuando el tigre se coma por fin a la ovejita y cuando junsu adelgace y este papi *r* tienes que compensarnos!! actua! actua! actua! rait nauuuuuu :D

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    1. Hahahha Yunho es todo un santo, tan buen hombre ayudando a su pobre compañero XDDD

      Gracias por leer ^^

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  3. Mira... Lo que me rei cuando el ingenuo de junsu demostraba lo ingenuo q era xD sobretodo cuando diko... Mira a te gusta caminar xD dios... Siesq era demasiada tentacion la de yunho xD bastante se aguanto a mi parecer xD seguro q pronto empieza a hablar de temas sexuales y engañar a junsu con es bueno hacer estas cosas para la salud o para divertirnos y no aburrirnos... Lo veo lo veo violado sin darse curnta en poco jajajaj

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    1. Ese anonimo soy yo xD

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    2. Hahahahaha La verdad que Yunho sí sabe como aprovecharse de la ingenuidad de Junsu XDDD Es capaz de decirle que si se entrega conseguirá la paz mundial y muy tarado de Junsu se lo va a creer XDD

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  4. MoniMomo5/2/14, 2:46

    Nunca puedo comentar e ningún blog, creo que por fin me va dejar XD.

    Es extraño imaginarme a Junsu regordito, pero su cara se vería hermosa jajajaja, yo creo que Yunho mas allá del físico se está dando cuenta que Junsu es mas interesante de lo que nunca penso. Se nota que Junsu no es feliz con el trabajo que tenía,( porque la empresa quebro XD) y yo creo que le daba miedo ser amable con la gente por temor a salir lastimado, ya que en este mundo parece pecado ser gordo. Me gusta que las cosas van mejorando, gracias por la adaptación, Yunho y Jae en la adaptación de Rose, son unos pervertidos(?) sin arreglo jajajajajajajajaja

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    1. Ese carácter odioso de Junsu era producto de su miedo al mundo y por ser discriminado, su madre tuvo mucho que ver u_u pero por suerte nuestro valiente y buen samaritano de Yunho apareció en su rescate :D

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  5. Jajajajajajajajajaja Junsu inocentón xD me gusto el capo con un yunho tan buen smaritano jajajjaja gracias por el muevo capo

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