Título Original: Don’t Worry Mama
Autora Original: Konohara Narise
Adaptación por: Mery
Pareja: HoSu
Género: Romance, Lemon
Extensión: Serial
Declaración: La trama no me pertenece.
Sinopsis: Si estuvieras varado en una isla desierta y pudieras elegir a la persona que te hiciera compañía, ¿a quién elegirías? Hubiera preferido ahorcar a Junsu con sus propias manos antes de seguir escuchando sus insistentes quejas pero cuando los días se convirtieron en semanas, Yunho se encontró anhelando la compañía de Junsu más que a la misma civilización.
¿Podrán ambos encontrar un amor prohibido en esta isla tropical? O, ¿podrán Yunho y Junsu vivir sus vidas en esta isla desierta con la persona que menos toleran en este mundo?
*****
Capítulo 5
Después de
aquella noche cuando intentaron retirar la piel, Junsu se volvió distante. Al
día siguiente, Yunho asumió que estaba de mal humor debido a los
acontecimientos pero el comportamiento continuó durante los siguientes días, lo
que le hizo pensar que había otra razón por la que Junsu lo estaba evitando.
Debía ser que había descubierto que Yunho era gay pero lo mantenía en silencio.
Yunho había actuado como un mono entrenado cuando le realizó sexo oral e
incluso había tragado su semen. Junsu debía haberse dado cuenta de que eso no
era normal. Era impropio perseguir a alguien que deliberadamente ha estado
evitándote, por lo que Yunho no hablaba con Junsu a menos que fuera necesario.
A pesar de que en el exterior se mostraba tranquilo por dentro sentía angustia al ser evitado por su compañero por lo cual vivía lamentándose, un
millón de veces, el momento en el que se le había ocurrido sugerir que intentaría retirar la piel.
El problema
había comenzado cuando se sintió atraído por un hombre heterosexual. El
comienzo de una relación con alguien de la misma convicción podía ser difícil
pero era especialmente más complicado cuando la otra persona no era gay. Si
solo hubiera dejado las cosas como estaban, habrían llevado una vida normal,
pero si él terminaba tentado a Junsu a un estilo de vida gay para saciar su
propio ego, tendría cierta responsabilidad.
Mientras Junsu
lo evitaba, Yunho consideró seriamente los problemas básicos de las relaciones
entre los hombres.
En el quinto
día cuando el cielo hizo un sonido similar a “una llave inglesa siendo
arrojada a la caja de herramientas”, comenzó a llover. Yunho había decidido
que no haría nada en los días lluviosos. No quería coger un resfriado por
esforzarse fuera en el húmedo frío. Por lo general era feliz cuando llovía,
pero hoy en día maldecía la humedad. Ellos dos estaban varados en esta pequeña
casa. A medida que se tomaban la sopa de conejo sobrante del día anterior se sentaron
en el porche y observaron la lluvia. No había nada más que hacer. Cuando pasó
el mediodía a regañadientes Junsu rompió el silencio.
—¿Quieres jugar
a las cartas?
Yunho se giró
rápidamente y asintió. Estaba feliz de escuchar a Junsu hablarle. Era una señal
de que no estaba enojado con Yunho. Cuando jugaron, Junsu abrió.
—Hay algo que
me gustaría pedirte—, Junsu recogió las cartas sin mirar a Yunho mientras
hablaba—. No digas ni una palabra de lo ocurrido a nadie en nuestra empresa.
Yunho no podía ver
su expresión pero las orejas de Junsu estaban rojas como un tomate.
—¿Sobre qué?—, pesar de que
sabía, todavía preguntó.
—Eso..., que en
realidad estoy fimótico y aunque hemos intentado solucionarlo, hemos
fracasado—, Junsu escogió con cuidado cada palabra—. No quiero que la gente se
ría de mi deformidad. Ya bromean sobre mi tamaño..., si supieran que soy
fimótico también...
—No se lo diré
a nadie.
Junsu mantuvo
su cabeza baja pero miró directamente a Yunho.
—Siempre cumplo
mis promesas.
Junsu debió
convencerse, porque pareció relajarse y miró hacia abajo.
—Nunca vas a
entender cómo me siento. Eres bueno en el trabajo, eres cool y todo el mundo
desea ser como tú. ¿Cómo podrías entenderme...?
—Pero yo...
Junsu sacudió
la cabeza.
—No tienes que tratar
de consolarme. Me conozco muy bien. Soy gordo, ni siquiera llego al metro
ochenta, no soy bueno en los deportes y soy feo. He sido gordo durante tanto
tiempo como puedo recordar y no importa cuántas veces haga dieta, no puedo
perder peso. Me gustan los dulces, por lo que me estreso demasiado cuando hago
dieta y termino perdiendo el control. No puedes empeorar más que el ser
pequeño y gordo, sólo me falta ser calvo. Sin olvidar fimótico...—, la expresión del rostro de Junsu parecía como que fuera el fin del mundo. Se
esforzó por decir esas palabras y parecía que estaba a punto de llorar—. Lo
odio. No tengo más que malas cualidades. ¿Por qué tengo que estar con alguien
como tú quien no tiene nada más que buenas cualidades? Cuando te miro empiezo a
odiarme. Dios es tan injusto.
Yunho no tenía
idea de lo que Junsu había estado pensando. Cuando vio a su compañero
reprendiéndose no podía dejar de sentir lástima por él. Tenía que pensar en
algo para levantar su ánimo.
—Cuando
estábamos tratando de retirar la piel te vi desnudo. Te veías muy hermoso.
Si las miradas
pudieran matar...
—¿Cómo puede
esta bola de manteca como yo ser bello? ¿Te estás burlando de mí?—, parecía
como si Junsu estuviera a punto de sacarle la cabeza.
—Cuando te vi
desnudo, pensé que no era una cosa mala que fueras gordo. Tu piel es muy
hermosa. Es como tú naciste. Ser gordo puede ofrecer una sensación de
seguridad. Podrías utilizar eso como ventaja en el trabajo.
Junsu parpadeó
sorprendido.
—Tú... ¿Tú
crees?
Yunho pensó en
lo que dijo pero seguía siendo divertido el ver cómo Junsu se tragaba cualquier
cosa que le daba de comer.
—Debes que
tener más confianza en ti mismo. No te deprimas. Actúa como si estuvieras
enfrentándote a todos los demás por ser tan grande como tú.
La expresión
oscura de Junsu se iluminó de la misma manera en la que florecen las flores en
la primavera.
—Esta es la
primera vez que alguien ha dicho algo como eso de mí. Nadie más que mamá ha
dicho que está bien ser gordo.
Yunho se
aseguró de remarcar el punto.
—Ok, entonces cuando volvamos, tienes que asegurarte de no recuperar el peso que has perdido.
Puedes ser gordo, pero no tanto que dañe tu salud.
Junsu rió.
—He estado en
Beonyeong durante ocho años, pero nunca he sentido que alguien me prestara
atención. Aun cuando era elogiado, sentía cómo la gente se ría a mis espaldas
de lo gordo que estaba. Realmente me has transformado.
Junsu miró a
Yunho. Su mirada estaba llena de una confianza que a Yunho hizo sentir
incómodo.
—Nunca he
tenido este tipo de conversación con mamá. Y, es muy vergonzoso de admitir, que
no tengo a nadie con quien pueda tener conversaciones de corazón a corazón.
Nunca he sido bueno para hacer amigos—, Junsu suspiró—. Me pregunto por qué es
tan fácil hablar contigo. Soy tu jefe, pero me parece olvidarlo cuando estamos
juntos. Eres mucho más maduro que yo y más inteligente. Lo único que está por ti es mi edad.
Yunho
inconscientemente agarró y sostuvo ambas manos firmemente.
—Eso no es
cierto. Tienes tus puntos buenos también. Creo que eres muy directo y honesto.
No te das aires. Ese es un rasgo muy bueno para que tenga una persona.
Junsu se
ruborizó. Yunho estaba perplejo en la cantidad de energía que ponía en esto.
—Muchas gracias
por decirlo. ¿Puedo también hacerte una pregunta?
Yunho se
preparó para lo que esa pregunta pudiera ser.
—Si no te
importa, ¿quieres ser mi amigo?
No es que ellos
fueran niños y por lo general Yunho se habría reído de una pregunta tan
sencilla, pero se encontró feliz que se lo haya pedido. No sólo fue una señal
de que Junsu no estaba disgustado con él, eso significaba que veía a Yunho
desde una buena perspectiva.
—Claro, si no
te disgusto como amigo.
Los bellos ojos
de Junsu en forma de gotas, se hicieron más delgados y sonrió ampliamente, lo
que hizo que se le formaran hoyuelos. Esta era la primera vez que Yunho los
había notado. Cuando miró hacia abajo, vio que la mano derecha de Junsu se
extendió.
—Aquí, sellemos
nuestra amistad.
Yunho se sentía
un poco avergonzado y decepcionado, pero tuvo cuidado de no mostrarlo cuando le
tomó la redonda mano. Los dedos eran cálidos y suaves. Junsu tímidamente se
rió.
—Tú eres mi
primer amigo varón. Tengo conocidos, pero todos ellos son distantes. Cuando
estaba en el colegio siempre me ponía celoso cuando mis compañeros se elegían
apodos—, Junsu se movió ligeramente nervioso y se ruborizó incluso más rojo—. Si no te
importa, ¿te puedo llamar, Yunnie?
Sus labios y
ojos, ambos traicionaron a su timidez. Todo el cuerpo de Yunho se ruborizó.
Estaba tan lindo. Junsu era más lindo que cualquier cosa que jamás haya visto.
Quería empujarlo y lamer todo su cuerpo, penetrarlo y luego hacer que se
viniera, mientras gemía "Yunnie”.
—Ah...
Yunnie...
Al oír este
nombre sacó a Yunho de la fantasía.
—Lo siento,
pero estás lastimando mi mano.
Sólo entonces
se dio cuenta de que había estado apretando la mano de Junsu tan fuerte que
ésta se estaba volviendo roja.
* *
La lluvia no se
detenía. El número de marcas en la columna había llegado a veinte. Eso
significaba que estaban ya a mediados de junio. La temporada de lluvias había
comenzado. Desde que los dos habían decidido convertirse en amigos, Yunho
se había enfrentado a un dilema particular: Junsu había cambiado tanto que era
difícil de creer que era el mismo hombre estropeado y desafiante de cuando
llegaron aquí. Junsu escuchaba a Yunho. Yunho se alegró de que tuviera tanta
confianza en él, pero esto también hizo las cosas más difíciles. Cuanto más
confiara, más difícil era tocarlo.
Yunho hizo un
balance de sus propios sentimientos. Le gustaba Junsu, incluso si estaba gordo,
tenía un pene pequeño y sin circuncidar. Era lindo cuando sonreía. Yunho quería
darle un beso, tener sexo con él. Esto era más que la amistad
que Junsu deseaba, eso era amor. En
el pasado, había salido con hombres presentados por Ji Hoon, el propietario del
bar gay que frecuentaba. Algunos de ellos eran más guapos que Junsu, mucho más
delgados e interesantes y sin embargo no quería a ninguno de ellos más de lo
que quería a Junsu, ni llegó a sentirse como si le gustaran. Si Ji Hoon estuviera aquí ahora, sin duda, se echaría
a reír. Diría algo así como: <<Toda persona tiene mal gusto en algo,
pero esto va demasiado lejos>>. Sin embargo, Yunho no se preocupaba
por los gustos personales en ese momento. Tenía sentimientos por Junsu así que
no había nada que pudiera hacer al respecto. Trató de analizar cómo había
llegado a sentirse de esa manera por alguien que era tan completamente
diferente a sus gustos en hombres. Concluyó diciendo que sentía una nueva
necesidad de ser protector. Junsu se había vuelto dependiente de él y él había
asumido protegerlo.
—Simplemente,
no dejará de llover—, exclamó Junsu.
Estaban
sentados en el porche y miraban hacia la neblina. Acababan de comer y no tenía
ganas de jugar a las cartas. Por eso, se sentaron perezosamente mirando la
lluvia.
—Es la
temporada de lluvias.
Junsu jugaba
con la uña de su pulgar. Había crecido bastante larga y no tenían un cortaúñas
para el aseo. Incluso habían buscado en las otras casas pero sin ningún resultado.
—Está bastante
húmedo.
Habiéndose
cansado de jugar con la uña de su pulgar, Junsu enrollo las mangas de su camisa
de manga corta y agitó su cuello. Yunho se deslumbro por los brazos blancos y
el arrugado vientre, ya que se hizo visible. Si no supiera de Junsu, habría
pensado que el hombre se le insinuaba. Se puso muy sediento y sus palpitaciones
aumentaron. Quería inmovilizarlo en el suelo ahora mismo y...
—¿Crees que he
perdido peso?—, Junsu volvió hacia Yunho—, mis ropas ya no se sienten tan apretadas.
No era un
misterio el por qué debía de pensar así. Había perdido mucho peso desde que
llegaron a la isla. Su grasa se había empezado a quemar, gracias a las comidas
modestas y a una cantidad adecuada de ejercicio.
—Has adelgazado
mucho. Es malo que no tengamos un espejo para que puedas verte.
Yunho tocó la
barbilla de Junsu, ahora triple en vez de cuádruple, con cuidado de no hacer
que parezca extraño—. Tu barbilla y cara se han diluido también—, dijo.
—Perfecto—
Junsu sonaba casi lleno de vida al tocar su propia cara.
—A pesar de
todo el peso que has perdido si cuando vuelves te empiezas a atiborrar de
dulces nuevamente entonces lo ganarás otra vez en poco tiempo.
—Eres realmente
severo, Yunnie.
Si esto hubiera
pasado antes, Junsu habría estado histérico como una mujer a la menor ofensa,
pero ahora era capaz de dejar deslizar el sarcasmo de Yunho.
—Ya no me
siento como si muriera si no tengo dulces. Por supuesto, los tengo un poco
abandonados.
Sentado con las
rodillas levantadas, Junsu jugaba con su crecido flequillo—. Hay una cosa que
voy a hacer cuando regrese.
—¿Qué harás?—,
Yunho estaba intrigado.
—Compraré una
botella de Romani Conti y voy a beberla.
Yunho no sabía
nada sobre vinos pero aun así sabía que era una de las marcas más caras. Estaba
seguro de que era famosa más por su precio que por su sabor.
—Uno de los
amigos de mamá me dio uno. Se sentía como terciopelo en mi lengua y tenía una
amargura única... No estoy muy seguro de cómo describirlo. Cuando volvamos, quiero
saborearlo de nuevo. Será mi recompensa por hacerlo bien aquí.
Junsu veía en
la distancia como si estuviera tratando de recordar el vino que había probado,
pero luego miró a Yunho—. ¿Has probado un Romani Conti alguna vez?
—Nop.
—Entonces te
invito cuando lo tenga.
El hombre que
una vez se negó obstinadamente a compartir una barra de chocolate, ahora le
ofrecía compartir juntos una botella de vino caro. Yunho se maravillaba de lo
mucho que la gente podía cambiar en tan poco tiempo.
—¿Qué es lo que
más quieres hacer cuando volvamos, Yunnie?
No podía creer
que un hombre de unos treinta años hiciera semejante pregunta infantil y de
ser tan en serio. ¿Qué era lo que más quería hacer? Beber, ver la televisión,
dormir en una suave cama..., pero nada de esto parecía tan importante. Más que
pensar en lo que quisiera hacer cuando regresara, había algo que quería hacer
ahora. Algo que realmente quería hacer ahora.
—Sexo, creo.
Junsu había
anticipado la respuesta pero se ruborizó igual al oírlo.
—...Ciertamente
eres sincero.
—Es como que
estoy viviendo una vida de celibato en la isla. Y sólo mi mano derecha se ocupa
de mí. ¿Qué hay de ti ?
Hizo la
pregunta tan directa como le fue posible. Junsu se frotó las manos con timidez.
—Yo..., no
tengo una lívido muy fuerte. No es que no sienta nada en absoluto y me gustan
las mujeres, pero comer siempre ha sido más divertido...
—Pero, ¿no
tienes todos tus sentimientos reprimidos si no lo haces de vez en cuando? ¿Qué
haces entonces?
—Bueno..., tu
sabes..., con mi mano...—, Junsu se hizo más ambiguo. Con su personalidad y el
peso, y el hecho de que él era pequeño y no circuncidado... ¿Podría ser...?
—Junsu, ¿alguna
vez has tenido relaciones sexuales?—, Yunho le preguntó con intención.
Mirando
hacia abajo, la voz de Junsu se escuchó alta cuando dijo—. Sí, por supuesto.
—¿Dónde lo
hiciste la primera vez? ¿En un hotel o en su casa?
—En..., en un
hotel, creo—, estaba nervioso y su mirada pasó de un lado a lado.
—Apuesto a que
estabas nervioso la primera vez, sin saber qué hacer...
—Sí... pero de
alguna manera funcionó...—, los signos reveladores de respuestas vagas y el
visible nerviosismo estaban allí. Yunho estaba seguro ahora.
—Dime la
verdad. Eres virgen, ¿no?—, Yunho lo expuso francamente. El rostro de Junsu se
puso rojo brillante y entonces Yunho supo que había dado en el blanco—. Estás
avergonzado de ser virgen a tus treinta años, por lo que estás mintiendo,
¿verdad?
Los labios de
Junsu también se volvieron rojos debido a las mordeduras que se daba en ellos.
—No me llames
virgen—, dijo en voz baja.
—En lugar de
actuar como si lo has hecho, simplemente deberías decir “Yo nunca he estado
con una mujer”.
Yunho suspiró
con frustración. Junsu lo miró desde atrás de sus lágrimas.
—No quería
que te rieras de mí. Por supuesto que soy... ¿Qué mujer querría salir con un
hombre feo como yo?
Yunho se acercó
más a Junsu y bajó la voz—. ¿No hay alguien quien…, mostrara interés?
Su jefe sacudió
la cabeza.
—¿Pero hubo
alguien que te gustara?
Junsu asintió
con la cabeza, pero sólo después de una pausa.
—¿Le dijiste
que te gustaba?
Junsu gritó su
respuesta—. ¡¿Por qué tengo que decirte?!
El hombre
grande, obviamente, no tenía buenos recuerdos de esa persona. Se sentó en
silencio, sin levantar la cabeza. Yunho reflexiono sobre qué hacer y aunque le
preocupaba que pudiera parecer poco natural, tocó la blanca mejilla de Junsu
con su dedo. Al frotarla suavemente, Junsu comenzó a llorar de nuevo. Yunho le
secó las lágrimas de los ojos con el pulgar.
—Ella dijo que
no me quería porque estaba gordo—, le espetó—. Me hizo daño... —, sus hombros
empezaron a temblar. Yunho se aferró a ellos—. No es bueno. No tengo confianza
en mí mismo.
—Pero eres
lindo—, Yunho lo dijo sinceramente. La forma en que se enfadó cuando Yunho se
enteró de que era virgen, la forma en que lloraba cuando dijo que no creía en
sí mismo, era todo lindo.
—Las únicas
personas que me llaman lindo eres tú y mamá—, Junsu se secó sus mojados ojos
con las manos.
—¿No te tienes
confianza o es el sexo?—, Yunho habló con cariño.
—Ambos...
—No puedo
ayudarte a tener confianza en ti mismo pero te puedo enseñar cómo tener sexo.
Sus ojos se
encontraron de frente.
—Si prácticas
con anterioridad, puedes tener confianza cuando realmente tengas sexo y te irá
mejor—, Yunho continuó, a pesar de que sentía como si estuviera siendo un poco
demasiado obvio.
<<¿Qué
práctica?>>, se preguntó. <<Eso lo dices porque quieres
tocarlo>>
—No tenemos
nada que hacer hoy. No te preocupes, no voy a pedirte que pagues por la
lección.
Junsu se rió de
su broma.
—Está bien. Tal
vez puedas enseñarme cómo hacer las cosas para empezar.
El pez ha sido
atrapado en la red. Yunho cautelosamente llego a él.
—¿Alguna vez
has besado a alguien?
—...No.
—Vamos a
empezar con los besos, entonces.
Junsu era un
poco renuente.
—¿Realmente
vamos a besarnos? Creí que sólo me ibas a decir cómo hacerlo.
—Eso podría
funcionar si las palabras solas bastaran. La práctica es mejor que la teoría.
Aprenderás más rápido si lo haces tú mismo.
Cuando Yunho se
acercó, Junsu retrocedió ligeramente.
—¿Realmente
tengo que darte un beso?
—Sí, no tiene
un significado profundo. En los países extranjeros, incluso se besan para
saludarse unos a otros. ¿O quieres renunciar a la práctica?
Era como si
estuvieran negociando. Cuando lo hizo parecer como si no fuera gran cosa, Junsu
se acercó.
—Sólo un
poco...
—Cierra los
ojos.
Junsu hizo lo
que le dijo. Sus labios estaban listos para recibirlo. Cuando Yunho se dio
cuenta de que esta sería la primera vez que alguien distinto de su mamá besara los labios de Junsu le gustó
eso, su corazón comenzó a acelerarse.
Eran suaves y
húmedos, y firmes. Lo besó primero en el labio superior, luego en la parte
inferior. Después suaves besos que parecían el gorjeo de las aves, sus labios
se separaron y Junsu abrió los ojos.
—Esto es un
poco embarazoso—, tenía la cara roja y se limpió los labios.
—Esta vez,
inténtalo tú.
Junsu dejó
escapar un grito.
—Si yo lo hago
todo, no conseguirás ninguna práctica. Trata de recordar lo que hice y luego
hazlo tú mismo.
—Está bien...
Junsu puso sus
manos sobre los hombros de Yunho. Fue más lento que una tortuga para acercarse
y los besos fueron torpes.
—Esto es
demasiado extraño—, dijo Junsu, manteniendo la cabeza baja después del beso.
—Los labios son
muy sensibles por lo que es comprensible que te sientas de esa manera. Esta
puede haber sido tu primera vez, pero puedo ver que hay un gran besador dentro
de ti—, cuando Yunho se detuvo a pensar en ello, fue capaz de alabar a Junsu
honestamente. El hombre miró complacido y se rió.
—Ahora vamos a
hacer algo un poco más difícil.
De repente, la
expresión de Junsu mostró una sensación de preocupación.
—Esta vez vamos
a utilizar la lengua cuando nos besemos.
Junsu se retiró
en resistencia.
Yunho se movió
a tranquilizarlo—. Todo lo que tienes que hacer es doblar el cuello y abrir la
boca un poco. Primero voy a hacerlo yo. Asegúrate de no morderme la lengua.
Junsu cerró los
ojos con fuerza y eso fue una buena cosa. Yunho estaba seguro de que su rostro podría
ser similar a una bestia hambrienta, un león atacando. Tomándolo, sintió los
suaves pliegues de la piel con sus dedos. Miró los labios de Junsu y hundió su
lengua en la boca que lo había aceptado.
—Nnn...—, Junsu
gimió ligeramente. Yunho pasó su lengua a lo largo de los alineados dientes de
Junsu. Cuando llegó hasta los dientes de atrás, mantuvo el cuerpo rígido. Se
concentró en sus movimientos de allí. Podía escuchar las palabras ahogadas y
por un momento Yunho olvidó que, al menos en apariencias, esto era sólo una
lección. Lamió la lengua de Junsu con desenfreno. Alguien le había dicho antes
que besaba muy rudo. Le gustaba la humedad caliente de las lenguas y la
sensación de los órganos tocándose.
—De...
masiado...
Se separaron.
Junsu jadeó por aire y luego dio una serie de respiraciones profundas. Se
limpió sus húmedos y bellos labios con la mano.
—No podía
respirar—, dijo con la cara roja.
—¿Respiraste
por la nariz?
—¿De veras?
¿Puedes hacer eso?
—Si no, te
asfixias.
—Esa fue la
primera vez, nunca me dijiste.
Cuando
terminaron de besarse, aun continuaron mirándose y exigiéndose mutuamente. El
único sonido era el de la lluvia. Todo estaba tranquilo y no hablaban. Cuando
Junsu finalmente recuperó el aliento, Yunho susurró que lo intentara por sí
mismo.
—No puedo
hacerlo de esa manera.
—Sólo tómalo
con calma. Tenemos todo el tiempo del mundo, y porque soy yo, no tienes que
preocuparte de cometer un error.
Junsu se
acercó. Yunho se encontró imaginando cómo sería el beso y supo que no importaba
lo torpe que pudiera ser, lo excitaría. Tragó saliva.
* *
Aunque estaba
nervioso al principio, una vez que dio el primer paso, la vacilación de Junsu
se desvaneció. Debió haberse dado cuenta de que esto no era normal, pero hizo
lo que dijo Yunho, aunque se quejó de que era vergonzoso. El sonido de la
lluvia continuó haciendo eco en toda la casa, a veces más fuerte, a veces más
suave. Aunque la puerta estaba abierta, se quitaron la ropa en un rincón oscuro
de la habitación. Yunho contemplaba el cuerpo pálido y desnudo delante de él.
Junsu había perdido peso definitivamente, pero aún tenía papada y su vientre
era enorme. Apenas tenía vello y sólo tenía una tenue cantidad de suave vello
púbico castaño del cual pendía el pene del tamaño de un pulgar. Al igual que
Yunho, Junsu parecía hipnotizado por la entrepierna de su compañero.
—Nunca he visto
muy de cerca a otro hombre... ¿Es normal? ¿O eres más grande que los demás?
—Creo que tengo
la medida promedio.
Al oír esto,
Junsu tristemente miró su propio pene. Notó que Yunho había estado mirándolo y
lo cubrió con las manos avergonzado.
—El tamaño
realmente no es importante. Sólo tiene que entrar y entonces todo depende de la
técnica.
—Oh...
Yunho se
acomodó y se acercó a Junsu. Cuando le tocó el hombro, Junsu levantó la vista.
—¿Qué vas a
hacer?
—Vamos a
practicar acariciándonos. ¿Por qué crees que nos quitamos la ropa?
—Yo... Eeh...
—¿Querías verme
desnudo?—, aunque Yunho lo dijo como una broma, Junsu asintió con la cabeza
afirmando que, sí, ese era el caso.
—Siempre me he
preguntado cómo se ven los otros. Yo sé que soy pequeño pero nunca he tenido la
oportunidad de comparar mi pene con los demás.
—¿Nunca te
asomaste en el baño?
Junsu miró
hacia abajo.
—Siempre uso
las cabinas. Desde que alguien me llamó "mini-salchicha" en la
escuela secundaria, he tenido miedo de ser el objeto de burla de los demás.
Yunho recordó
que algunos del trabajo habían comentado que Junsu siempre utilizaba la cabina
incluso al orinar.
—Entonces, ¿qué
te parece?
—Realmente es
grande—, la respuesta franca fue a la vez extraña y linda.
Yunho tocó con
sus dedos el hombro de Junsu y le frotó la mejilla.
—Acariciar no
es muy difícil. Cada persona tiene sus puntos de placer y una vez que los
encuentras, te concentras en esas zonas.
Pasó el dedo
lentamente por la barbilla de Junsu y el cuello, y cuando llegó al centro de
sus rosados pezones, los pellizcó. Junsu gritó y dio un paso atrás. Su rostro
se puso rojo como un tomate.
—¿Es demasiado?
¿Puedo hacerlo por detrás?
—¿Qué quieres
hacer por detrás?
—Acariciarte.
De esa forma no tendrás que ver mi rostro pero hay una cosa que debo decirte.
Puede ser que me ponga erecto, por lo que si sientes algo duro en tu espalda,
no le prestes ninguna atención.
—Ah... Ok...
Yunho se colocó
detrás de Junsu y lo abrazó. Quería dejar su marca y poniendo sus labios sobre
su blanco cuello, empezó a chupar duro. Sus dedos se movieron hasta el vientre
arrugado y le frotó ambos pezones. Se pusieron duros con el estímulo y Yunho
los pellizcó con sus uñas.
—¡Ah!
Soltó su agarre
y empezó a frotar nuevamente, y siguió haciéndolo mientras cambiaba la presión
y la velocidad de sus movimientos. Mordió suavemente en el lóbulo de la
suculenta oreja de Junsu.
—Aah…
Cuando Yunho
colocó su lengua en la oreja de Junsu, sus grandes piernas se sacudieron de
manera incontrolable.
—¿Te gusta ahí,
no es así? ¿Lo ves?
—Mis piernas...
Apenas puedo soportarlo...
—Eso significa
que es bueno.
Junsu tropezó
mientras se sentaba. Yunho quedó detrás de él, todavía aferrado a su espalda, y
tiró de él hasta llevarlo entre sus piernas. Mientras acariciaba sus pezones
con la mano izquierda, extendió su mano derecha hacia la entrepierna de Junsu.
Pasando su arrugado vientre, Yunho sintió el suave vello púbico. Debajo de eso
estaba el pene del tamaño de un pulgar. Era lindo cómo cabía en su mano.
Jugando con él un poco, se puso firme. Aun así, la punta no llegaba más allá
del prepucio. Yunho sujetaba la punta con su dedo índice. Empujando hacia abajo,
fue capaz de meter su dedo en la piel. Luego empezó a frotar la cabeza, algo
que incluso Junsu probablemente no había hecho antes.
—Ooh… Aaaahhh…
Debió haberse
sentido bien porque Junsu no se resistió. Al continuar, el dedo índice se puso
húmedo. Tomó el dedo y empezó a frotar suavemente alrededor del ano de Junsu.
—Las mujeres
tienen vagina pero puedes tocar aquí también.
Actuó como si
supiera de lo que estaba hablando pero Yunho nunca había tocado a una mujer en
ningún lugar cerca de allí. Lo más que había llegado a hacer fue besar a una de
las mujeres con la que había intentado salir. Humedeciendo su dedo, empujó
contra el pudor de Junsu.
—¿Puedo usar
esto en su lugar?
Junsu sonó
desesperado cuando respondió.
—¿En lugar de
qué?
—Voy a mover mi
dedo alrededor como si fuera una vagina.
—No. Eso es
sucio.
Yunho besó al
exasperado Junsu. Había querido darle un beso, por supuesto, pero también
esperaba poder reducir su resistencia. Buscó su boca y besó a Junsu como lo
habían hecho al comienzo de su lección. Después de haberse saciado, sus labios
se separaron pero un hilo de saliva aún los enlazaba. La boca de Junsu se
sacudió al respirar y sus ojos miraban a Yunho.
—A algunas
mujeres les gusta cuando juegas con su culo. Algunas veces incluso puedes tener
relaciones sexuales en él.
—Pero..., ¿eso
no duele...?
Todavía era
renuente y aún no daba su permiso.
—Todo lo que
tienes que hacer es relajarte. Piensa en ello. Grandes cosas siempre están
saliendo de ahí. Y cuando tienes un chequeo, ellos ponen una cámara por allí.
Un dedo no debería ser, en absoluto, ningún problema.
—Pero...
Yunho puso el
dedo en los labios de Junsu para callarlo. Los ojos de Junsu se abrieron con
mucha sorpresa.
—Lame mi dedo.
Tal vez no se
sentía cómodo con la situación, la lengua de Junsu no se movió. Yunho lo
humedeció con su boca y tocó ligeramente el ano.
—No. Por favor,
no.
El hombre se
tensó y Yunho no pudo meter su dedo dentro.
—Relájate.
Yunho retiró su
dedo como si fuera a rendirse. La expresión de Junsu se relajó. Yunho levantó
su barbilla y lo beso fuertemente.
—Nnn... Aahh...
Junsu trató de
huir pero Yunho tiró de él en cada oportunidad. Si bien tenía a Junsu absorto
con sus labios, Yunho llevó la mano a la entrepierna para distraerlo y luego
metió su otro dedo índice por detrás.
—Ah... Ahhhh...
Una vez que
estuvo dentro, el resto fue fácil. Lo movió tan fuerte como fue necesario
buscando la próstata. Cuando la encontró, presionó duro. El cuerpo de Junsu se
estremeció en un shock. Mientras Yunho continuaba, las piernas de Junsu
comenzaron a temblar violentamente y su modesto pene se tensó hacia el cielo.
—¿No se siente
bien?
—N… No…
Sus pálidas
caderas se sacudían y el agujero se tensaba. Un chorro de líquido blanco salió
de su prepucio. Era lindo cómo su pene se sacudía, incluso después de que
llegara al orgasmo. Todavía estaba culminando. Yunho no podía dejar de reírse
de su resistencia.
—Realmente eres
lindo.
Junsu respiró
con fuerza con sus ojos cerrados. Mientras que el orgasmo continuaba, Yunho actuó
como si estuviera frotando su ano pero aprovechó la situación para insertar
otro dedo.
**
Cuando
Yunho despertó, ya estaba oscuro. No sabía qué hora era, pero tenía hambre.
Habían estado abrazados mientras dormían y el calor se sentía bien, suficientemente
bueno como para aguantar el estómago vacío, por ahora. Abrazó fuerte el vientre
blando de Junsu. Esto debió haberlo despertado porque Junsu intentó levantarse.
Yunho se aferró a sus amplias caderas para evitar que se levantara.
—Quiero
levantarme—, Junsu murmuró.
—¿Y qué con
eso?
—Tengo
hambre..., y me siento pegajoso.
Yunho jaló a
Junsu más cerca y le dio un profundo beso.
—Tendrías que
encender fuego y cocinar los alimentos. ¿Por qué molestarse? Solo quedémonos
aquí y durmamos hasta mañana.
—Pero...
—Te limpiaré
por completo.
Yunho alcanzó
la vela en la oscuridad y la encendió. Usando la luz, fue al pozo y humedeció
una toalla de mano. Cuando regresó, Junsu estaba sentado en la parte superior
del futón.
Yunho limpió el
cuerpo de Junsu con la toalla húmeda. Se aseguró de llegar a todos lados: en
los muslos, la zona donde había estado presionando su pene, la entrepierna y su
parte inferior.
—Gracias—,
murmuró cuando Yunho terminó.
—¿Estás mejor?
—Sí.
Yunho atrajo a
Junsu contra su pecho y le dio unas palmaditas en su espalda. Junsu también
llevó sus manos al alrededor de la espalda de Yunho y lo apretó con fuerza.
—Vamos a dormir
juntos hasta la mañana.
La única
respuesta de Junsu fue un gesto de asentimiento.
que buen capitulo , pobre de junsu , que por ser gordo y tenela peqeño era virgen que bueno que yunho lo esta hayudando jaajja yunho tan bueno, gracias mery
ResponderEliminarYunho es un santo hahahaha gracias por comentar y pronto subiré el siguiente
EliminarKyaaaaaaaaaaaa Junsu es tan kawai!!!!!! Yunhie~ ajsjdhajdhajas si supiera lo que le provoca a su acompañante! hahahahahah
ResponderEliminarOMGSUUUUUN!!!!!!!!! después del gran samaritano, llega el super profesor Jung con sus lecciones de vida!!! Goshhhh!!!!! y la pobre oveja ingenua cayó redondita!!!!! assdsjdsjsjsdsdj hasta me ruboricé con las excusas de Yunho!!!! XDDD por fin logró su cometido!!! ya quiero leer el siguiente!!! * 3 *
gracias por el cap!!!! particularmente este me encantó! jejejeej ;)
hahahaha tu comentario me dio mucha gracia XDD Uno hasta se puede imaginar el diablito sobre el hombro de Yunho diciéndole que ataque a Junsu XDDD
Eliminarjajajaja siiiii!!! en esta adpatación me gusta esa personalidad aprovechadora de yunho y junsu todo cute como siempre. love yunho al acecho!! <3
Eliminardijiste actu el domingo... ya es lunes ;^; esperaré muy ansiosa!!!!!! - será tu culpa si ya no me quedan cabellos ni uñas - hehehehe
pd: soy la misma, cambié de nombre hehehe igual soy Betsy~ ;)
Estaba cantado xDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD cuanto tardará en tirarselo??? XDDDD estoy contando los minutos XDDD *W* graciasssss
ResponderEliminarAhora que Yunho le agarró el gustito a Junsu.. no lo va a soltar más hasta hacerle un hijo (?) XDDD
EliminarJajajajaja yunho a engañado a Junsu cOns sus artimañas y aprovechando del inocente Junsu jajajajajajaja muy bueno el capo, me encanto XD
ResponderEliminarJunsu es demasiado ingenio para su propio bien XDD Aunque... en realidad es un suertudo!! XDD
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