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En la sección [Fanfiction] arreglé la mayoría, pero aún me faltan estos:

Beautiful Dirty Rich
Cuando el Sakura Florezca
Fairies and What!?!
Love is a Force of Nature
Lust Caution
Scut Hamsters
The Reunion
The Year Without Santa

Los fics están, sólo que les costará ubicarlos.

18 feb 2014

[ADAPTACIÓN] NO TE PREOCUPES MAMÁ [CAP6]

Título: No Te Preocupes Mamá
Título Original: Don’t Worry Mama
Autora Original: Konohara Narise
Adaptación por: Mery
Pareja: HoSu
Género: Romance, Lemon
Extensión: Serial
Declaración: La trama no me pertenece.
Sinopsis: Si estuvieras varado en una isla desierta y pudieras elegir a la persona que te hiciera compañía, ¿a quién elegirías? Hubiera preferido ahorcar a Junsu con sus propias manos antes de seguir escuchando sus insistentes quejas pero cuando los días se convirtieron en semanas, Yunho se encontró anhelando la compañía de Junsu más que a la misma civilización.

¿Podrán ambos encontrar un amor prohibido en esta isla tropical? O, ¿podrán Yunho y Junsu vivir sus vidas en esta isla desierta con la persona que menos toleran en este mundo?
*****

Capítulo 6


A la mañana siguiente, la lluvia se había detenido. Yunho se despertó desnudo bajo la luz brillante del sol y con el estómago vacío. Junsu estaba junto a él, su piel expuesta. A diferencia de la íntima oscuridad que había provocado la lluvia, ahora la casa estaba brillante. Al respirar el dulce aire de la mañana, dejó un número de marcas de beso en la espalda de Junsu. 
No había líneas rectas en la espalda debido a la grasa. Cuando Yunho ligeramente apretó las redondas y suaves nalgas, Junsu despertó. Giró su cuerpo y miró a Yunho con ojos somnolientos. Al principio Yunho pensó que se estaban mirando el uno al otro, pero los ojos de Junsu estaban señalando hacia el futón. Sus orejas estaban de color rojo brillante. Yunho estaba recostado a un lado en la parte superior de él.

—¿Qué pasa?


Junsu no respondió. Cuando Yunho lo abrazó y lo acunó entre sus brazos, finalmente Junsu dijo en voz baja: —Me da vergüenza.


—A mi también.


—Pero..., lo que hicimos...


Yunho levantó a Junsu hasta que estuvo sentado. Lo sostenía por detrás igual que cuando empezó a acariciarlo y frotó su suave mejilla con el dedo índice.


—¿No te gusta?


—Si mamá lo descubriera, yo...


—Junsu—, cuando Yunho alzó la voz el cuerpo que sostenía comenzó a temblar—. Te pregunté cómo te sentías al respecto. ¿No te gustó besarme?


—Yo...


—Sé honesto.


Junsu mordió su labio y luego miró a Yunho.


—No estuvo mal...


A pesar de que al principio parecía confundido, su reacción fue buena. Estaba seguro de que Junsu había disfrutado, pero se sintió aliviado al escuchar que lo dijera.


—¿Y cómo se siente cuando te tocan así?


Pellizcó sus dos pezones. Junsu gritó con una áspera voz.


—¿Eso te hace estremecer?


—... Sí...—, todo el cuerpo de Junsu se puso rojo. Yunho frotó su entrepierna y luego se movió pasando por sus bolas hasta su culo.


—¿Y cuando te meto mi dedo aquí?


—Eso no me gusta...


—¿En serio? ¿Aún cuando te viniste una y otra vez cuando lo hice anoche? 


Lágrimas brotaron de los ojos de Junsu. Yunho besó las lágrimas que salían.


—No tienes porque llorar. No hay nada de qué avergonzarse si se sintió bien.


Junsu sollozó como si no quisiera escuchar las palabras, pero mientras Yunho le frotó la cabeza y lo besó, se sentó en silencio. Deseó ver su rostro, así que hizo que Junsu se girara y lo sentó frente a él sobre sus rodillas. Cuando lo atrajo hacia sí, era lindo cómo el pequeño pene de Junsu se frotaba contra su ombligo.


—¿Me prometes que no te reirás o pensarás que soy raro?


Se aferró a Yunho y preguntó una y otra vez. Cuando se convenció, acercó su boca al oído y le susurró a Yunho la sorprendente confesión: —Se sintió asombroso—, luego se sentó de nuevo—. ¿Estás seguro de que no soy raro por estar tan excitado al hacer esto con un hombre como tú?


—Está bien. Solo estabas practicando el tener sexo. Yo estaba acariciando tu cuerpo para hacerte sentir bien, así que no hay nada de malo en que te sientas de esa manera. Eso es normal.


—¿De verdad? Bueno.


Junsu dio un suspiro de alivio y se agarró fuertemente a Yunho.


—Disculpa que lo diga..., pero me gusta mucho el sexo.


 * * 


Yunho subió al punto más alto de la isla por primera vez en el día. Cualquiera que fuera la dirección a la que veía, no había más que mar, mar y mar (un horizonte sin nada en él). Sin embargo, ya no tenía ese sentimiento de anhelo de ser rescatados. Cuando se volvió hacia la casa, miró las plantas que crecían cerca de la ruta de acceso. Ahora que las cosas se habían establecido, una vez más buscaba la hierba para la pérdida de peso que originalmente había ido a encontrar, pero no tuvo éxito. Sin embargo, encontró un nuevo campo de hortalizas. Parecía como si alguna vez hubiera sido un jardín cultivado de berenjenas y tomates. Entonces vio el rojo de los tomates que se asomaban entre la maleza. Tomó dos y los puso en su bolsa. Había una vieja casa cerca del campo con una colmena debajo de su techo. Un enjambre de abejas zumbaba en el aire que lo rodeaba. Dio un salto hacia atrás para evitar ser picado, pero luego se dio cuenta de que debía haber miel dentro de la colmena. Eso podría ser una importante fuente de alimento y sabía que a Junsu le gustaban las cosas dulces. Quería tomarla para él.


Yunho caminó alrededor del campo recogiendo ramas. No encontró suficientes, por lo que también miró dentro de la casa. Cuando estaba recogiendo tablas del suelo de la casa, se encontró con un cortaúñas. Estaba un poco oxidado, pero aún funcionaba. Tomando la madera que había reunido, encendió fuego debajo de la colmena. Cuando el fuego creció, el humo y el calor derivado, dispersó a las abejas. Cuando se alejaron, Yunho tomó la colmena. Ya había oscurecido y cuando regresó a la casa, Junsu daba de comer a su conejo en el patio trasero. Oyendo lo pasos de Yunho, se volvió y le dio la bienvenida a casa.


—Llegas tarde. La cena está lista.


—Vamos a comer.


Tomó los tomates de la bolsa y se los dio a Junsu.


—Encontré un huerto de tomates. También había berenjenas, pero no estaban maduras.


—Los tomates se ven bien.


Junsu los llevó con cuidado y los colocó en la cocina. Cuando se lavó las manos y salió, la cena estaba lista. Esa noche tenían para comer conejo y sopa de papa.


—Caminé hasta el muelle esta tarde.


Junsu hablaba mientras comía un pedazo caliente de papa. Todo eso solía ser una molestia, pero estaba mucho más activo últimamente. Podías saber con sólo mirarlo que había perdido mucho peso y esto también hacía que se sintiese mejor. Le quedaba una doble papada pero su vientre no sobresalía más.


—Pero no he visto ningún barco.


—Fui a la cima de la colina, pero no he visto nada tampoco.


Después de eso la conversación se detuvo mientras comían, pero el silencio no era incómodo. Era como si fueran un viejo matrimonio. Mientras no llovía, Yunho podía salir en la mañana para encontrar comida. Cuando se iba, Junsu podía preparar la comida o limpiar o comenzar el baño. Por la noche, Yunho regresaba y comía la comida que Junsu había hecho. Y luego, más tarde... Su rutina se había convertido igual a la de una pareja casada. Cuando terminaron de comer, Junsu tomó los platos y los llevó a la cocina. Aunque la casa abandonada estaba vacía cuando llegaron allí, habían sido capaces de darle sentido a sus vidas. Mientras Junsu lavaba los platos, Yunho afilaba el cortaúñas en la piedra de moler. Utilizó un clavo para llegar a los lugares donde no podía hacerlo con la piedra.


—¿Qué estás haciendo? El baño está listo.


Después de haber quitado el óxido del cortaúñas, se metió en el baño antes de que el agua se enfriara. Tal vez Junsu ya había estado en el cuarto debido a que estaba lleno de vapor y los azulejos del suelo estaban mojados. Cuando terminó, volvió a la habitación, desnudo y secando su cabello con una toalla de mano. Junsu estaba en el porche. Estaba mirando la luna y susurrando.


—¿Qué pasa?


—Estaba tratando de coser el agujero de mi camisa, pero es difícil de ver.


—¿Por qué no utilizas una vela?


—No tenemos muchas. No quería desperdiciarlas. Deberé hacerlo durante el día.


Junsu dejó la camisa a un lado. Yunho se sentó junto a él y le tomó la mano derecha.


—¿Puedo cortarte las uñas?


—¿Tienes un cortaúñas?


—Lo he encontrado hoy.


Cortó cada uña larga cuidadosamente. El sonido del cortaúñas hacía eco en el silencioso aire nocturno.


—¿Puedo hacerlo en los dedos de tus pies, también?


—...Por favor.


Accidentalmente cortó una demasiado profundo y Junsu hizo una mueca de dolor.


—Lo siento.


—Está bien. No me dolió mucho.


La sangre comenzó a salir del corte. Yunho instintivamente puso el dedo en su boca. Mientras lo chupaba, dejó de sangrar. Pero no se detuve ahí y comenzó a lamer entre los dedos de los pies de Junsu.


—Yu... Yunnie —, Junsu se sacudió.


Que acariciaran sus pies parecía excitarlo. Yunho se levantó, abrazó a Junsu y comenzó a besarlo. Levantó su camisa cuando se besaron y le pellizcó suavemente el pezón. Eso fue todo lo que necesitó para hacer que Junsu gimiera sensualmente. Jugó con su pezón con la mano derecha mientras se movía alrededor de la parte inferior de su cuerpo con la izquierda. Solo con lo hecho en sus pies y sus pezones ya había puesto erecto a Junsu. Yunho le bajó los calzoncillos y le frotó vigorosamente los testículos. Aunque estaban a la intemperie en el porche, no les importaba. No era como si hubiera alguien más que ellos en la isla. Sabiendo esto, Junsu abrió las piernas a la luz de la luna, sin vacilación. Después de poner amplia atención en la entrepierna de Junsu con ambas manos y boca, Yunho le susurró al oído.


—¿Puedo entrar?


La semana anterior, Yunho había entrado en Junsu por primera vez. Era apretado y se sentía como el cielo para Yunho, pero era difícil de penetrar, sin importar lo mucho que lo lubricara. Aunque era capaz de llegar mientras estaba dentro, Junsu se quejaba todo el tiempo acerca de cuánto le había dolido. Habían tenido relaciones sexuales anales dos veces más desde entonces, pero Junsu aún no estaba acostumbrado a ello.


—No.


—Seré amable.


—No importa. Eres demasiado grande y duele.


No iba a cambiar su mentalidad. Yunho lo besó una y otra vez para debilitar su voluntad.


—Sólo será duro al principio. Una vez que llegue al fondo, no habrá ningún problema. Se siente bien cuando me empujo, ¿verdad?


—Sí, pero...


—Lo haré de tal manera de no hacerte daño—, Yunho masajeó con sus dedos al principio para que no doliera tanto.


—Aahh... oohhh...


Sonaba como si le doliera un poco al principio, pero luego dejó escapar gemidos de placer. Yunho movió sus caderas mientras se empapaba en los gemidos provocados por sus besos.


—Nnn… nnn…


Cambiaron posiciones sin separarse y Yunho se vino dos veces. Junsu se rindió como si sus actividades lo hubieran cansado y Yunho lo sostuvo con ternura. Cuando se besaron, Yunho encontró su expresión de cansancio sexy, y se despertó nuevamente. Cuando Junsu se dio cuenta se apartó, pero Yunho lo sujetaba por detrás y lo penetró nuevamente. Dado que recién habían tenido sexo, no hubo resistencia en esta ocasión al entrar en él. Haciendo el amor siguió acariciando a Junsu. Mientras tenían sexo se hizo extrañamente consciente de lo solos que estaban. Ya sea que estuvieran hablando, peleando o amándose, sólo estaban ellos dos. A pesar de que nunca había pensado ser un hombre introvertido, se encontró adaptándose bien a este mundo aislado.


—Me pregunto cuándo vendrá alguien—, dijo Junsu cuando puso su cabeza sobre el pecho de Yunho.


—¿Quieres ir a casa?


—Por supuesto. Tú también, ¿verdad?


Quería, pero..., había una parte de él que estaba muy contenta en cómo eran las cosas ahora. Podía haber inconvenientes, pero ahora estaba con el hombre que amaba y eran capaces de tener sexo al aire libre sin tener que preocuparse acerca de los ojos de las demás personas. Era como un sueño. Sin embargo, había un problema. Sólo tenía dos condones más de los condones "Como una Virgen " que había traído con él. En un principio había planeado dárselos a un amigo. Nunca imaginó que los usaría con Junsu. Aunque técnicamente no era necesario para el sexo, no había en la isla médicos o medicina disponible si él lastimaba a Junsu. No poder ir al hospital era la única cosa que hacía que la vida en la isla desierta fuera menos perfecta.


—Estás haciendo una mueca. ¿En qué estás pensando?


Junsu tocó la cara de Yunho. No pudo decir directamente que estaba pensando que tendría que lavar los condones para poder volver a usarlos.


—Estaba pensando en lo lindo que te ves cuando te vienes.


Junsu se sonrojó. Cuando lo hizo, Yunho lo abrazó y le mordió suavemente en los hombros. Entonces se acordó de la colmena. Aún desnudo, dejó el cuerpo caliente de su compañero y entró a la casa. Tomó la colmena de su bolsa de tela y la dividió en dos dentro de un bote.


—Olvidé que he traído a casa algo para ti.

Cuando Junsu inclinó la cabeza para saciar su curiosidad, Yunho extendió un poco de miel alrededor de su boca.


—Es un aroma dulce—, se lamió los labios y abrió los ojos con sorpresa— ¡Es miel!


—Encontrado una colmena. Pensé que sería una buena fuente de alimento extra en caso de emergencia.


—Yunnie... Quiero más—, Junsu susurró.


—Ahora no. He dicho que es para emergencias.


—Entonces, quiero lo que queda en tu mano.


Yunho frotó la miel restante en su entrepierna.


—Si la deseas, lámelo.


Junsu no parecía complacido con la orden, pero cuando Yunho llevó la mano con la miel delante de su nariz, Junsu lamió el dedo dejándolo limpio.


—Hay más miel…, abajo.


Junsu miró las gotas de la miel en la entrepierna de Yunho. Aunque no le gustaba el sexo oral, quería desesperadamente la miel, así que acercó sus labios al pene de Yunho. Sonaba como un gato lamiendo la miel. Estimulado por la caliente humedad de la lengua de Junsu, Yunho se excitó.


—Yunnie, se me dificulta lamer cuando te pones tan grande.


Pero a pesar de la queja, Junsu no se detuvo. Estaba tan concentrado en la miel, que no se dio cuenta cuando Yunho estaba dispuesto a eyacular. El semen se roció en su rostro, y parecía que iba a comenzar a llorar.


—¡No puedo creer que lo hicieras!


—Lo siento, lo siento mucho. ¿Me perdonas?


Yunho limpió la cara de Junsu mientras se disculpaba. Al hacerlo, también lamió su nariz, mejillas y ojos como si fuera un perro. Debió haber funcionado, porque Junsu estalló en risa.


—Es suficiente. En serio.


No podía ser más feliz al escuchar las risas. Se abrazaron y besaron, y se burlaron uno del otro hasta que Junsu se quedó dormido. Yunho podía ver la luna a través de la ventana abierta. Antes de dormirse, acarició la suave y linda espalda de su amante.


 * *


Jung Yunho viajó con Kim Junsu al "Instituto de Ornitología de la Prefectura", en la Prefectura de Miyagi. Había pasado casi un mes y medio desde que su hermano y su jefe hubieran desaparecido. El hermano mayor perdido de Yoochun era gay. Su familia ya estaba enterada de ello. En la televisión, cuando un miembro de la familia era gay, había una sensación de tensión en el hogar a causa de su extraña "preferencia sexual", pero su familia era diferente. Su hermano era el líder de su familia, y cuando anunció que era gay, los otros no tuvieron más remedio que aceptarlo. Además, Yunho estaba determinado a que el legado Jung siguiera viviéndo, de modo que había cumplido su misión al asegurarse de que su hermano menor se casara y tuviera hijos, lo que hizo a una edad relativamente joven.

Yunho había sido un buen estudiante y un buen hombre, y Yoochun estaba seguro de que nunca se iría con alguien sin decir nada, pero tenía que enfrentar los hechos. Había visto una foto del otro hombre que había desaparecido, y era enorme, casi obeso. Sabía que su hermano tenía un buen ojo para elegir hombres, y aunque nunca lo diría delante de su hermano, pensaba que era la persona más cool que conocía. Yunho no le había contado del tipo de hombre que le gustaba, pero no podía creer que fuera un cazador de gorditos. Cada vez que veía la foto del otro hombre, no podía dejar de pensar que su hermano tenía problemas que no podía contarle a nadie.


El rastro de su hermano y su jefe se había enfriado en la estación de Hamamatsu. Sin embargo Yoochun no renunciaba a hacer preguntas y descubrió que los otros dos hombres que los habían acompañado a la isla habían regresado a la prefectura de Miyagi esa noche en autobús. Yoochun y la Sra. Kim tomaron un autobús a Miyaji, y cuando llegaron, se separaron para recopilar más información. Poco después del mediodía, Yoochun recogió una pista de un taxista que acaba de pasar a comer fideos en el mismo puesto.


—Hace poco tiempo, hubo un par de clientes que dijeron que acababan de regresar de una isla desierta.


Yoochun vio un rayo de esperanza.


—Era temprano por la mañana, como que acababan de salir de un autobús nocturno. Lo recuerdo porque la isla desierta me causó curiosidad. Ahora lo recuerdo..., me dijeron que estudiaron las aves.


Yoochun le mostró una foto de los dos, pero el hombre parecía confundido.


—No. Ellos eran mayores. Y tenían barbas, y ciertamente no eran tan gordos como este hombre.


Si su hermano hubiese sido serio en huir, hubiera tenido sentido que se disfrazase.


—¿Puede decirme a dónde los llevó?


Al ver lo desesperado que estaba, el conductor accedió a regañadientes a decirle. Yoochun recogió a la  madre de Junsu y la llevó hasta el lugar que el taxista le había mostrado.


Los dos llegaron a un edificio antiguo con un cartel que decía: "Instituto de Ornitología de la Prefectura". Yoochun le preguntó varias veces al conductor si estaba seguro de que este era el lugar y cada vez le contestó que estaba seguro de que así era. Aunque había estado seguro de que el taxista estaba hablando de los dos hombres que estaban buscando, ahora que habían llegado, comenzó a tener sus dudas. Sin embargo, esta era su última esperanza. Llamó a la puerta del instituto. Un viejo barbudo abrió la puerta. Correspondía a la descripción del taxista, su barba tenía la forma de una "T".


—¿Lo puedo ayudar?


Yoochun sacó las fotos.


—Estoy buscando a estos hombres. ¿Los ha visto?


El hombre miró y asintió.


—Me parece que los recuerdo pero, ¿dónde fue? Recuerdo en especial el gordo...


Un hombre miraba con curiosidad por detrás. Viendo las fotos preguntó: —¿No es el hombre en el barco que tomamos a la Isla Fuchi?


El hombre barbudo aplaudió con sus manos recordando—. Eso es. Los dos hombres de la compañía farmacéutica de Corea.

—¡Sí!


La Sra. Kim empujó a Yoochun fuera del camino.


—El de esta foto es mi hijo. Ha estado perdido un mes y medio desde que se fue de viaje de negocios con su empleado. Sólo sé que fue a una isla desierta...


El hombre barbudo se puso pálido.


—¿Perdón?


—Hemos preguntado a tanta gente, y hemos encontrado a alguien que dijo que había traído a dos personas que habían estado en una isla desierta a este lugar.


La Sra. Kim estaba a punto de llorar—. Mi único hijo es un hombre débil... Estoy muy preocupada...


El hombre barbudo miró a su compañero y se movió nerviosamente.


—Nos conocimos en un bote camino a la isla Fuchi. Dijeron que iban a buscar hierbas que tenían algo que ver con la pérdida de peso. Dijeron que iban sólo por el día, pero no estaban en el mismo barco que tomamos de regreso de la isla.


Yoochun recordó la conversación que sostuvo con la secretaria del gremio de pescadores en su cabeza.


—He oído que mi hermano llamó una vez para decir que el barco no había llegado. Pero luego abordaron poco después...


El hombre de la barba se llevó la mano a la barbilla.


—No estaban en el barco. O al menos no estaban en el barco que tomamos de regreso. Pensé que eso significaba que iban a pasar la noche en la isla.


Los ojos de Yoochun se encontraron con los del hombre de la barba.


—Hay que ir a la isla de inmediato para asegurarnos. Es realmente una isla desierta, y los barcos ni siquiera se acercan a ella a menos que haya una razón específica. Si estuvieran por ahí, podrían estar en problemas. Hay un número de casas abandonadas, así que podrían tener por lo menos refugio, pero no hay comida ni agua por lo que recuerdo. No me gustaría pensar que murieron de hambre...


La mujer parecía que estaba a punto de tener un ataque convulsivo.


—Madame. Por favor cálmese. Estoy seguro de que están bien.


Cuando el ornitólogo puso su mano sobre su hombro, se desplomó en la entrada.


**

En un hermoso día sin nubes en el cielo, Yunho llevó a Junsu hasta el punto más alto de la isla. Junsu aún no estaba acostumbrado a tanto ejercicio, y tuvo que parar varias veces a lo largo del camino. Al final, Yunho tuvo que tirar de él hasta la cima.

—¡Qué hermosa vista!

A pesar de que se había quejado de dolores y cansancio en todo el camino, su rostro se iluminó cuando vio el paisaje.

—Estoy tan contento de haber venido.

—Es también más fresco aquí por la brisa.

El viento era fuerte en la cima y las mangas se agitaban con el viento. También volaba el flequillo largo de Junsu. Yunho se sentó pero Junsu estaba contentó de pie y mirando a la distancia el agua. Pensando que Junsu debía estar buscando un barco, Yunho repentinamente se levantó sobresaltado.

—¿Qué pasa?

Yunho no contestó, sólo tomó la mano de su amante y comenzó a bajar la colina. Junsu podía ver que su estado de ánimo se había agriado y trató de hacerle hablar.

—¿Estás enojado?

Yunho se detuvo en un lugar con leños en el camino.

—¿Por qué crees eso?

—No lo sé, ¿te hice enojar?

Yunho soltó su mano y lo abrazó. Lo besó suavemente, y luego más profundo. A Junsu se le aflojaron las rodillas y Yunho lo empujó hacia abajo en la hierba al lado del camino. Le levantó la camisa y vio que su blanca piel estaba empapada de sudor.

—¿Qué...? ¿Qué estás haciendo?

Haciendo caso omiso de su resistencia, Yunho le quitó la camisa. Pellizcó los rosados y sudorosos pezones de Junsu, los cuales se endurecieron volviéndose del color de melocotones maduros. Se veían tan bien que los besó con sus labios y puso su mano debajo de sus pantalones. Junsu ya estaba duro.

—Te quiero.

Junsu se estremeció cuando le susurró al oído.

—Aquí no.

—La hierba debería proteger tu espalda para evitar que se arañe.

Yunho miró a los ojos de Junsu.

—No hay nadie aquí. No importa si lo hacemos en la casa o fuera de ella.

—Pero...

Yunho expulsó su ropa interior, dejándolo completamente desnudo. Su piel blanca brillaba en el sol. Junsu yacía en la hierba como un recién nacido, semejante a una de las musas de la mitología. La idea de tomar algo santo emocionó a Yunho y extendió las piernas del hombre. En esta posición, el sol acarició sus genitales. Junsu retorció sus caderas en resistencia, pero poco a poco cedió a los besos de Yunho. Junsu era apretado y cuando Yunho lo penetraba, no podía dejar de gemir.

—El cielo..., es tan azul.

Yunho giró para mirar por sí mismo. Así como su amante le había dicho, no había ni una  sola nube blanca en el cielo azul.

—¿Sabes cómo se le llama a esto?

—¿Eh?

Su rostro estaba sudoroso y Junsu miró sobre su mejilla.

—Diversión bajo el sol.

Yunho tomó la mano de Junsu llevándola a su propia entrepierna e hizo que tocara donde los dos se unían.

—Estás muy abierto y fui tan lejos como pude. ¿Puedes sentirlo?

—No... No...

—No digas que no. Si tocas aquí puedes entender lo que estoy haciendo. Cuando tenemos sexo de esta forma a la intemperie, se llama "Diversión bajo el sol".

Junsu comenzó a sollozar.

—¿Por qué estás llorando? No duele, ¿verdad? Me estoy moviendo con cuidado para no hacerte daño. Se siente bien, ¿no?

—Sí... Pero...

Yunho lo besó para calmarlo y el llanto finalmente se detuvo. Después de llegar dos veces dentro de él, Yunho se recostó por un tiempo sobre Junsu y luego se levantó y recogió su ropa.

—¿Te veniste dentro de mí?

—Sí.

—Se siente asqueroso. Al igual que cuando sales...

—Si no puedes contenerlo, déjalo salir. Te lavaré cuando volvamos.

—Trataré de mantenerlo hasta que volvamos entonces.

Sostuvo a Junsu por los hombros para ayudarle a lo largo del camino de regreso. La luz del sol era fuerte, y se hizo aún más caliente por la presión de uno al lado del otro, pero ninguno hizo ningún esfuerzo por separarse. Cuando llegaron a la ruta que seguía a la orilla, Junsu de repente soltó un grito.

—¡Barco! ¡Yunnie! ¡Hay un barco!

—De ninguna manera.

—No estoy mintiendo. Hay un barco en el muelle.

Yunho había pensado que era una broma, pero era cierto, había un pequeño bote en el muelle. Después de un mes y medio, finalmente había llegado un barco.

—¡Sí!

Junsu se quitó la mano de Yunho de encima y salió corriendo. Era difícil creer que le había parecido tan impotente hacía un segundo. La gente estaba empezando a desembarcar del bote. Podía ver a una gorda mujer mayor. Junsu se lanzó hacia ella.

—¡Mamá! ¡Mamá!

Se abrazaron con fuerza y ambos comenzaron a llorar. El siguiente en bajar fue Yoochun el hermano de Yunho, quien dio un suspiro de alivio cuando vio a su hermano mayor.

—No hay manera de que me dejara morir aquí—, dijo que con frialdad. En comparación con la emoción de Junsu y su madre, el intercambio entre Yunho y su hermano fue tan frío como el Polo Norte.

—¿Qué pasa con esa actitud? ¿Sabes lo que pasé para encontrarte?

—Llegas tarde.

Y, en realidad, la coordinación fue mala. Tendría que haber llegado mucho antes, incluso antes de que Yunho hubiera puesto un dedo en Junsu. Eso o más tarde.

Volvieron a su casa a recoger sus cosas, pero Yunho y Junsu apenas dijeron una palabra. La madre de Junsu estaba acurrucada cerca de su hijo y no tuvieron la oportunidad de hablar.

—Junsu-ah, pobre de ti. Mira qué delgado estás. Te llevaré al hospital tan pronto como regrese. ¡Oh! Espero que no tengas enfermedades extrañas de aquí...

Incluso en el barco los dos fueron inseparables. Fue suficiente incluso para hacer incomodar a Yoochun.

—¿Tiene un complejo de madre?—, le susurró a Yunho.

La emoción de la reunión con su madre había cobrado su precio y Junsu se quedó profundamente dormido sobre sus rodillas. A pesar de que Yunho había estado mirándolo desde que llegaron al barco, Junsu no le devolvió la mirada. Estaba enojado de que su amante se olvidara de él tan rápido, una vez que su madre se presentó. Trató de animarse a sí mismo pensando que al menos su propia familia se había preocupado por él. Cuando se dio cuenta de que mirar a Junsu estaba haciéndolo enojar cerró los ojos y fingió dormir. 
Cuando llegaron al puerto, la madre de Junsu se apresuró en un taxi hacia el  hospital más cercano. Yunho ni siquiera tuvo oportunidad de decir adiós. Después de que su coche se fuera, Yunho y su hermano tomaron su propio taxi y se fueron al aeropuerto. Llegaron justo a tiempo para coger un vuelo a Corea.

Pensando que su hermano podría tener hambre, Yoochun le compró un almuerzo antes de tomar el vuelo. Cuando Yunho disfrutó la comida que sólo podía soñar en la isla, sintió por primera vez, que la prueba había terminado.

—Nunca imaginé que habías quedado abandonado en una isla desierta. Creí que habías escapado con ese otro tipo—, su hermano se rió—. Creí que te habías convertido en un cazador de gorditos.

Saliendo para ir al baño, Yunho se detuvo de repente y pateó duro la espinilla de su hermano.

—¡Hey! ¿Qué te pasa?

Yunho lo miró. Yoochun agarró su espinilla y mordió sus labios de dolor y confusión, mientras que su hermano se marchaba hacia el baño.

Después de orinar, Yunho comenzó a preguntarse si Junsu fue capaz de limpiarse. Se había venido en él y prometió limpiarlo, pero no tuvo la oportunidad. Esperaba que no se enfermara. Quería ver su rostro, darle un beso... A pesar de que acababa de ver su rostro y había estado con él por tanto tiempo, ya se sentía solo. Yunho estaba enojado consigo mismo por sentirse de esta manera. Tendrían la oportunidad de verse uno al otro en un día o dos. Trabajan en la misma empresa, por lo que tendrían que verse el uno al otro, incluso si no quisieran. Ese fue su único consuelo. 

Sin embargo, Yunho no tenía manera de saber que durante su ausencia la empresa donde trabajaba había quebrado.


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5 comentarios:

  1. yunho cuando a su tan tierno el ,ya llevan una vida de asados uuu¿ que pasara ahora que los encontraron gracias mery por actualizar

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    1. Eso mismo, ¿qué pasará a hora que volvieron a la civilización?
      Gracias por leer ^^

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  2. Este tan ansiado cap fue asdfasdsdaddsassdd me divertí muchísimo!!! Qué buena forma de despertar a un potón Yunho XDDDDD hahaha Awwww qué romántico!!! cortándole las uñas a susu a la luz de luna *w*

    "Estaba pensando en lo lindo que te ves cuando te vienes" el mejor piropo que he escuchado Jung. jajajjaja

    Goshhhh!!!!!!!! osea el tigre manipulador se pasó con lo de la miel!!!! atrajo a su carnada y cayó redondita!!!!! y la INOCENTE -no puedo creer que tanto- ovejita me mató con:
    "Yunnie, es más difícil para lamer cuando te pones tan grande" asfsafassdsgfdsgfdsd -derrame nasal- así o más lindo/sexy(?)

    Lástima que sus días de hacerlo a la intemperie terminaran, mirándolo por el lado positivo yunnie no tendrá que lavar condones ^////^ -no me lo hubiera podido imaginar-

    Los hubieran dejado unos diitas más ; ___ ;

    Waaaaa creo que detesto a la mamá de Junsu!!!! ojala no lo engorde e_e

    Muero por saber qué pasará!! el samaritano Jung seguirá haciéndole el bien a la ovejita inocente????? yunho ahora será un cazador de gorditos???? Junsu será el nuevo papirriqui de la cuidad??? -okey estoy divagando demasiado- x'''''D

    Actu prontoooo jebal!!!!

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  3. Yunho no puede evitar ser un pervertido XD Y Junsu es demasiado inocente el idiota hahahahaha y veremos lo que pase cuando vuelvan al mundo real. ¿Qué pasará con ellos dos? Pronto lo sabremos, gracias por leer y tu gran comentario XD

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  4. bella continualoo xfaaaa estoy encantadisimaa con esta historiaaa porfaa continualoooo

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