¡Welcome to Hosu Shipper Blog!

Como se darán cuenta he cambiado el URL ;)
Y el Blog ahora será únicamente para los fanfics, lo demás irá a la página de Facebook
https://www.facebook.com/HosuShipperBlog

En la sección [Fanfiction] arreglé la mayoría, pero aún me faltan estos:

Beautiful Dirty Rich
Cuando el Sakura Florezca
Fairies and What!?!
Love is a Force of Nature
Lust Caution
Scut Hamsters
The Reunion
The Year Without Santa

Los fics están, sólo que les costará ubicarlos.

6 feb 2014

[ADAPTACIÓN] NO TE PREOCUPES MAMÁ [CAP5]

Título: No Te Preocupes Mamá
Título Original: Don’t Worry Mama
Autora Original: Konohara Narise
Adaptación por: Mery
Pareja: HoSu
Género: Romance, Lemon
Extensión: Serial
Declaración: La trama no me pertenece.
Sinopsis: Si estuvieras varado en una isla desierta y pudieras elegir a la persona que te hiciera compañía, ¿a quién elegirías? Hubiera preferido ahorcar a Junsu con sus propias manos antes de seguir escuchando sus insistentes quejas pero cuando los días se convirtieron en semanas, Yunho se encontró anhelando la compañía de Junsu más que a la misma civilización.

¿Podrán ambos encontrar un amor prohibido en esta isla tropical? O, ¿podrán Yunho y Junsu vivir sus vidas en esta isla desierta con la persona que menos toleran en este mundo?
*****

Capítulo 5


Después de aquella noche cuando intentaron retirar la piel, Junsu se volvió distante. Al día siguiente, Yunho asumió que estaba de mal humor debido a los acontecimientos pero el comportamiento continuó durante los siguientes días, lo que le hizo pensar que había otra razón por la que Junsu lo estaba evitando. Debía ser que había descubierto que Yunho era gay pero lo mantenía en silencio. Yunho había actuado como un mono entrenado cuando le realizó sexo oral e incluso había tragado su semen. Junsu debía haberse dado cuenta de que eso no era normal. Era impropio perseguir a alguien que deliberadamente ha estado evitándote, por lo que Yunho no hablaba con Junsu a menos que fuera necesario. A pesar de que en el exterior se mostraba tranquilo por dentro sentía angustia al ser evitado por su compañero por lo cual vivía lamentándose, un millón de veces, el momento en el que se le había ocurrido sugerir que intentaría retirar la piel.

El problema había comenzado cuando se sintió atraído por un hombre heterosexual. El comienzo de una relación con alguien de la misma convicción podía ser difícil pero era especialmente más complicado cuando la otra persona no era gay. Si solo hubiera dejado las cosas como estaban, habrían llevado una vida normal, pero si él terminaba tentado a Junsu a un estilo de vida gay para saciar su propio ego, tendría cierta responsabilidad.

Mientras Junsu lo evitaba, Yunho consideró seriamente los problemas básicos de las relaciones entre los hombres.

En el quinto día cuando el cielo hizo un sonido similar a “una llave inglesa siendo arrojada a la caja de herramientas”, comenzó a llover. Yunho había decidido que no haría nada en los días lluviosos. No quería coger un resfriado por esforzarse fuera en el húmedo frío. Por lo general era feliz cuando llovía, pero hoy en día maldecía la humedad. Ellos dos estaban varados en esta pequeña casa. A medida que se tomaban la sopa de conejo sobrante del día anterior se sentaron en el porche y observaron la lluvia. No había nada más que hacer. Cuando pasó el mediodía a regañadientes Junsu rompió el silencio.

—¿Quieres jugar a las cartas?

Yunho se giró rápidamente y asintió. Estaba feliz de escuchar a Junsu hablarle. Era una señal de que no estaba enojado con Yunho. Cuando jugaron, Junsu abrió.

—Hay algo que me gustaría pedirte—, Junsu recogió las cartas sin mirar a Yunho mientras hablaba—. No digas ni una palabra de lo ocurrido a nadie en nuestra empresa.

Yunho no podía ver su expresión pero las orejas de Junsu estaban rojas como un tomate.

—¿Sobre qué?—, pesar de que sabía, todavía preguntó.

—Eso..., que en realidad estoy fimótico y aunque hemos intentado solucionarlo, hemos fracasado—, Junsu escogió con cuidado cada palabra—. No quiero que la gente se ría de mi deformidad. Ya bromean sobre mi tamaño..., si supieran que soy fimótico también...

—No se lo diré a nadie.

Junsu mantuvo su cabeza baja pero miró directamente a Yunho.

—Siempre cumplo mis promesas.

Junsu debió convencerse, porque pareció relajarse y miró hacia abajo.

—Nunca vas a entender cómo me siento. Eres bueno en el trabajo, eres cool y todo el mundo desea ser como tú. ¿Cómo podrías entenderme...?

—Pero yo...

Junsu sacudió la cabeza.

—No tienes que tratar de consolarme. Me conozco muy bien. Soy gordo, ni siquiera llego al metro ochenta, no soy bueno en los deportes y soy feo. He sido gordo durante tanto tiempo como puedo recordar y no importa cuántas veces haga dieta, no puedo perder peso. Me gustan los dulces, por lo que me estreso demasiado cuando hago dieta y termino perdiendo el control. No puedes empeorar más que el ser pequeño y gordo, sólo me falta ser calvo. Sin olvidar fimótico...—, la expresión del rostro de Junsu parecía como que fuera el fin del mundo. Se esforzó por decir esas palabras y parecía que estaba a punto de llorar—. Lo odio. No tengo más que malas cualidades. ¿Por qué tengo que estar con alguien como tú quien no tiene nada más que buenas cualidades? Cuando te miro empiezo a odiarme. Dios es tan injusto.

Yunho no tenía idea de lo que Junsu había estado pensando. Cuando vio a su compañero reprendiéndose no podía dejar de sentir lástima por él. Tenía que pensar en algo para levantar su ánimo.

—Cuando estábamos tratando de retirar la piel te vi desnudo. Te veías muy hermoso.

Si las miradas pudieran matar...

—¿Cómo puede esta bola de manteca como yo ser bello? ¿Te estás burlando de mí?—, parecía como si Junsu estuviera a punto de sacarle la cabeza.

—Cuando te vi desnudo, pensé que no era una cosa mala que fueras gordo. Tu piel es muy hermosa. Es como tú naciste. Ser gordo puede ofrecer una sensación de seguridad. Podrías utilizar eso como ventaja en el trabajo.

Junsu parpadeó sorprendido.

—Tú... ¿Tú crees?

Yunho pensó en lo que dijo pero seguía siendo divertido el ver cómo Junsu se tragaba cualquier cosa que le daba de comer.

—Debes que tener más confianza en ti mismo. No te deprimas. Actúa como si estuvieras enfrentándote a todos los demás por ser tan grande como tú.

La expresión oscura de Junsu se iluminó de la misma manera en la que florecen las flores en la primavera.

—Esta es la primera vez que alguien ha dicho algo como eso de mí. Nadie más que mamá ha dicho que está bien ser gordo.

Yunho se aseguró de remarcar el punto.

—Ok, entonces cuando volvamos, tienes que asegurarte de no recuperar el peso que has perdido. Puedes ser gordo, pero no tanto que dañe tu salud.

Junsu rió.

—He estado en Beonyeong durante ocho años, pero nunca he sentido que alguien me prestara atención. Aun cuando era elogiado, sentía cómo la gente se ría a mis espaldas de lo gordo que estaba. Realmente me has transformado.

Junsu miró a Yunho. Su mirada estaba llena de una confianza que a Yunho hizo sentir incómodo.

—Nunca he tenido este tipo de conversación con mamá. Y, es muy vergonzoso de admitir, que no tengo a nadie con quien pueda tener conversaciones de corazón a corazón. Nunca he sido bueno para hacer amigos—, Junsu suspiró—. Me pregunto por qué es tan fácil hablar contigo. Soy tu jefe, pero me parece olvidarlo cuando estamos juntos. Eres mucho más maduro que yo y más inteligente. Lo único que está por ti es mi edad.

Yunho inconscientemente agarró y sostuvo ambas manos firmemente.

—Eso no es cierto. Tienes tus puntos buenos también. Creo que eres muy directo y honesto. No te das aires. Ese es un rasgo muy bueno para que tenga una persona.

Junsu se ruborizó. Yunho estaba perplejo en la cantidad de energía que ponía en esto.

—Muchas gracias por decirlo. ¿Puedo también hacerte una pregunta?

Yunho se preparó para lo que esa pregunta pudiera ser.

—Si no te importa, ¿quieres ser mi amigo?

No es que ellos fueran niños y por lo general Yunho se habría reído de una pregunta tan sencilla, pero se encontró feliz que se lo haya pedido. No sólo fue una señal de que Junsu no estaba disgustado con él, eso significaba que veía a Yunho desde una buena perspectiva.

—Claro, si no te disgusto como amigo.

Los bellos ojos de Junsu en forma de gotas, se hicieron más delgados y sonrió ampliamente, lo que hizo que se le formaran hoyuelos. Esta era la primera vez que Yunho los había notado. Cuando miró hacia abajo, vio que la mano derecha de Junsu se extendió.

—Aquí, sellemos nuestra amistad.

Yunho se sentía un poco avergonzado y decepcionado, pero tuvo cuidado de no mostrarlo cuando le tomó la redonda mano. Los dedos eran cálidos y suaves. Junsu tímidamente se rió.

—Tú eres mi primer amigo varón. Tengo conocidos, pero todos ellos son distantes. Cuando estaba en el colegio siempre me ponía celoso cuando mis compañeros se elegían apodos—, Junsu se movió ligeramente nervioso y se ruborizó incluso más rojo—. Si no te importa, ¿te puedo llamar, Yunnie?

Sus labios y ojos, ambos traicionaron a su timidez. Todo el cuerpo de Yunho se ruborizó. Estaba tan lindo. Junsu era más lindo que cualquier cosa que jamás haya visto. Quería empujarlo y lamer todo su cuerpo, penetrarlo y luego hacer que se viniera, mientras gemía "Yunnie”.

—Ah... Yunnie...

Al oír este nombre sacó a Yunho de la fantasía.

—Lo siento, pero estás lastimando mi mano.

Sólo entonces se dio cuenta de que había estado apretando la mano de Junsu tan fuerte que ésta se estaba volviendo roja.

 * *

La lluvia no se detenía. El número de marcas en la columna había llegado a veinte. Eso significaba que estaban ya a mediados de junio. La temporada de lluvias había comenzado. Desde que los dos habían decidido convertirse en amigos, Yunho se había enfrentado a un dilema particular: Junsu había cambiado tanto que era difícil de creer que era el mismo hombre estropeado y desafiante de cuando llegaron aquí. Junsu escuchaba a Yunho. Yunho se alegró de que tuviera tanta confianza en él, pero esto también hizo las cosas más difíciles. Cuanto más confiara, más difícil era tocarlo.

Yunho hizo un balance de sus propios sentimientos. Le gustaba Junsu, incluso si estaba gordo, tenía un pene pequeño y sin circuncidar. Era lindo cuando sonreía. Yunho quería darle un beso, tener sexo con él. Esto era más que la amistad que Junsu deseaba, eso era amor. En el pasado, había salido con hombres presentados por Ji Hoon, el propietario del bar gay que frecuentaba. Algunos de ellos eran más guapos que Junsu, mucho más delgados e interesantes y sin embargo no quería a ninguno de ellos más de lo que quería a Junsu, ni llegó a sentirse como si le gustaran. Si Ji Hoon estuviera aquí ahora, sin duda, se echaría a reír. Diría algo así como: <<Toda persona tiene mal gusto en algo, pero esto va demasiado lejos>>. Sin embargo, Yunho no se preocupaba por los gustos personales en ese momento. Tenía sentimientos por Junsu así que no había nada que pudiera hacer al respecto. Trató de analizar cómo había llegado a sentirse de esa manera por alguien que era tan completamente diferente a sus gustos en hombres. Concluyó diciendo que sentía una nueva necesidad de ser protector. Junsu se había vuelto dependiente de él y él había asumido protegerlo.

—Simplemente, no dejará de llover—, exclamó Junsu.

Estaban sentados en el porche y miraban hacia la neblina. Acababan de comer y no tenía ganas de jugar a las cartas. Por eso, se sentaron perezosamente mirando la lluvia.

—Es la temporada de lluvias.

Junsu jugaba con la uña de su pulgar. Había crecido bastante larga y no tenían un cortaúñas para el aseo. Incluso habían buscado en las otras casas pero sin ningún resultado.

—Está bastante húmedo.

Habiéndose cansado de jugar con la uña de su pulgar, Junsu enrollo las mangas de su camisa de manga corta y agitó su cuello. Yunho se deslumbro por los brazos blancos y el arrugado vientre, ya que se hizo visible. Si no supiera de Junsu, habría pensado que el hombre se le insinuaba. Se puso muy sediento y sus palpitaciones aumentaron. Quería inmovilizarlo en el suelo ahora mismo y...

—¿Crees que he perdido peso?—, Junsu volvió hacia Yunho—, mis ropas ya no se sienten tan apretadas.

No era un misterio el por qué debía de pensar así. Había perdido mucho peso desde que llegaron a la isla. Su grasa se había empezado a quemar, gracias a las comidas modestas y a una cantidad adecuada de ejercicio.

—Has adelgazado mucho. Es malo que no tengamos un espejo para que puedas verte.

Yunho tocó la barbilla de Junsu, ahora triple en vez de cuádruple, con cuidado de no hacer que parezca extraño—. Tu barbilla y cara se han diluido también—, dijo.

—Perfecto— Junsu sonaba casi lleno de vida al tocar su propia cara.

—A pesar de todo el peso que has perdido si cuando vuelves te empiezas a atiborrar de dulces nuevamente entonces lo ganarás otra vez en poco tiempo.

—Eres realmente severo, Yunnie.

Si esto hubiera pasado antes, Junsu habría estado histérico como una mujer a la menor ofensa, pero ahora era capaz de dejar deslizar el sarcasmo de Yunho.

—Ya no me siento como si muriera si no tengo dulces. Por supuesto, los tengo un poco abandonados.

Sentado con las rodillas levantadas, Junsu jugaba con su crecido flequillo—. Hay una cosa que voy a hacer cuando regrese.

—¿Qué harás?—, Yunho estaba intrigado.

—Compraré una botella de Romani Conti y voy a beberla.

Yunho no sabía nada sobre vinos pero aun así sabía que era una de las marcas más caras. Estaba seguro de que era famosa más por su precio que por su sabor.

—Uno de los amigos de mamá me dio uno. Se sentía como terciopelo en mi lengua y tenía una amargura única... No estoy muy seguro de cómo describirlo. Cuando volvamos, quiero saborearlo de nuevo. Será mi recompensa por hacerlo bien aquí.

Junsu veía en la distancia como si estuviera tratando de recordar el vino que había probado, pero luego miró a Yunho—. ¿Has probado un Romani Conti alguna vez?

—Nop.

—Entonces te invito cuando lo tenga.

El hombre que una vez se negó obstinadamente a compartir una barra de chocolate, ahora le ofrecía compartir juntos una botella de vino caro. Yunho se maravillaba de lo mucho que la gente podía cambiar en tan poco tiempo.

—¿Qué es lo que más quieres hacer cuando volvamos, Yunnie?

No podía creer que un hombre de unos treinta años hiciera semejante pregunta infantil y de ser tan en serio. ¿Qué era lo que más quería hacer? Beber, ver la televisión, dormir en una suave cama..., pero nada de esto parecía tan importante. Más que pensar en lo que quisiera hacer cuando regresara, había algo que quería hacer ahora. Algo que realmente quería hacer ahora.

—Sexo, creo.

Junsu había anticipado la respuesta pero se ruborizó igual al oírlo.

—...Ciertamente eres sincero.

—Es como que estoy viviendo una vida de celibato en la isla. Y sólo mi mano derecha se ocupa de mí. ¿Qué hay de ti ?

Hizo la pregunta tan directa como le fue posible. Junsu se frotó las manos con timidez.

—Yo..., no tengo una lívido muy fuerte. No es que no sienta nada en absoluto y me gustan las mujeres, pero comer siempre ha sido más divertido...

—Pero, ¿no tienes todos tus sentimientos reprimidos si no lo haces de vez en cuando? ¿Qué haces entonces?

—Bueno..., tu sabes..., con mi mano...—, Junsu se hizo más ambiguo. Con su personalidad y el peso, y el hecho de que él era pequeño y no circuncidado... ¿Podría ser...?

—Junsu, ¿alguna vez has tenido relaciones sexuales?—, Yunho le preguntó con intención.

Mirando hacia abajo, la voz de Junsu se escuchó alta cuando dijo—. Sí, por supuesto.

—¿Dónde lo hiciste la primera vez? ¿En un hotel o en su casa?

—En..., en un hotel, creo—, estaba nervioso y su mirada pasó de un lado a lado.

—Apuesto a que estabas nervioso la primera vez, sin saber qué hacer...

—Sí... pero de alguna manera funcionó...—, los signos reveladores de respuestas vagas y el visible nerviosismo estaban allí. Yunho estaba seguro ahora.

—Dime la verdad. Eres virgen, ¿no?—, Yunho lo expuso francamente. El rostro de Junsu se puso rojo brillante y entonces Yunho supo que había dado en el blanco—. Estás avergonzado de ser virgen a tus treinta años, por lo que estás mintiendo, ¿verdad?

Los labios de Junsu también se volvieron rojos debido a las mordeduras que se daba en ellos.

—No me llames virgen—, dijo en voz baja.

—En lugar de actuar como si lo has hecho, simplemente deberías decir “Yo nunca he estado con una mujer”.

Yunho suspiró con frustración. Junsu lo miró desde atrás de sus lágrimas.

—No quería que te rieras de mí. Por supuesto que soy... ¿Qué mujer querría salir con un hombre feo como yo?

Yunho se acercó más a Junsu y bajó la voz—. ¿No hay alguien quien…, mostrara interés?

Su jefe sacudió la cabeza.

—¿Pero hubo alguien que te gustara?

Junsu asintió con la cabeza, pero sólo después de una pausa.

—¿Le dijiste que te gustaba?

Junsu gritó su respuesta—. ¡¿Por qué tengo que decirte?!

El hombre grande, obviamente, no tenía buenos recuerdos de esa persona. Se sentó en silencio, sin levantar la cabeza. Yunho reflexiono sobre qué hacer y aunque le preocupaba que pudiera parecer poco natural, tocó la blanca mejilla de Junsu con su dedo. Al frotarla suavemente, Junsu comenzó a llorar de nuevo. Yunho le secó las lágrimas de los ojos con el pulgar.

—Ella dijo que no me quería porque estaba gordo—, le espetó—. Me hizo daño... —, sus hombros empezaron a temblar. Yunho se aferró a ellos—. No es bueno. No tengo confianza en mí mismo.

—Pero eres lindo—, Yunho lo dijo sinceramente. La forma en que se enfadó cuando Yunho se enteró de que era virgen, la forma en que lloraba cuando dijo que no creía en sí mismo, era todo lindo.

—Las únicas personas que me llaman lindo eres tú y mamá—, Junsu se secó sus mojados ojos con las manos.

—¿No te tienes confianza o es el sexo?—, Yunho habló con cariño.

—Ambos...

—No puedo ayudarte a tener confianza en ti mismo pero te puedo enseñar cómo tener sexo.

Sus ojos se encontraron de frente.

—Si prácticas con anterioridad, puedes tener confianza cuando realmente tengas sexo y te irá mejor—, Yunho continuó, a pesar de que sentía como si estuviera siendo un poco demasiado obvio.

<<¿Qué práctica?>>, se preguntó. <<Eso lo dices porque quieres tocarlo>>

—No tenemos nada que hacer hoy. No te preocupes, no voy a pedirte que pagues por la lección.

Junsu se rió de su broma.

—Está bien. Tal vez puedas enseñarme cómo hacer las cosas para empezar.

El pez ha sido atrapado en la red. Yunho cautelosamente llego a él.

—¿Alguna vez has besado a alguien?

—...No.

—Vamos a empezar con los besos, entonces.

Junsu era un poco renuente.

—¿Realmente vamos a besarnos? Creí que sólo me ibas a decir cómo hacerlo.

—Eso podría funcionar si las palabras solas bastaran. La práctica es mejor que la teoría. Aprenderás más rápido si lo haces tú mismo.

Cuando Yunho se acercó, Junsu retrocedió ligeramente.

—¿Realmente tengo que darte un beso?

—Sí, no tiene un significado profundo. En los países extranjeros, incluso se besan para saludarse unos a otros. ¿O quieres renunciar a la práctica?

Era como si estuvieran negociando. Cuando lo hizo parecer como si no fuera gran cosa, Junsu se acercó.

—Sólo un poco...

—Cierra los ojos.

Junsu hizo lo que le dijo. Sus labios estaban listos para recibirlo. Cuando Yunho se dio cuenta de que esta sería la primera vez que alguien distinto de su mamá besara los labios de Junsu le gustó eso, su corazón comenzó a acelerarse.

Eran suaves y húmedos, y firmes. Lo besó primero en el labio superior, luego en la parte inferior. Después suaves besos que parecían el gorjeo de las aves, sus labios se separaron y Junsu abrió los ojos.

—Esto es un poco embarazoso—, tenía la cara roja y se limpió los labios.

—Esta vez, inténtalo tú.

Junsu dejó escapar un grito.

—Si yo lo hago todo, no conseguirás ninguna práctica. Trata de recordar lo que hice y luego hazlo tú mismo.

—Está bien...

Junsu puso sus manos sobre los hombros de Yunho. Fue más lento que una tortuga para acercarse y los besos fueron torpes.

—Esto es demasiado extraño—, dijo Junsu, manteniendo la cabeza baja después del beso.

—Los labios son muy sensibles por lo que es comprensible que te sientas de esa manera. Esta puede haber sido tu primera vez, pero puedo ver que hay un gran besador dentro de ti—, cuando Yunho se detuvo a pensar en ello, fue capaz de alabar a Junsu honestamente. El hombre miró complacido y se rió.

—Ahora vamos a hacer algo un poco más difícil.

De repente, la expresión de Junsu mostró una sensación de preocupación.

—Esta vez vamos a utilizar la lengua cuando nos besemos.

Junsu se retiró en resistencia.

Yunho se movió a tranquilizarlo—. Todo lo que tienes que hacer es doblar el cuello y abrir la boca un poco. Primero voy a hacerlo yo. Asegúrate de no morderme la lengua.

Junsu cerró los ojos con fuerza y eso fue una buena cosa. Yunho estaba seguro de que su rostro podría ser similar a una bestia hambrienta, un león atacando. Tomándolo, sintió los suaves pliegues de la piel con sus dedos. Miró los labios de Junsu y hundió su lengua en la boca que lo había aceptado.

—Nnn...—, Junsu gimió ligeramente. Yunho pasó su lengua a lo largo de los alineados dientes de Junsu. Cuando llegó hasta los dientes de atrás, mantuvo el cuerpo rígido. Se concentró en sus movimientos de allí. Podía escuchar las palabras ahogadas y por un momento Yunho olvidó que, al menos en apariencias, esto era sólo una lección. Lamió la lengua de Junsu con desenfreno. Alguien le había dicho antes que besaba muy rudo. Le gustaba la humedad caliente de las lenguas y la sensación de los órganos tocándose.

—De... masiado...

Se separaron. Junsu jadeó por aire y luego dio una serie de respiraciones profundas. Se limpió sus húmedos y bellos labios con la mano.

—No podía respirar—, dijo con la cara roja.

—¿Respiraste por la nariz?

—¿De veras? ¿Puedes hacer eso?

—Si no, te asfixias.

—Esa fue la primera vez, nunca me dijiste.

Cuando terminaron de besarse, aun continuaron mirándose y exigiéndose mutuamente. El único sonido era el de la lluvia. Todo estaba tranquilo y no hablaban. Cuando Junsu finalmente recuperó el aliento, Yunho susurró que lo intentara por sí mismo.

—No puedo hacerlo de esa manera.

—Sólo tómalo con calma. Tenemos todo el tiempo del mundo, y porque soy yo, no tienes que preocuparte de cometer un error.

Junsu se acercó. Yunho se encontró imaginando cómo sería el beso y supo que no importaba lo torpe que pudiera ser, lo excitaría. Tragó saliva.

 * *

Aunque estaba nervioso al principio, una vez que dio el primer paso, la vacilación de Junsu se desvaneció. Debió haberse dado cuenta de que esto no era normal, pero hizo lo que dijo Yunho, aunque se quejó de que era vergonzoso. El sonido de la lluvia continuó haciendo eco en toda la casa, a veces más fuerte, a veces más suave. Aunque la puerta estaba abierta, se quitaron la ropa en un rincón oscuro de la habitación. Yunho contemplaba el cuerpo pálido y desnudo delante de él. Junsu había perdido peso definitivamente, pero aún tenía papada y su vientre era enorme. Apenas tenía vello y sólo tenía una tenue cantidad de suave vello púbico castaño del cual pendía el pene del tamaño de un pulgar. Al igual que Yunho, Junsu parecía hipnotizado por la entrepierna de su compañero.

—Nunca he visto muy de cerca a otro hombre... ¿Es normal? ¿O eres más grande que los demás?

—Creo que tengo la medida promedio.

Al oír esto, Junsu tristemente miró su propio pene. Notó que Yunho había estado mirándolo y lo cubrió con las manos avergonzado.

—El tamaño realmente no es importante. Sólo tiene que entrar y entonces todo depende de la técnica.

—Oh...

Yunho se acomodó y se acercó a Junsu. Cuando le tocó el hombro, Junsu levantó la vista.

—¿Qué vas a hacer?

—Vamos a practicar acariciándonos. ¿Por qué crees que nos quitamos la ropa?

—Yo... Eeh...

—¿Querías verme desnudo?—, aunque Yunho lo dijo como una broma, Junsu asintió con la cabeza afirmando que, sí, ese era el caso.

—Siempre me he preguntado cómo se ven los otros. Yo sé que soy pequeño pero nunca he tenido la oportunidad de comparar mi pene con los demás.

—¿Nunca te asomaste en el baño?

Junsu miró hacia abajo.

—Siempre uso las cabinas. Desde que alguien me llamó "mini-salchicha" en la escuela secundaria, he tenido miedo de ser el objeto de burla de los demás.

Yunho recordó que algunos del trabajo habían comentado que Junsu siempre utilizaba la cabina incluso al orinar.

—Entonces, ¿qué te parece?

—Realmente es grande—, la respuesta franca fue a la vez extraña y linda.

Yunho tocó con sus dedos el hombro de Junsu y le frotó la mejilla.

—Acariciar no es muy difícil. Cada persona tiene sus puntos de placer y una vez que los encuentras, te concentras en esas zonas.

Pasó el dedo lentamente por la barbilla de Junsu y el cuello, y cuando llegó al centro de sus rosados pezones, los pellizcó. Junsu gritó y dio un paso atrás. Su rostro se puso rojo como un tomate.

—¿Es demasiado? ¿Puedo hacerlo por detrás?

—¿Qué quieres hacer por detrás?

—Acariciarte. De esa forma no tendrás que ver mi rostro pero hay una cosa que debo decirte. Puede ser que me ponga erecto, por lo que si sientes algo duro en tu espalda, no le prestes ninguna atención.

—Ah... Ok...

Yunho se colocó detrás de Junsu y lo abrazó. Quería dejar su marca y poniendo sus labios sobre su blanco cuello, empezó a chupar duro. Sus dedos se movieron hasta el vientre arrugado y le frotó ambos pezones. Se pusieron duros con el estímulo y Yunho los pellizcó con sus uñas.

—¡Ah!

Soltó su agarre y empezó a frotar nuevamente, y siguió haciéndolo mientras cambiaba la presión y la velocidad de sus movimientos. Mordió suavemente en el lóbulo de la suculenta oreja de Junsu.

—Aah…

Cuando Yunho colocó su lengua en la oreja de Junsu, sus grandes piernas se sacudieron de manera incontrolable.

—¿Te gusta ahí, no es así? ¿Lo ves?

—Mis piernas... Apenas puedo soportarlo...

—Eso significa que es bueno.

Junsu tropezó mientras se sentaba. Yunho quedó detrás de él, todavía aferrado a su espalda, y tiró de él hasta llevarlo entre sus piernas. Mientras acariciaba sus pezones con la mano izquierda, extendió su mano derecha hacia la entrepierna de Junsu. Pasando su arrugado vientre, Yunho sintió el suave vello púbico. Debajo de eso estaba el pene del tamaño de un pulgar. Era lindo cómo cabía en su mano. Jugando con él un poco, se puso firme. Aun así, la punta no llegaba más allá del prepucio. Yunho sujetaba la punta con su dedo índice. Empujando hacia abajo, fue capaz de meter su dedo en la piel. Luego empezó a frotar la cabeza, algo que incluso Junsu probablemente no había hecho antes.

—Ooh… Aaaahhh…

Debió haberse sentido bien porque Junsu no se resistió. Al continuar, el dedo índice se puso húmedo. Tomó el dedo y empezó a frotar suavemente alrededor del ano de Junsu.

—Las mujeres tienen vagina pero puedes tocar aquí también.

Actuó como si supiera de lo que estaba hablando pero Yunho nunca había tocado a una mujer en ningún lugar cerca de allí. Lo más que había llegado a hacer fue besar a una de las mujeres con la que había intentado salir. Humedeciendo su dedo, empujó contra el pudor de Junsu.

—¿Puedo usar esto en su lugar?

Junsu sonó desesperado cuando respondió.

—¿En lugar de qué?

—Voy a mover mi dedo alrededor como si fuera una vagina.

—No. Eso es sucio.

Yunho besó al exasperado Junsu. Había querido darle un beso, por supuesto, pero también esperaba poder reducir su resistencia. Buscó su boca y besó a Junsu como lo habían hecho al comienzo de su lección. Después de haberse saciado, sus labios se separaron pero un hilo de saliva aún los enlazaba. La boca de Junsu se sacudió al respirar y sus ojos miraban a Yunho.

—A algunas mujeres les gusta cuando juegas con su culo. Algunas veces incluso puedes tener relaciones sexuales en él.

—Pero..., ¿eso no duele...?

Todavía era renuente y aún no daba su permiso.

—Todo lo que tienes que hacer es relajarte. Piensa en ello. Grandes cosas siempre están saliendo de ahí. Y cuando tienes un chequeo, ellos ponen una cámara por allí. Un dedo no debería ser, en absoluto, ningún problema.

—Pero...

Yunho puso el dedo en los labios de Junsu para callarlo. Los ojos de Junsu se abrieron con mucha sorpresa.

—Lame mi dedo.

Tal vez no se sentía cómodo con la situación, la lengua de Junsu no se movió. Yunho lo humedeció con su boca y tocó ligeramente el ano.

—No. Por favor, no.

El hombre se tensó y Yunho no pudo meter su dedo dentro.

—Relájate.

Yunho retiró su dedo como si fuera a rendirse. La expresión de Junsu se relajó. Yunho levantó su barbilla y lo beso fuertemente.

—Nnn... Aahh...

Junsu trató de huir pero Yunho tiró de él en cada oportunidad. Si bien tenía a Junsu absorto con sus labios, Yunho llevó la mano a la entrepierna para distraerlo y luego metió su otro dedo índice por detrás.

—Ah... Ahhhh...

Una vez que estuvo dentro, el resto fue fácil. Lo movió tan fuerte como fue necesario buscando la próstata. Cuando la encontró, presionó duro. El cuerpo de Junsu se estremeció en un shock. Mientras Yunho continuaba, las piernas de Junsu comenzaron a temblar violentamente y su modesto pene se tensó hacia el cielo.

—¿No se siente bien?

—N… No…

Sus pálidas caderas se sacudían y el agujero se tensaba. Un chorro de líquido blanco salió de su prepucio. Era lindo cómo su pene se sacudía, incluso después de que llegara al orgasmo. Todavía estaba culminando. Yunho no podía dejar de reírse de su resistencia.

—Realmente eres lindo.

Junsu respiró con fuerza con sus ojos cerrados. Mientras que el orgasmo continuaba, Yunho actuó como si estuviera frotando su ano pero aprovechó la situación para insertar otro dedo.

**

Cuando Yunho despertó, ya estaba oscuro. No sabía qué hora era, pero tenía hambre. Habían estado abrazados mientras dormían y el calor se sentía bien, suficientemente bueno como para aguantar el estómago vacío, por ahora. Abrazó fuerte el vientre blando de Junsu. Esto debió haberlo despertado porque Junsu intentó levantarse. Yunho se aferró a sus amplias caderas para evitar que se levantara.

—Quiero levantarme—, Junsu murmuró.

—¿Y qué con eso?

—Tengo hambre..., y me siento pegajoso.

Yunho jaló a Junsu más cerca y le dio un profundo beso.

—Tendrías que encender fuego y cocinar los alimentos. ¿Por qué molestarse? Solo quedémonos aquí y durmamos hasta mañana.

—Pero...

—Te limpiaré por completo.

Yunho alcanzó la vela en la oscuridad y la encendió. Usando la luz, fue al pozo y humedeció una toalla de mano. Cuando regresó, Junsu estaba sentado en la parte superior del futón.

Yunho limpió el cuerpo de Junsu con la toalla húmeda. Se aseguró de llegar a todos lados: en los muslos, la zona donde había estado presionando su pene, la entrepierna y su parte inferior.

—Gracias—, murmuró cuando Yunho terminó.

—¿Estás mejor?

—Sí.

Yunho atrajo a Junsu contra su pecho y le dio unas palmaditas en su espalda. Junsu también llevó sus manos al alrededor de la espalda de Yunho y lo apretó con fuerza.

—Vamos a dormir juntos hasta la mañana.

La única respuesta de Junsu fue un gesto de asentimiento.


9 comentarios:

  1. que buen capitulo , pobre de junsu , que por ser gordo y tenela peqeño era virgen que bueno que yunho lo esta hayudando jaajja yunho tan bueno, gracias mery

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yunho es un santo hahahaha gracias por comentar y pronto subiré el siguiente

      Eliminar
  2. Kyaaaaaaaaaaaa Junsu es tan kawai!!!!!! Yunhie~ ajsjdhajdhajas si supiera lo que le provoca a su acompañante! hahahahahah

    OMGSUUUUUN!!!!!!!!! después del gran samaritano, llega el super profesor Jung con sus lecciones de vida!!! Goshhhh!!!!! y la pobre oveja ingenua cayó redondita!!!!! assdsjdsjsjsdsdj hasta me ruboricé con las excusas de Yunho!!!! XDDD por fin logró su cometido!!! ya quiero leer el siguiente!!! * 3 *

    gracias por el cap!!!! particularmente este me encantó! jejejeej ;)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. hahahaha tu comentario me dio mucha gracia XDD Uno hasta se puede imaginar el diablito sobre el hombro de Yunho diciéndole que ataque a Junsu XDDD

      Eliminar
    2. jajajaja siiiii!!! en esta adpatación me gusta esa personalidad aprovechadora de yunho y junsu todo cute como siempre. love yunho al acecho!! <3

      dijiste actu el domingo... ya es lunes ;^; esperaré muy ansiosa!!!!!! - será tu culpa si ya no me quedan cabellos ni uñas - hehehehe

      pd: soy la misma, cambié de nombre hehehe igual soy Betsy~ ;)

      Eliminar
  3. Estaba cantado xDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD cuanto tardará en tirarselo??? XDDDD estoy contando los minutos XDDD *W* graciasssss

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ahora que Yunho le agarró el gustito a Junsu.. no lo va a soltar más hasta hacerle un hijo (?) XDDD

      Eliminar
  4. Jajajajaja yunho a engañado a Junsu cOns sus artimañas y aprovechando del inocente Junsu jajajajajajaja muy bueno el capo, me encanto XD

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Junsu es demasiado ingenio para su propio bien XDD Aunque... en realidad es un suertudo!! XDD

      Eliminar